JOB 21
21
13. Respuesta de Job (21)
Prosperidad y miseria de los malos
1Entonces respondió Job:
2Oíd atentamente mi palabra
y, al menos, dadme consuelo.
3Toleradme, y yo hablaré;
y burlaos después de que haya hablado.
4¿Acaso me quejo yo de algún hombre?
¿Y por qué no se ha de angustiar mi espíritu?
5Miradme, espantaos
y tapaos la boca con la mano.
6Aun yo mismo me horrorizo al acordarme,
y el temblor estremece mi cuerpo.
7¿Por qué viven los impíos#12.6+.
y envejecen, y aun crecen sus riquezas?
8Su linaje se robustece ante su vista,
y sus descendientes están delante de sus ojos.
9Sus casas están libres de temor,
ningún azote de Dios viene sobre ellos.#Sal 73.4; Mal 3.15.
10Sus toros engendran sin problemas
y sus vacas paren sin que su cría se malogre.
11Salen sus pequeñuelos como en manada,
sus hijos saltan de alegría.#Zac 8.5.
12Saltan al son del tamboril y de la cítara,
se regocijan al son de la flauta.#Is 5.12; 14.11; Am 6.5; Mt 11.16-17.
13Pasan sus días en prosperidad,
y en paz descienden al seol,
14pese a que dicen a Dios: «Apártate,
porque no queremos conocer tus caminos.#22.17; Sal 16.11; Is 30.11; Jer 2.31; Mal 3.14.
15¿Quién es el Todopoderoso para que lo sirvamos?
¿De qué nos aprovechará que oremos a él?».#Mal 3.14.
16Pero su bienestar no está en sus propias manos.
¡Lejos esté de mí el consejo de los malvados!
17¡Cuántas veces la lámpara de los impíos es apagada
y viene sobre ellos su quebranto,
y Dios en su ira les reparte dolores!#18.5; 20.22-28.
18Son como la paja delante del viento,
como el tamo que arrebata el torbellino.#Sal 1.4+.
19¡Dios reserva para los hijos de ellos su castigo!#Ex 20.5; 34.7; Nm 14.18; Dt 5.9; Jer 31.29; Ez 18.2.
¡Él le dará su merecido, para que aprenda! #Dt 24.16; Jer 31.30; Ez 18.20.
20Verá con sus propios ojos su quebranto,
y beberá de la ira del Todopoderoso.
21¿Qué deleite tendrá él de su casa después de sí,
cuando se haya cortado la cuenta de sus meses?#Ec 9.5-6.
22¿Enseñará alguien a Dios sabiduría,
cuando es él quien juzga a los más encumbrados?
23Uno muere en la plenitud de su vigor,
del todo próspero y en paz;
24sus vasijas están llenas de leche,
y sus huesos rellenos de tuétano.
25Otro, en cambio, muere con el ánimo amargado,#7.11+.
sin haber comido jamás con gusto.
26Pero ambos por igual yacerán en el polvo,#3.19; Ec 2.14; 9.2-3.
cubiertos de gusanos.
27Yo conozco vuestros pensamientos
y lo que en vuestra imaginación forjáis contra mí.
28Porque decís: «¿Qué hay de la casa del príncipe
y de la morada donde viven los malvados?».
29¿No habéis preguntado a los que pasan por el camino?
¿No habéis conocido su respuesta,
30que el malo es preservado en el día de la destrucción
y que estará a salvo en el día de la ira?#24.23; Sal 73.4-5; Pr 11.4; Am 5.18; Ro 2.3-6; 9.32.
31¿Quién le puede echar en cara su conducta?
Por lo que él hizo, ¿quién le dará su merecido?
32¡Lo llevarán al cementerio#Lc 16.22.
y ponen vigilancia sobre su tumba!
33Los terrones del valle le serán dulces;
tras él desfila todo el mundo,
y delante de él marcha una inmensa multitud.
34¡Cuán vano es el consuelo que me dais!#15.11; 16.2,5.
Vuestras respuestas son pura falacia.
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JOB 21: RV2020
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© Sociedad Bíblica de España
Antigua versión de Casiodoro de Reina (1569), revisada por Cipriano de Valera (1602). Revisiones anteriores con la participación de Sociedad Bíblica de España: 1862, 1909, 1960 y 1995.
