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1 TIMOTEO 3

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Los obispos
1Esto es muy cierto:#3.1 Esto es muy cierto: Véase 1 Ti 1.15 nota m. el que aspira al obispado,#3.1 Obispado: Véase Flp 1.1 nota d. En las cartas pastorales se insiste en las obligaciones de los que tienen cargos en la comunidad. Véase también Tit 1.6-9 y las instrucciones para los diáconos en 1 Ti 3.8-13. a un buen trabajo aspira. 2Por eso, es menester que la conducta del obispo sea irreprensible. Debe ser esposo de una sola mujer#3.2 Ser esposo de una sola mujer: Esta expresión, como también la aplicada a las viudas en 1 Ti 5.9, probablemente debe entenderse en el sentido de no haberse casado por segunda vez, lo que supone una especial fidelidad al cónyuge. Otras interpretaciones menos probables son: no tener más que una esposa (se exigiría no tener simultáneamente varias esposas, o no tener, además de la esposa, una o más concubinas), o ser fiel a su esposa (prohibición del adulterio). y llevar una vida seria, juiciosa y respetable. Debe ser hospitalario y apto para enseñar.#3.2 Hospitalario: una función muy importante entre los primeros cristianos (véase Ro 12.13 n.). Puede referirse, además, al uso de casas particulares para las reuniones de la iglesia (véase Ro 16.5 n.; cf. Col 4.15; Flm 2). 3No debe ser borracho ni amigo de peleas, sino bondadoso, pacífico y desinteresado. 4Debe saber gobernar bien su casa y hacer que sus hijos sean obedientes y respetuosos; 5porque si uno no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo podrá cuidar de la iglesia de Dios? 6Por lo tanto, el obispo no debe ser un recién convertido, no sea que se llene de orgullo y caiga bajo la misma condenación en que cayó el diablo.#3.6 Bajo la misma condenación en que cayó el diablo: otra posible traducción: bajo alguna condenación tramada por el diablo (cf. v. 7). Cf. también Job 1.6-12; Zac 3.1; Ap 12.10. 7También debe ser respetado entre los no creyentes, para que no caiga en deshonra y en alguna trampa del diablo.
Los diáconos#3.8-13 Véanse en 3.1-7 y en Tit 1.6-9 los requisitos exigidos para ejercer otros puestos de responsabilidad. Diáconos: La palabra significa “servidores”. Eran ayudantes o auxiliares de los que presidían la comunidad (v. 1).
8Asimismo, los diáconos deben ser hombres respetables, que nunca falten a su palabra ni sean dados a emborracharse ni a desear ganancias deshonestas. 9Deben apegarse a la verdad revelada#3.9 La verdad revelada: lit. el secreto (gr. mysterion) de la fe (cf. v. 16); expresión que se refiere a las realidades del evangelio, como algo que antes no era conocido pero que ahora ha sido revelado por Dios (véanse Designio secreto en el Índice temático y Ef 1.9 n.; cf. también 1 Co 2.7-10; Col 1.25-27; 2.2-3). en la cual creemos, y mantener limpia la conciencia. 10Primero deberán ser sometidos a prueba, y después, si son irreprochables, podrán ejercer el diaconado. 11Igualmente, las mujeres deben ser respetables,#3.11 Las mujeres: Puede referirse a las esposas de los diáconos, o quizás a las diaconisas (véase Ro 16.1 nota b). no chismosas, sino serias y fieles en todo.#3.11 Tit 2.3. 12Un diácono debe ser esposo de una sola mujer#3.12 Esposo de una sola mujer: Véase 3.2 nota c. y saber gobernar bien a sus hijos y su propia casa. 13Porque los diáconos que realizan bien su trabajo se ganan un lugar de honor, y con mayor confianza podrán hablar de su fe en Cristo Jesús.
La verdad revelada de nuestra religión
14Espero ir pronto a verte; pero te escribo esto 15para que, si me retraso, sepas cómo debe portarse uno en la familia de Dios, en la iglesia del Dios viviente, la cual sostiene y defiende la verdad. 16Pues la verdad revelada de nuestra religión es, sin duda, algo muy grande:#3.16 Cf. Ef 5.32. La verdad revelada: Véase 3.9 n. Las líneas que siguen probablemente formaban parte de un antiguo himno cristiano.
Cristo#3.16 Cristo: lit. El cual; algunos mss. dicen Dios. se manifestó en su condición de hombre,#3.16 Se manifestó en su condición de hombre: Jn 1.14; Flp 2.7.
triunfó en su condición de espíritu#3.16 Triunfó en su condición de espíritu: otra posible traducción: fue declarado justo (o reivindicado) por el Espíritu (cf. Hch 13.32-33; Ro 1.3-4). Se trata de la exaltación de Jesús, que culminó cuando fue recibido en la gloria (Mc 16.19; Hch 1.9).
y fue visto por los ángeles.
Fue anunciado a las naciones,
creído en el mundo
y recibido en la gloria.

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1 TIMOTEO 3: DHHE

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