Versículos bíblicos populares de MATEO 5

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y una lámpara no se enciende para taparla con alguna vasija, sino que se la pone en alto para que alumbre a todos los que están en la casa. Del mismo modo, procurad que vuestra luz brille delante de la gente, para que, viendo el bien que hacéis, alaben todos a vuestro Padre que está en el cielo.

“Vosotros sois la luz de este mundo. Una ciudad situada en lo alto de un monte no puede ocultarse

“Dichosos los de corazón limpio, porque verán a Dios.

“Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán satisfechos.

Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen.

“Dichosos los que reconocen su pobreza espiritual, porque suyo es el reino de los cielos.

“Dichosos los que trabajan por la paz, porque Dios los llamará hijos suyos.

“Dichosos los que sufren, porque serán consolados.

“Dichosos los perseguidos por hacer lo que es justo, porque suyo es el reino de los cielos.

“Dichosos los compasivos, porque Dios tendrá compasión de ellos.

“Dichosos vosotros, cuando la gente os insulte y os maltrate, y cuando por causa mía digan contra vosotros toda clase de mentiras. ¡Alegraos, estad contentos, porque en el cielo tenéis preparada una gran recompensa! Así persiguieron también a los profetas que vivieron antes que vosotros.

“Dichosos los humildes, porque heredarán la tierra que Dios les ha prometido.

“Vosotros sois la sal de este mundo. Pero si la sal deja de ser salada, ¿cómo seguirá salando? Ya no sirve para nada, así que se la arroja a la calle y la gente la pisotea.

Vosotros, pues, sed perfectos, como vuestro Padre que está en el cielo es perfecto.

Si decís ‘Sí’, que sea sí; y si decís ‘No’, que sea no. Lo que se aparta de esto, es malo.

“Habéis oído que antes se dijo: ‘Ojo por ojo y diente por diente.’ Pero yo os digo: No resistáis a quien os haga algún daño. Al contrario, si alguien te pega en la mejilla derecha, ofrécele también la otra.

“Por tanto, si tu ojo derecho te hace caer en pecado, sácalo y échalo lejos de ti; mejor es que pierdas una sola parte del cuerpo y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno. Y si tu mano derecha te hace caer en pecado, córtala y échala lejos de ti; mejor es que pierdas una sola parte del cuerpo y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno.