Dios, que da la semilla que se siembra y el alimento que se come, os dará todo lo necesario para vuestra siembra, y la hará crecer y hará que vuestra generosidad produzca una gran cosecha. Así tendréis toda clase de riquezas y podréis dar generosamente. Y la colecta que enviéis será motivo de que, por medio de nosotros, los hermanos den gracias a Dios.