El espíritu del Señor está sobre mí,
porque me ha ungido el Señor.
Me ha enviado a predicar buenas noticias a los pobres,
a vendar a los quebrantados de corazón,
a anunciar libertad a los cautivos
y a los prisioneros apertura de la cárcel;
a proclamar el año de la buena voluntad del Señor
y el día de la venganza del Dios nuestro;
a consolar a todos los que están de luto;
a ordenar que a los afligidos de Sion
se les dé esplendor en lugar de ceniza,
aceite de gozo en lugar de luto,
manto de alegría en lugar del espíritu angustiado.
Serán llamados «Árboles de justicia»,
«Plantío del Señor», para gloria suya.