JOB 3
3
II. Cuerpo central (3–31)
1. Primer monólogo de Job (3)
Job maldice el día de su nacimiento
1Después de esto, Job habló y maldijo el día de su nacimiento.#10.18; Jer 20.14-18; Mt 26.24 (= Mc 14.21). 2Y dijo:
3¡Perezca el día en que yo nací
y la noche en que se dijo: «Un hombre ha sido dado a luz»!
4Que aquel día se vuelva sombrío;
que no cuide de él Dios desde arriba
ni haya luz que sobre él resplandezca.
5Cúbranlo tinieblas y sombra de muerte,
y repose sobre él nublado
que lo haga horrible como día tenebroso.
6Apodérese de aquella noche la oscuridad;
no sea contada entre los días del año
ni entre en el número de los meses.
7¡Ojalá fuera aquella una noche solitaria,
y que no hubiera canción alguna en ella!
8Maldíganla los que maldicen el día,
los que saben despertar a Leviatán.
9Oscurézcanse las estrellas del alba;
que en vano espere la luz
y no vea el parpadeo de la aurora,
10por cuanto no cerró las puertas del vientre donde yo estaba,#Gn 16.1; 17.15-16; 29.31; 30.22; Jue 13.2; 1 S 1.11; Lc 1.7.
ni escondió de mis ojos la miseria.
11¿Por qué no morí yo en la matriz?
¿Por qué no expiré al salir del vientre?
12¿Por qué me recibieron las rodillas
y unos pechos me dieron de mamar?
13Ahora estaría yo muerto, y reposaría;
dormiría, y tendría descanso
14junto a los reyes y consejeros de la tierra,
los que para sí reconstruyen las ruinas;
15o junto a los príncipes que poseían el oro
y llenaban de plata sus casas.
16¿Por qué no fui escondido como un aborto,
como los niños que nunca vieron la luz?#Sal 58.8; Ec 6.3-5.
17Allí dejan de perturbar los malvados,
y allí descansan los que perdieron sus fuerzas.#Ap 14.13.
18Allí reposan también los cautivos
y ya no oyen la voz del capataz.
19Allí están pequeños y grandes;#21.23-26; Ec 9.2-3.
y el esclavo, libre ya de su amo.
20¿Por qué darle luz al que sufre
y vida a los de ánimo amargado;
21a los que esperan la muerte, y no les llega,#Ap 9.6.
aunque la buscan más que a un tesoro;#6.9; 7.15; Nm 11.15; 1 R 19.4; Jer 8.3; Jon 4.3.
22a los que se alegrarían sobremanera
y se gozarían de hallar el sepulcro?
23¿Por qué dar vida al hombre que ignora su camino,
al que Dios le cierra el paso?#1.10.
24Antes que mi pan, llega mi suspiro,#Sal 102.9+.
y mis gemidos corren como el agua;
25porque me ha venido aquello que me espantaba,
me ha acontecido lo que yo temía.#15.24; Pr 10.24; Ez 11.8.
26¡No he tenido paz, tranquilidad ni reposo,
sino solo turbación!#Dt 28.65-67; Mt 11.28-29; Ap 14.11.
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JOB 3: RV2020
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© Sociedad Bíblica de España
Antigua versión de Casiodoro de Reina (1569), revisada por Cipriano de Valera (1602). Revisiones anteriores con la participación de Sociedad Bíblica de España: 1862, 1909, 1960 y 1995.
JOB 3
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II. Cuerpo central (3–31)
1. Primer monólogo de Job (3)
Job maldice el día de su nacimiento
1Después de esto, Job habló y maldijo el día de su nacimiento.#10.18; Jer 20.14-18; Mt 26.24 (= Mc 14.21). 2Y dijo:
3¡Perezca el día en que yo nací
y la noche en que se dijo: «Un hombre ha sido dado a luz»!
4Que aquel día se vuelva sombrío;
que no cuide de él Dios desde arriba
ni haya luz que sobre él resplandezca.
5Cúbranlo tinieblas y sombra de muerte,
y repose sobre él nublado
que lo haga horrible como día tenebroso.
6Apodérese de aquella noche la oscuridad;
no sea contada entre los días del año
ni entre en el número de los meses.
7¡Ojalá fuera aquella una noche solitaria,
y que no hubiera canción alguna en ella!
8Maldíganla los que maldicen el día,
los que saben despertar a Leviatán.
9Oscurézcanse las estrellas del alba;
que en vano espere la luz
y no vea el parpadeo de la aurora,
10por cuanto no cerró las puertas del vientre donde yo estaba,#Gn 16.1; 17.15-16; 29.31; 30.22; Jue 13.2; 1 S 1.11; Lc 1.7.
ni escondió de mis ojos la miseria.
11¿Por qué no morí yo en la matriz?
¿Por qué no expiré al salir del vientre?
12¿Por qué me recibieron las rodillas
y unos pechos me dieron de mamar?
13Ahora estaría yo muerto, y reposaría;
dormiría, y tendría descanso
14junto a los reyes y consejeros de la tierra,
los que para sí reconstruyen las ruinas;
15o junto a los príncipes que poseían el oro
y llenaban de plata sus casas.
16¿Por qué no fui escondido como un aborto,
como los niños que nunca vieron la luz?#Sal 58.8; Ec 6.3-5.
17Allí dejan de perturbar los malvados,
y allí descansan los que perdieron sus fuerzas.#Ap 14.13.
18Allí reposan también los cautivos
y ya no oyen la voz del capataz.
19Allí están pequeños y grandes;#21.23-26; Ec 9.2-3.
y el esclavo, libre ya de su amo.
20¿Por qué darle luz al que sufre
y vida a los de ánimo amargado;
21a los que esperan la muerte, y no les llega,#Ap 9.6.
aunque la buscan más que a un tesoro;#6.9; 7.15; Nm 11.15; 1 R 19.4; Jer 8.3; Jon 4.3.
22a los que se alegrarían sobremanera
y se gozarían de hallar el sepulcro?
23¿Por qué dar vida al hombre que ignora su camino,
al que Dios le cierra el paso?#1.10.
24Antes que mi pan, llega mi suspiro,#Sal 102.9+.
y mis gemidos corren como el agua;
25porque me ha venido aquello que me espantaba,
me ha acontecido lo que yo temía.#15.24; Pr 10.24; Ez 11.8.
26¡No he tenido paz, tranquilidad ni reposo,
sino solo turbación!#Dt 28.65-67; Mt 11.28-29; Ap 14.11.
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© Sociedad Bíblica de España
Antigua versión de Casiodoro de Reina (1569), revisada por Cipriano de Valera (1602). Revisiones anteriores con la participación de Sociedad Bíblica de España: 1862, 1909, 1960 y 1995.