SALMOS 104
104
Salmo 104
Dios cuida de su creación
1¡Bendice, alma mía, al Señor!#103.1; 146.1.
Señor, Dios mío, mucho te has engrandecido;#2 S 7.22.
te has vestido de gloria y de magnificencia:
2el que se cubre de luz#1 Ti 6.16. como de vestidura,
que extiende los cielos como una cortina,#18.9; Is 40.22+.
3que establece sus aposentos entre las aguas,
el que pone las nubes por su carroza,
el que anda sobre las alas del viento,#18.10+.
4el que hace a los vientos sus mensajeros
y a las llamas de fuego sus ministros. #Heb 1.7.
5Él fundó la tierra sobre sus cimientos;#Job 38.6; Sal 24.2; 75.3; Pr 8.29.
no será jamás removida.
6Con el abismo, como con vestido, la cubriste;
sobre los montes estaban las aguas.
7A tu reprensión huyeron;
al sonido de tu trueno se apresuraron;
8subieron los montes, descendieron los valles
al lugar que tú les fijaste.
9Les pusiste un límite, el cual no traspasarán,#Jer 5.22.
ni volverán a cubrir la tierra.
10Tú eres el que viertes los manantiales en los arroyos;
van entre los montes,
11dan de beber a todas las bestias del campo;
en ellas calman su sed los asnos monteses.
12En sus orillas habitan las aves del cielo;
¡cantan entre las ramas!
13Él riega los montes desde sus aposentos;
del fruto de sus obras se sacia la tierra.
14Él hace brotar el heno para las bestias#Gn 1.30.
y la hierba para el servicio del hombre,
para sacar el pan de la tierra,
15el vino que alegra el corazón del hombre,#Jue 9.13; Ec 10.19.
el aceite que hace brillar el rostro
y el pan que sustenta la vida del hombre.#65.9-13.
16Se llenan de savia los árboles del Señor,
los cedros del Líbano que él plantó.
17Allí anidan las aves;
en las hayas hace su casa la cigüeña.
18Los montes altos son para las cabras monteses;
las peñas, para madrigueras de los conejos.
19Hizo la luna para los tiempos;
el sol conoce su ocaso.#74.16; Gn 1.16.
20Pones las tinieblas, y es de noche;
en ella corretean todas las bestias de la selva.
21Los leoncillos rugen tras la presa
y reclaman de Dios su comida.#Job 38.39.
22Sale el sol, se recogen
y se echan en sus cuevas.#Job 37.8.
23Sale el hombre a su labor
y a su labranza hasta la tarde.
24¡Cuán innumerables son tus obras, Señor!
Hiciste todas ellas con sabiduría#Jer 10.12+.;
¡la tierra está llena de tus beneficios!
25He allí el grande y ancho mar,
en donde se mueven seres innumerables,
seres pequeños y grandes.
26Allí lo surcan las naves;
allí este Leviatán#Job 41.1; Sal 74.14; Is 27.1. que hiciste para jugar con él.
27Todos ellos esperan en ti,
para que les des la comida a su tiempo.
28Tú les das y ellos recogen;
abres tu mano y se sacian de bien.#136.25; 145.15-16; 147.9.
29Escondes tu rostro, se turban;
les quitas el hálito, dejan de ser
y vuelven al polvo.#Gn 2.7+.
30Envías tu espíritu, son creados
y renuevas la faz de la tierra.#Gn 2.7; Job 34.14-15; Ez 37.9-10.
31¡Sea la gloria del Señor para siempre!
¡Alégrese el Señor en sus obras!#Gn 1.31.
32Él mira a la tierra y ella tiembla;#18.7; 77.18; 97.4.
toca los montes y humean.#144.5.
33Al Señor cantaré en mi vida;
a mi Dios cantaré salmos mientras viva.#146.2.
34Dulce será mi meditación en él;#19.14.
yo me regocijaré en el Señor.
35¡Sean consumidos de la tierra los pecadores,
y los impíos dejen de ser!
¡Bendice, alma mía, al Señor!#Cf. v. 1+.
¡Aleluya!
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SALMOS 104: RV2020
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© Sociedad Bíblica de España
Antigua versión de Casiodoro de Reina (1569), revisada por Cipriano de Valera (1602). Revisiones anteriores con la participación de Sociedad Bíblica de España: 1862, 1909, 1960 y 1995.
