ISAÍAS 2
2
Instauración de la paz entre las naciones#2.1-5 Esta profecía, que se encuentra en forma casi idéntica en Miq 4.1-3, habla de la exaltación de Sión (Jerusalén) y de su templo, que en el futuro será lugar de reunión de todas las naciones (vs. 2-3). La promesa de un reino de paz (v. 4) aparece también en Is 9.2-7; 11.1-9.
(Mi 4.1-3)
1Estas son las profecías que Isaías, hijo de Amós, recibió por revelación acerca de Judá y Jerusalén:#2.1 Este nuevo encabezamiento parece indicar que los caps. 2–5, o parte de ellos, formaban originalmente un documento aparte, incluido más tarde en el libro de Isaías (véase Is 1.1 nota b).
2En los últimos tiempos quedará afirmado
el monte donde se halla el templo del Señor.
Será el monte más alto;
más alto que cualquier otro monte.
Todas las naciones vendrán a él;
3pueblos numerosos llegarán, diciendo:
“Venid, subamos al monte del Señor,#2.3 Monte del Señor: el monte Sión, la colina de Jerusalén donde se encontraba el templo. Véase Sal 2.6 n.
al templo del Dios de Jacob,
para que él nos enseñe sus caminos
y podamos andar por sus senderos.”#2.3 Cf. Is 56.6-7; Zac 8.20-22.
Porque de Sión saldrá la enseñanza#2.3 La enseñanza: en heb. torá, término que a veces se traduce por ley. Véase Sal 1.2 nota d. del Señor;
de Jerusalén vendrá su palabra.
4El Señor juzgará entre las naciones
y decidirá los pleitos de pueblos numerosos.
Ellos convertirán sus espadas en arados
y sus lanzas en hoces.
Ningún pueblo volverá a tomar las armas contra otro
ni a recibir instrucción para la guerra.#2.4 Hoces: o podaderas. Esta imagen, que también se encuentra en Miq 4.3, aparece con otro sentido en Jl 3.10.
5¡Vamos, pueblo de Jacob,
caminemos a la luz del Señor!
Castigo de los soberbios#2.6-22 El profeta denuncia todas las manifestaciones de la altanería y el orgullo humanos, representados simbólicamente por cosas que se elevan hacia las alturas: los cedros, los montes, las torres, las fuertes murallas y los barcos de gran calado. La alusión a las riquezas y al poderío militar (v. 7) sugiere que este pasaje proviene de una época de prosperidad económica, cercana a la fecha en que Isaías fue llamado a ejercer su misión profética (hacia el 740 a.C.).
6Señor, has abandonado a tu gente, al pueblo de Jacob;
el país está lleno de adivinos#2.6 Lv 20.27; Dt 18.10-11. venidos de oriente,
de magos como entre los filisteos,#2.6 El país... los filisteos: texto probable, heb. oscuro.
y se hacen tratos con extranjeros.
7El país está lleno de oro y plata,
de tesoros inmensos;
el país está lleno de caballos
y de infinidad de carros.
8¡Pero también está lleno de ídolos!
La gente adora los dioses que ha hecho con sus manos,
con sus propios dedos.
9Se han humillado, se han rebajado.
¡No los perdones!
10La gente se meterá entre las rocas,#2.10 En Ap 6.15 se alude a este v. y a los vs. 19 y 21.
debajo del suelo;
se esconderá de la presencia terrible del Señor,#2.10 Presencia... del Señor: Véase 2 Ts 1.9 n.
del resplandor de su majestad.
11Los orgullosos tendrán que bajar la vista;
los altaneros se verán humillados.
Tan sólo el Señor mostrará su grandeza en aquel día,#2.11 Aquel día: el día del Señor (también en vs. 12,17,20). Según el concepto popular de la época, Dios iba a castigar en ese día a los enemigos de Israel; sin embargo, los profetas del siglo VIII a.C. lo entendieron como el momento en que Dios juzgaría a su propio pueblo (cf. Am 5.18-20).
