ROMANOS 14
14
3. El problema de los débiles en la fe (14.1–15.13)
Los débiles en la fe
1Acoged al débil en la fe,#15.7. pero no para entrar en discusiones. 2Porque uno cree que se ha de comer de todo; otro, que es débil, solo come legumbres.#Gn 1.29; 9.3. 3El que come de todo que no menosprecie al que no come, y el que no come que no juzgue al que come, porque Dios lo ha aceptado. 4¿Tú quién eres para juzgar#Mt 7.1; Stg 4.11-12. al criado ajeno? Si permanece en pie, o cae, es asunto de su propio amo. Pero estará firme, porque Dios es poderoso para hacerlo estar firme.
5Hay quien hace distinción entre unos días y otros, mientras que otro considera que todos los días son iguales.#Col 2.16. Que cada uno esté seguro de lo que piensa. 6El que distingue un día de otro, lo hace para el Señor; y el que no distingue el día, también lo hace para el Señor. El que come, para el Señor come, porque da gracias a Dios; y el que no come, para el Señor no come, y también da gracias a Dios.#1 Co 10.31; 1 Ti 4.4.
7Ninguno de nosotros vive para sí y ninguno muere para sí.#2 Co 5.15. 8Si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos o que muramos, somos del Señor.#Lc 20.38; Gl 2.20; 1 Ts 5.10. 9Porque Cristo para esto murió, y resucitó, y volvió a vivir, para ser Señor tanto de los muertos como de los que viven.
10Así que tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Todos compareceremos ante el tribunal de Cristo,#Mt 25.31-32; Hch 17.31; 2 Co 5.10. 11pues escrito está:
Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda rodilla,
y toda lengua confesará a Dios.#Is 45.23; 49.18; Flp 2.10-11.
12De manera que cada uno de nosotros dará cuenta a Dios de sí mismo.#Gl 6.5; Heb 4.13.
13Así que, no nos juzguemos más los unos a los otros,#Mt 7.1; Lc 6.37. sino más bien procurad no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano. 14Yo sé, y confío en el Señor Jesús, que nada es impuro en sí mismo;#Mc 7.14-19; Hch 10.15. pero para el que piensa que algo es impuro, para él lo es.#Tit 1.15. 15Pero si por causa de la comida tu hermano se siente agraviado, ya no te comportas conforme al amor. No hagas que por causa de tu comida se pierda aquel por quien Cristo murió.#1 Co 8.9-13; 10.23-24. 16No permitáis que se hable mal de lo que es vuestro bien, 17porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. #1 Co 8.8; Gl 5.22. 18El que de esta manera sirve a Cristo, agrada a Dios y es reconocido por la gente.
19Por lo tanto, sigamos lo que contribuye a la paz#12.18. y a la mutua edificación. 20No destruyas la obra de Dios por causa de la comida. En realidad, todas las cosas son limpias; lo malo es hacer tropezar a otros por lo que comemos. 21Lo mejor es no comer carne, ni beber vino, ni hacer nada que ofenda, debilite o haga tropezar a tu hermano.#1 Co 8.13. 22Tú tienes la convicción que la fe te ha dado. Guárdala para ti mismo delante de Dios. Dichoso aquel que no se considera culpable con la decisión que toma.#1 Co 10.25-27; Gl 5.13; 1 Jn 3.21. 23Pero el que duda sobre lo que come, se condena a sí mismo, porque no lo hace con la convicción que da la fe; y todo lo que no proviene de una convicción de fe, es pecado.
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ROMANOS 14: RV2020
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© Sociedad Bíblica de España
Antigua versión de Casiodoro de Reina (1569), revisada por Cipriano de Valera (1602). Revisiones anteriores con la participación de Sociedad Bíblica de España: 1862, 1909, 1960 y 1995.
ROMANOS 14
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3. El problema de los débiles en la fe (14.1–15.13)
Los débiles en la fe
1Acoged al débil en la fe,#15.7. pero no para entrar en discusiones. 2Porque uno cree que se ha de comer de todo; otro, que es débil, solo come legumbres.#Gn 1.29; 9.3. 3El que come de todo que no menosprecie al que no come, y el que no come que no juzgue al que come, porque Dios lo ha aceptado. 4¿Tú quién eres para juzgar#Mt 7.1; Stg 4.11-12. al criado ajeno? Si permanece en pie, o cae, es asunto de su propio amo. Pero estará firme, porque Dios es poderoso para hacerlo estar firme.
5Hay quien hace distinción entre unos días y otros, mientras que otro considera que todos los días son iguales.#Col 2.16. Que cada uno esté seguro de lo que piensa. 6El que distingue un día de otro, lo hace para el Señor; y el que no distingue el día, también lo hace para el Señor. El que come, para el Señor come, porque da gracias a Dios; y el que no come, para el Señor no come, y también da gracias a Dios.#1 Co 10.31; 1 Ti 4.4.
7Ninguno de nosotros vive para sí y ninguno muere para sí.#2 Co 5.15. 8Si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos o que muramos, somos del Señor.#Lc 20.38; Gl 2.20; 1 Ts 5.10. 9Porque Cristo para esto murió, y resucitó, y volvió a vivir, para ser Señor tanto de los muertos como de los que viven.
10Así que tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Todos compareceremos ante el tribunal de Cristo,#Mt 25.31-32; Hch 17.31; 2 Co 5.10. 11pues escrito está:
Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda rodilla,
y toda lengua confesará a Dios.#Is 45.23; 49.18; Flp 2.10-11.
12De manera que cada uno de nosotros dará cuenta a Dios de sí mismo.#Gl 6.5; Heb 4.13.
13Así que, no nos juzguemos más los unos a los otros,#Mt 7.1; Lc 6.37. sino más bien procurad no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano. 14Yo sé, y confío en el Señor Jesús, que nada es impuro en sí mismo;#Mc 7.14-19; Hch 10.15. pero para el que piensa que algo es impuro, para él lo es.#Tit 1.15. 15Pero si por causa de la comida tu hermano se siente agraviado, ya no te comportas conforme al amor. No hagas que por causa de tu comida se pierda aquel por quien Cristo murió.#1 Co 8.9-13; 10.23-24. 16No permitáis que se hable mal de lo que es vuestro bien, 17porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. #1 Co 8.8; Gl 5.22. 18El que de esta manera sirve a Cristo, agrada a Dios y es reconocido por la gente.
19Por lo tanto, sigamos lo que contribuye a la paz#12.18. y a la mutua edificación. 20No destruyas la obra de Dios por causa de la comida. En realidad, todas las cosas son limpias; lo malo es hacer tropezar a otros por lo que comemos. 21Lo mejor es no comer carne, ni beber vino, ni hacer nada que ofenda, debilite o haga tropezar a tu hermano.#1 Co 8.13. 22Tú tienes la convicción que la fe te ha dado. Guárdala para ti mismo delante de Dios. Dichoso aquel que no se considera culpable con la decisión que toma.#1 Co 10.25-27; Gl 5.13; 1 Jn 3.21. 23Pero el que duda sobre lo que come, se condena a sí mismo, porque no lo hace con la convicción que da la fe; y todo lo que no proviene de una convicción de fe, es pecado.
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© Sociedad Bíblica de España
Antigua versión de Casiodoro de Reina (1569), revisada por Cipriano de Valera (1602). Revisiones anteriores con la participación de Sociedad Bíblica de España: 1862, 1909, 1960 y 1995.