JOB 21
21
13. Respuesta de Job (21)
Prosperidad y miseria de los malos
1Entonces respondió Job:
2Oíd atentamente mi palabra
y, al menos, dadme consuelo.
3Toleradme, y yo hablaré;
y burlaos después de que haya hablado.
4¿Acaso me quejo yo de algún hombre?
¿Y por qué no se ha de angustiar mi espíritu?
5Miradme, espantaos
y tapaos la boca con la mano.
6Aun yo mismo me horrorizo al acordarme,
y el temblor estremece mi cuerpo.
7¿Por qué viven los impíos#12.6+.
y envejecen, y aun crecen sus riquezas?
8Su linaje se robustece ante su vista,
y sus descendientes están delante de sus ojos.
9Sus casas están libres de temor,
ningún azote de Dios viene sobre ellos.#Sal 73.4; Mal 3.15.
10Sus toros engendran sin problemas
y sus vacas paren sin que su cría se malogre.
11Salen sus pequeñuelos como en manada,
sus hijos saltan de alegría.#Zac 8.5.
12Saltan al son del tamboril y de la cítara,
se regocijan al son de la flauta.#Is 5.12; 14.11; Am 6.5; Mt 11.16-17.
13Pasan sus días en prosperidad,
y en paz descienden al seol,
14pese a que dicen a Dios: «Apártate,
porque no queremos conocer tus caminos.#22.17; Sal 16.11; Is 30.11; Jer 2.31; Mal 3.14.
15¿Quién es el Todopoderoso para que lo sirvamos?
¿De qué nos aprovechará que oremos a él?».#Mal 3.14.
16Pero su bienestar no está en sus propias manos.
¡Lejos esté de mí el consejo de los malvados!
17¡Cuántas veces la lámpara de los impíos es apagada
y viene sobre ellos su quebranto,
y Dios en su ira les reparte dolores!#18.5; 20.22-28.
18Son como la paja delante del viento,
como el tamo que arrebata el torbellino.#Sal 1.4+.
19¡Dios reserva para los hijos de ellos su castigo!#Ex 20.5; 34.7; Nm 14.18; Dt 5.9; Jer 31.29; Ez 18.2.
¡Él le dará su merecido, para que aprenda! #Dt 24.16; Jer 31.30; Ez 18.20.
20Verá con sus propios ojos su quebranto,
y beberá de la ira del Todopoderoso.
21¿Qué deleite tendrá él de su casa después de sí,
cuando se haya cortado la cuenta de sus meses?#Ec 9.5-6.
22¿Enseñará alguien a Dios sabiduría,
cuando es él quien juzga a los más encumbrados?
23Uno muere en la plenitud de su vigor,
del todo próspero y en paz;
24sus vasijas están llenas de leche,
y sus huesos rellenos de tuétano.
25Otro, en cambio, muere con el ánimo amargado,#7.11+.
sin haber comido jamás con gusto.
26Pero ambos por igual yacerán en el polvo,#3.19; Ec 2.14; 9.2-3.
cubiertos de gusanos.
27Yo conozco vuestros pensamientos
y lo que en vuestra imaginación forjáis contra mí.
28Porque decís: «¿Qué hay de la casa del príncipe
y de la morada donde viven los malvados?».
29¿No habéis preguntado a los que pasan por el camino?
¿No habéis conocido su respuesta,
30que el malo es preservado en el día de la destrucción
y que estará a salvo en el día de la ira?#24.23; Sal 73.4-5; Pr 11.4; Am 5.18; Ro 2.3-6; 9.32.
31¿Quién le puede echar en cara su conducta?
Por lo que él hizo, ¿quién le dará su merecido?
32¡Lo llevarán al cementerio#Lc 16.22.
y ponen vigilancia sobre su tumba!
33Los terrones del valle le serán dulces;
tras él desfila todo el mundo,
y delante de él marcha una inmensa multitud.
34¡Cuán vano es el consuelo que me dais!#15.11; 16.2,5.
Vuestras respuestas son pura falacia.
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© Sociedad Bíblica de España
Antigua versión de Casiodoro de Reina (1569), revisada por Cipriano de Valera (1602). Revisiones anteriores con la participación de Sociedad Bíblica de España: 1862, 1909, 1960 y 1995.