12el día en que el Señor todopoderoso actúe
contra todo hombre orgulloso y soberbio,
contra todo hombre altanero, para humillarlo;
13contra todos los que se creen cedros del Líbano,
altos y elevados,
o robles de Basán;#2.13 Líbano: región montañosa de la costa norte de Palestina, famosa por sus cedros. Basán: región situada al nordeste de Palestina, conocida por sus campos fértiles y sus bosques de robles (véase Índice de mapas). Cf. Ez 27.5-6.
14contra todos los que se creen montes altos
o cerros elevados;
15contra todos los que se creen torres altas
o fuertes murallas;
16contra todos los que se creen naves de Tarsis#2.16 Naves de Tarsis: barcos grandes, de tipo fenicio, usados para el comercio en toda la cuenca del Mediterráneo. La expresión se aplicó en sentido general a cualquier nave marítima grande o elegante. Véanse Sal 48.7 n.; Jon 1.3 n.
o barcos preciosos.
17Los orgullosos y altaneros
serán humillados por completo.
Solamente el Señor mostrará su grandeza en aquel día,
18y acabará con todos los ídolos.
19Cuando el Señor se levante y llene de terror la tierra,
la gente se meterá en las cuevas de las rocas,
en los hoyos del suelo;
se esconderá de la presencia terrible del Señor,
del resplandor de su majestad.#2.19 Véase v. 10 nota j. Los lugares rocosos de Palestina tienen muchas cuevas que sirven como refugio.
20Aquel día el hombre arrojará sus ídolos
a las ratas y a los murciélagos,#2.20 Los ídolos serán abandonados a la compañía de animales que, además de ser impuros (Lv 11.19,29), habitan en sitios oscuros e inaccesibles.
esos ídolos de oro y de plata
que él mismo se hizo para adorarlos,
21y se meterá en los huecos de las rocas,
en las cuevas de las peñas,
para esconderse de la presencia terrible del Señor,
del resplandor de su majestad,
cuando él se levante y llene de terror la tierra.
22Dejad de confiar en el hombre,
que bien poco es lo que vale.
La vida del hombre no es más que un suspiro.#2.22 Sal 39.5.
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Sociedad Bíblica de España
ISAÍAS 2
2
Instauración de la paz entre las naciones#2.1-5 Esta profecía, que se encuentra en forma casi idéntica en Miq 4.1-3, habla de la exaltación de Sión (Jerusalén) y de su templo, que en el futuro será lugar de reunión de todas las naciones (vs. 2-3). La promesa de un reino de paz (v. 4) aparece también en Is 9.2-7; 11.1-9.
(Mi 4.1-3)
1Estas son las profecías que Isaías, hijo de Amós, recibió por revelación acerca de Judá y Jerusalén:#2.1 Este nuevo encabezamiento parece indicar que los caps. 2–5, o parte de ellos, formaban originalmente un documento aparte, incluido más tarde en el libro de Isaías (véase Is 1.1 nota b).
2En los últimos tiempos quedará afirmado
el monte donde se halla el templo del Señor.
Será el monte más alto;
más alto que cualquier otro monte.
Todas las naciones vendrán a él;
3pueblos numerosos llegarán, diciendo:
“Venid, subamos al monte del Señor,#2.3 Monte del Señor: el monte Sión, la colina de Jerusalén donde se encontraba el templo. Véase Sal 2.6 n.
al templo del Dios de Jacob,
para que él nos enseñe sus caminos
y podamos andar por sus senderos.”#2.3 Cf. Is 56.6-7; Zac 8.20-22.
Porque de Sión saldrá la enseñanza#2.3 La enseñanza: en heb. torá, término que a veces se traduce por ley. Véase Sal 1.2 nota d. del Señor;
de Jerusalén vendrá su palabra.
4El Señor juzgará entre las naciones
y decidirá los pleitos de pueblos numerosos.
Ellos convertirán sus espadas en arados
y sus lanzas en hoces.
Ningún pueblo volverá a tomar las armas contra otro
ni a recibir instrucción para la guerra.#2.4 Hoces: o podaderas. Esta imagen, que también se encuentra en Miq 4.3, aparece con otro sentido en Jl 3.10.