SALMOS 104
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Salmo 104
Dios cuida de su creación
1¡Bendice, alma mía, al Señor!#103.1; 146.1.
Señor, Dios mío, mucho te has engrandecido;#2 S 7.22.
te has vestido de gloria y de magnificencia:
2el que se cubre de luz#1 Ti 6.16. como de vestidura,
que extiende los cielos como una cortina,#18.9; Is 40.22+.
3que establece sus aposentos entre las aguas,
el que pone las nubes por su carroza,
el que anda sobre las alas del viento,#18.10+.
4el que hace a los vientos sus mensajeros
y a las llamas de fuego sus ministros. #Heb 1.7.
5Él fundó la tierra sobre sus cimientos;#Job 38.6; Sal 24.2; 75.3; Pr 8.29.
no será jamás removida.
6Con el abismo, como con vestido, la cubriste;
sobre los montes estaban las aguas.
7A tu reprensión huyeron;
al sonido de tu trueno se apresuraron;
8subieron los montes, descendieron los valles
al lugar que tú les fijaste.
9Les pusiste un límite, el cual no traspasarán,#Jer 5.22.
ni volverán a cubrir la tierra.
10Tú eres el que viertes los manantiales en los arroyos;
van entre los montes,
11dan de beber a todas las bestias del campo;
en ellas calman su sed los asnos monteses.
12En sus orillas habitan las aves del cielo;
¡cantan entre las ramas!
13Él riega los montes desde sus aposentos;
del fruto de sus obras se sacia la tierra.
14Él hace brotar el heno para las bestias#Gn 1.30.
y la hierba para el servicio del hombre,
para sacar el pan de la tierra,
15el vino que alegra el corazón del hombre,#Jue 9.13; Ec 10.19.
el aceite que hace brillar el rostro
y el pan que sustenta la vida del hombre.#65.9-13.
16Se llenan de savia los árboles del Señor,
los cedros del Líbano que él plantó.
17Allí anidan las aves;
en las hayas hace su casa la cigüeña.
18Los montes altos son para las cabras monteses;
las peñas, para madrigueras de los conejos.
19Hizo la luna para los tiempos;
el sol conoce su ocaso.#74.16; Gn 1.16.
20Pones las tinieblas, y es de noche;
en ella corretean todas las bestias de la selva.
21Los leoncillos rugen tras la presa
y reclaman de Dios su comida.#Job 38.39.
22Sale el sol, se recogen
y se echan en sus cuevas.#Job 37.8.
23Sale el hombre a su labor
y a su labranza hasta la tarde.
24¡Cuán innumerables son tus obras, Señor!
Hiciste todas ellas con sabiduría#Jer 10.12+.;
¡la tierra está llena de tus beneficios!
25He allí el grande y ancho mar,
en donde se mueven seres innumerables,
seres pequeños y grandes.
26Allí lo surcan las naves;
allí este Leviatán#Job 41.1; Sal 74.14; Is 27.1. que hiciste para jugar con él.
27Todos ellos esperan en ti,
para que les des la comida a su tiempo.
28Tú les das y ellos recogen;
abres tu mano y se sacian de bien.#136.25; 145.15-16; 147.9.
29Escondes tu rostro, se turban;
les quitas el hálito, dejan de ser
y vuelven al polvo.#Gn 2.7+.
30Envías tu espíritu, son creados
y renuevas la faz de la tierra.#Gn 2.7; Job 34.14-15; Ez 37.9-10.
31¡Sea la gloria del Señor para siempre!
¡Alégrese el Señor en sus obras!#Gn 1.31.
32Él mira a la tierra y ella tiembla;#18.7; 77.18; 97.4.
toca los montes y humean.#144.5.
33Al Señor cantaré en mi vida;
a mi Dios cantaré salmos mientras viva.#146.2.
34Dulce será mi meditación en él;#19.14.
yo me regocijaré en el Señor.
35¡Sean consumidos de la tierra los pecadores,
y los impíos dejen de ser!
¡Bendice, alma mía, al Señor!#Cf. v. 1+.
¡Aleluya!
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© Sociedad Bíblica de España
Antigua versión de Casiodoro de Reina (1569), revisada por Cipriano de Valera (1602). Revisiones anteriores con la participación de Sociedad Bíblica de España: 1862, 1909, 1960 y 1995.