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ISAÍAS 50:4
La Palabra (versión española)
El Señor Dios me ha dado una lengua de discípulo, para saber dar al cansado una palabra de estímulo. Por la mañana estimula mi oído para que escuche como un discípulo.
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ISAÍAS 50:7
Pero el Señor Dios es mi ayuda, por eso no sentía los insultos; por eso endurecí mi cara como piedra, sabiendo que no quedaría defraudado.
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ISAÍAS 50:10
¿Quién de entre vosotros respeta al Señor? ¿Quién hace caso a la voz de su siervo? El que ande entre tinieblas sin un rayo de luz, que confíe en el nombre del Señor, que se apoye en su Dios.
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