SANTIAGO 4
4
Amistad con el mundo, amistad con Dios
1¿De dónde surgen los conflictos y las luchas que hay entre vosotros? Sin duda, de las pasiones que lleváis siempre en pie de guerra en vuestro interior. 2Si ambicionáis y no tenéis, asesináis; si ardéis en deseos y no podéis satisfacerlos, os enzarzáis en luchas y contiendas. No tenéis porque no pedís. 3Y, si pedís, no recibís nada porque pedís con la torcida intención de malgastarlo en vuestros caprichos.#1,5-6 (ver Rm 1,29-32). 4¡Gente infiel! ¿No sabéis que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Por tanto, quien pretende tener al mundo por amigo, se hace enemigo de Dios.#Rm 8,7; 1 Jn 2,15. 5Pues no dice en vano la Escritura: «Dios ama celosamente al espíritu que puso en nosotros». 6Aunque su benevolencia es siempre mayor, y por eso dice también la Escritura: Dios hace frente a los orgullosos y concede, en cambio, su favor a los humildes.#Pr 3,34 (según la versión griega de los LXX); 4,10; Jb 5,11; 22,29; Mt 23,12; Lc 1,52; 14,11; 18,14; 1 Pe 5,5-6. 7Someteos, pues, a Dios y resistid al diablo, que no tendrá más remedio que huir. 8Acercaos a Dios, y Dios se acercará a vosotros. ¡Limpiad vuestras manos, pecadores! ¡Purificad vuestros corazones, los que os portáis con doblez! 9Reconoced vuestra miseria; llorad y lamentaos: que la risa se os convierta en llanto, y en tristeza la alegría. 10Humillaos ante el Señor y él os ensalzará.#4,6.
III. Juicio y salvación (4,11–5,18)
El juicio sobre el hermano
11Hermanos, no habléis mal unos de otros. Quien critica a su hermano o se erige en su juez, está criticando y juzgando a la ley. Y si juzgas a la ley, no eres su cumplidor, sino su juez.#3,9-10. 12Mas solo hay uno que es al mismo tiempo legislador y juez; solo uno que tiene poder para salvar y condenar. ¿Quién eres tú, entonces, para erigirte en juez del prójimo?#Rm 2,1; 14,4.
Advertencias a los autosuficientes
13En cuanto a vosotros, los que decís: «Hoy o mañana iremos a tal ciudad y pasaremos allí el año negociando y enriqueciéndonos»,#Pr 27,1; Mt 6,19-20; Lc 12,18-20; 1 Tm 6,6-10. 14¿sabéis, acaso, qué os sucederá mañana? Pues vuestra vida es como una nube de vapor, que aparece un instante y al punto se disipa.#Mc 5,34; 6,13; 16,18; Lc 17,19 (ver Mt 18,15-18; Jn 20,22-23). 15Haríais mejor en decir: «Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello».#Hch 18,21; 1 Co 4,19. 16Pero no; alardeáis con fanfarronería, sin pensar que semejante actitud es siempre reprochable. 17Porque quien sabe hacer el bien y no lo hace, comete pecado.#Lc 12,47.
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SANTIAGO 4
4
Amistad con el mundo, amistad con Dios
1¿De dónde surgen los conflictos y las luchas que hay entre vosotros? Sin duda, de las pasiones que lleváis siempre en pie de guerra en vuestro interior. 2Si ambicionáis y no tenéis, asesináis; si ardéis en deseos y no podéis satisfacerlos, os enzarzáis en luchas y contiendas. No tenéis porque no pedís. 3Y, si pedís, no recibís nada porque pedís con la torcida intención de malgastarlo en vuestros caprichos.#1,5-6 (ver Rm 1,29-32). 4¡Gente infiel! ¿No sabéis que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Por tanto, quien pretende tener al mundo por amigo, se hace enemigo de Dios.#Rm 8,7; 1 Jn 2,15. 5Pues no dice en vano la Escritura: «Dios ama celosamente al espíritu que puso en nosotros». 6Aunque su benevolencia es siempre mayor, y por eso dice también la Escritura: Dios hace frente a los orgullosos y concede, en cambio, su favor a los humildes.#Pr 3,34 (según la versión griega de los LXX); 4,10; Jb 5,11; 22,29; Mt 23,12; Lc 1,52; 14,11; 18,14; 1 Pe 5,5-6. 7Someteos, pues, a Dios y resistid al diablo, que no tendrá más remedio que huir. 8Acercaos a Dios, y Dios se acercará a vosotros. ¡Limpiad vuestras manos, pecadores! ¡Purificad vuestros corazones, los que os portáis con doblez! 9Reconoced vuestra miseria; llorad y lamentaos: que la risa se os convierta en llanto, y en tristeza la alegría. 10Humillaos ante el Señor y él os ensalzará.#4,6.
III. Juicio y salvación (4,11–5,18)
El juicio sobre el hermano
11Hermanos, no habléis mal unos de otros. Quien critica a su hermano o se erige en su juez, está criticando y juzgando a la ley. Y si juzgas a la ley, no eres su cumplidor, sino su juez.#3,9-10. 12Mas solo hay uno que es al mismo tiempo legislador y juez; solo uno que tiene poder para salvar y condenar. ¿Quién eres tú, entonces, para erigirte en juez del prójimo?#Rm 2,1; 14,4.
Advertencias a los autosuficientes
13En cuanto a vosotros, los que decís: «Hoy o mañana iremos a tal ciudad y pasaremos allí el año negociando y enriqueciéndonos»,#Pr 27,1; Mt 6,19-20; Lc 12,18-20; 1 Tm 6,6-10. 14¿sabéis, acaso, qué os sucederá mañana? Pues vuestra vida es como una nube de vapor, que aparece un instante y al punto se disipa.#Mc 5,34; 6,13; 16,18; Lc 17,19 (ver Mt 18,15-18; Jn 20,22-23). 15Haríais mejor en decir: «Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello».#Hch 18,21; 1 Co 4,19. 16Pero no; alardeáis con fanfarronería, sin pensar que semejante actitud es siempre reprochable. 17Porque quien sabe hacer el bien y no lo hace, comete pecado.#Lc 12,47.
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