—Yo sigo el camino de todos en la tierra; sé fuerte y pórtate con valor. Guarda los preceptos del Señor, tu Dios, anda en sus caminos y observa sus estatutos y mandamientos, sus decretos y sus testimonios, de la manera que está escrito en la ley de Moisés, para que prosperes en todo lo que hagas y en todo aquello que emprendas; para que confirme el Señor la promesa que me hizo: «Si tus hijos guardan mi camino y andan delante de mí con verdad, de todo su corazón y de toda su alma, jamás te faltará un descendiente en el trono de Israel».