5¡Vamos, pueblo de Jacob,
caminemos a la luz del Señor!
Castigo de los soberbios#2.6-22 El profeta denuncia todas las manifestaciones de la altanería y el orgullo humanos, representados simbólicamente por cosas que se elevan hacia las alturas: los cedros, los montes, las torres, las fuertes murallas y los barcos de gran calado. La alusión a las riquezas y al poderío militar (v. 7) sugiere que este pasaje proviene de una época de prosperidad económica, cercana a la fecha en que Isaías fue llamado a ejercer su misión profética (hacia el 740 a.C.).
6Señor, has abandonado a tu gente, al pueblo de Jacob;
el país está lleno de adivinos#2.6 Lv 20.27; Dt 18.10-11. venidos de oriente,
de magos como entre los filisteos,#2.6 El país... los filisteos: texto probable, heb. oscuro.
y se hacen tratos con extranjeros.
7El país está lleno de oro y plata,
de tesoros inmensos;
el país está lleno de caballos
y de infinidad de carros.
8¡Pero también está lleno de ídolos!
La gente adora los dioses que ha hecho con sus manos,
con sus propios dedos.
9Se han humillado, se han rebajado.
¡No los perdones!
10La gente se meterá entre las rocas,#2.10 En Ap 6.15 se alude a este v. y a los vs. 19 y 21.
debajo del suelo;
se esconderá de la presencia terrible del Señor,#2.10 Presencia... del Señor: Véase 2 Ts 1.9 n.
del resplandor de su majestad.
11Los orgullosos tendrán que bajar la vista;
los altaneros se verán humillados.
Tan sólo el Señor mostrará su grandeza en aquel día,#2.11 Aquel día: el día del Señor (también en vs. 12,17,20). Según el concepto popular de la época, Dios iba a castigar en ese día a los enemigos de Israel; sin embargo, los profetas del siglo VIII a.C. lo entendieron como el momento en que Dios juzgaría a su propio pueblo (cf. Am 5.18-20).
12el día en que el Señor todopoderoso actúe
contra todo hombre orgulloso y soberbio,
contra todo hombre altanero, para humillarlo;
13contra todos los que se creen cedros del Líbano,
altos y elevados,
o robles de Basán;#2.13 Líbano: región montañosa de la costa norte de Palestina, famosa por sus cedros. Basán: región situada al nordeste de Palestina, conocida por sus campos fértiles y sus bosques de robles (véase Índice de mapas). Cf. Ez 27.5-6.
14contra todos los que se creen montes altos
o cerros elevados;
15contra todos los que se creen torres altas
o fuertes murallas;
16contra todos los que se creen naves de Tarsis#2.16 Naves de Tarsis: barcos grandes, de tipo fenicio, usados para el comercio en toda la cuenca del Mediterráneo. La expresión se aplicó en sentido general a cualquier nave marítima grande o elegante. Véanse Sal 48.7 n.; Jon 1.3 n.
o barcos preciosos.
17Los orgullosos y altaneros
serán humillados por completo.
Solamente el Señor mostrará su grandeza en aquel día,
18y acabará con todos los ídolos.
19Cuando el Señor se levante y llene de terror la tierra,
la gente se meterá en las cuevas de las rocas,
en los hoyos del suelo;
se esconderá de la presencia terrible del Señor,
del resplandor de su majestad.#2.19 Véase v. 10 nota j. Los lugares rocosos de Palestina tienen muchas cuevas que sirven como refugio.
20Aquel día el hombre arrojará sus ídolos
a las ratas y a los murciélagos,#2.20 Los ídolos serán abandonados a la compañía de animales que, además de ser impuros (Lv 11.19,29), habitan en sitios oscuros e inaccesibles.
esos ídolos de oro y de plata
que él mismo se hizo para adorarlos,
21y se meterá en los huecos de las rocas,
en las cuevas de las peñas,
para esconderse de la presencia terrible del Señor,
del resplandor de su majestad,
cuando él se levante y llene de terror la tierra.
22Dejad de confiar en el hombre,
que bien poco es lo que vale.
La vida del hombre no es más que un suspiro.#2.22 Sal 39.5.
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