2 SAMUEL 12:16-23
2 SAMUEL 12:16-23 BLP
David suplicó a Dios por el niño, hizo ayuno y pasaba las noches acostado en el suelo. Los ancianos de su casa intentaron levantarlo del suelo, pero él no quiso y tampoco aceptó comer nada con ellos. Al séptimo día murió el niño y los servidores de David temían darle la noticia de su muerte, pues se decían: —Si cuando el niño estaba vivo, le hablábamos y no nos escuchaba, ¿cómo vamos a decirle ahora que ha muerto el niño? ¡Cometerá alguna locura! David se dio cuenta de que sus servidores cuchicheaban entre sí y comprendió que el niño había muerto. David preguntó a sus servidores: —¿Ha muerto el niño? Ellos respondieron: —Sí, ha muerto. Entonces David se levantó del suelo, se bañó, se perfumó, se cambió de ropa y fue a la casa del Señor para adorarlo. Luego volvió a su casa, pidió que le prepararan de comer y comió. Sus servidores le preguntaron: —¿Por qué actúas así? Mientras el niño estaba vivo, ayunabas y llorabas por él; y ahora que ha muerto, te levantas y te pones a comer. Pero David les contestó: —Mientras el niño estaba vivo, yo ayunaba y lloraba por él, pensando que el Señor podría apiadarse de mí y dejaría vivir al niño. Pero ahora que ha muerto, ¿por qué voy a seguir ayunando? ¿Acaso podría recuperarlo? ¡Soy yo el que irá junto a él, pero él no volverá junto a mí!