GÉNESIS 22:1-13
GÉNESIS 22:1-13 BLP
Después de estos hechos, Dios quiso poner a prueba a Abrahán; así que lo llamó: —¡Abrahán! Respondió Abrahán: —Aquí estoy. Y Dios le dijo: —Toma a tu hijo, el único que tienes y al que tanto amas, a Isaac, dirígete a la región de Moriá y, una vez allí, ofrécemelo en holocausto, en un monte que yo te indicaré. Al día siguiente, de madrugada, Abrahán se levantó y ensilló su asno; cortó leña para el holocausto y, en compañía de dos siervos y de Isaac, se dirigió al lugar que Dios le había indicado. Al tercer día, Abrahán alzó los ojos y divisó el sitio a lo lejos. Entonces dijo a sus siervos: —Vosotros quedaos aquí con el asno. El muchacho y yo seguiremos adelante para adorar a Dios; luego regresaremos con vosotros. Abrahán tomó la leña del holocausto y se la cargó a su hijo Isaac, mientras él llevaba el cuchillo y el fuego. Y los dos siguieron caminando juntos. Isaac dijo a Abrahán, su padre: —¡Padre! Abrahán respondió: —Dime, hijo mío. Dijo Isaac: —Tenemos el fuego y la leña, pero ¿dónde está el cordero para el holocausto? Abrahán respondió: —Hijo mío, Dios proveerá el cordero para el holocausto. Y continuaron caminando juntos. Una vez llegaron al lugar que Dios había indicado, Abrahán erigió un altar, preparó la leña y después ató a su hijo Isaac y lo puso sobre el altar encima de la leña. Pero cuando Abrahán alargó la mano para tomar el cuchillo con el que degollar a su hijo, el mensajero del Señor le gritó desde el cielo: —¡Abrahán! ¡Abrahán! Él respondió: —Aquí estoy. El mensajero le dijo: —No pongas tu mano sobre el muchacho ni le hagas ningún daño. Ahora sé que obedeces a Dios y ni siquiera te has negado a darme a tu único hijo. Al levantar la vista, Abrahán vio un carnero enredado por los cuernos en los matorrales. Fue entonces, tomó el carnero y lo ofreció en holocausto en sustitución de su hijo.