ISAÍAS 10
10
1¡Ay de quienes dictan leyes injustas,
de quienes firman decretos opresores,#1,23; 5,8; Ex 22,21-23; Jr 5,28; Mi 3,1-4.
2para impedir que se haga justicia a los débiles,
para privar del derecho a los pobres de mi pueblo,
para hacer de las viudas su presa
y dedicarse al saqueo de huérfanos!
3¿Qué haréis cuando os pasen cuentas,
cuando se acerque de lejos la tormenta?
¿A quién acudiréis en busca de auxilio?
¿Dónde dejaréis vuestra riqueza?#Jr 5,31.
4Iréis abatidos como prisioneros,
caeréis como los heridos de muerte.
Con todo, su cólera persiste,
su mano sigue amenazante.
Asiria, vara del Señor, se extralimita
5¡Ay de Asiria, vara de mi cólera,
que empuña el bastón de mi furor!#47,6.
6La envío contra una nación impía,
la mando contra el pueblo objeto de mi cólera,
para que lo saquee y lo expolie a placer,
para que lo pisotee como el barro de las calles.
7Mas ella no pensaba así,
eso no entraba en sus planes:
pensaba solo en masacrar,
en destruir no pocos pueblos.
8Decía:
«¿No son reyes mis ministros?#36,18-20; 2 Re 18,32-35.
9¿No es Calno como Carquemis?
¿No es Jamat igual que Arpad?
¿No es Samaría como Damasco?
10Igual que me apoderé
de aquellos reinos paganos,
con dioses más numerosos
que en Jerusalén y Samaría,
11eso mismo he hecho también
con Samaría y sus ídolos,
eso mismo pienso hacer
con Jerusalén y sus dioses».
12Cuando termine el Señor su tarea en el monte Sion y en Jerusalén, pasará cuentas al rey de Asiria del resultado de sus planes orgullosos y castigará su mirada satisfecha y altanera.#14,25; 37,23-29.
13Decía [el rey de Samaría]:
«Lo he hecho con la fuerza de mi mano,
con mi sabiduría y con mi perspicacia.
Desvié las fronteras de los pueblos,
me he apropiado de todos sus tesoros,
abatí como un héroe a sus reyes.#Dt 8,17; Ez 28,3-5.
14Me he apoderado, como si fuera un nido,
de todas las riquezas de los pueblos;
como quien recoge huevos abandonados,
me hice dueño de toda la tierra,
sin nadie que siquiera aleteara,
que abriese el pico y piara».
15¿Cree ser más el hacha que quien la blande?
¿Se cree superior la sierra al aserrador?
Como si el bastón moviese a quien lo levanta,
como si la vara manejase a quien no es un leño.#45,9; Jr 18,6; Rm 9,20.
El fuego aniquilador del Señor
16Por eso, el Señor del universo
hará macilenta su gordura,
y en su esplendor estallará
como un incendio de fuego.
17La luz de Israel será fuego,
su Santo será una llama,
quemará y devorará sus zarzas,
sus cardos en un solo día;#9,18; 27,4.
18destruirá el esplendor de su huerto,
la savia y la madera de su bosque,
como un carcomerse de carcoma.
19Pocos árboles quedarán en su bosque,
hasta un niño podrá contarlos.
Vuelta confiada del resto de Israel
20Aquel día el resto de Israel,
quienes queden en la casa de Jacob,
no volverán a apoyarse en su agresor;
se apoyarán en el Señor,
en el Santo de Israel.
21Un resto volverá,
un resto de Jacob,
hacia el Dios guerrero.#4,3+; Jr 31,7; Ez 6,8; Am 5,15; So 2,7; 3,12-13.
22Aunque fuese tu pueblo, Israel,
lo mismo que la arena del mar,
solo un resto volverá.
La destrucción decretada desborda justicia.#17,4-6; Rm 9,27-28.
23Dios, el Señor del universo, va a llevar a término
la destrucción decretada
en medio de todo el país.
Inminente liberación del yugo asirio
24Por eso, así dice Dios, el Señor del universo:
No temas a Asiria, pueblo mío
que habitas en Sion,
aunque te azote con la vara
y te amenace con el bastón,
como suele hacer Egipto.#14,24-27; 30,27-33; 31,8-9; 37,29.33-35.
25Pues dentro de muy poco
mi ira los consumirá,
mi cólera los destruirá.
26El Señor del universo empuñará
su látigo contra ella,
como cuando el azote de Madián
en la roca de Oreb,
o cuando alzó su bastón sobre el mar,
como ocurrió en Egipto.#9,3+; Jr 30,8.
27Aquel día caerá su carga de tu hombro,
será arrancado su yugo de tu cuello.
Asiria avanza hacia Jerusalén
28Subiendo desde Samaría,
ya va llegando hasta Ayat;
cruza luego por Migrón,
deja el bagaje en Micmás;
29va y cruza el desfiladero,
pasa la noche en Gueba.
Tiembla de miedo Ramá,
huye Guibá de Saúl.
30Grita fuerte, Bat Galín;
Lais, escúchala tú;
dale respuesta, Anatot.
31Madmená no sabe a dónde va,
los de Guebín buscan seguridad.
32Un día para hacer alto en Nob
y ya alarga su mano hacia el monte Sion.
33Mas ved cómo el Señor del universo
desgaja las ramas con el hacha:
troncos corpulentos abatidos;
los más empinados, por el suelo.#ver 2,12-17.
34A hachazos cortará las frondas del bosque,
el Líbano caerá con todo su esplendor.
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1¡Ay de quienes dictan leyes injustas,
de quienes firman decretos opresores,#1,23; 5,8; Ex 22,21-23; Jr 5,28; Mi 3,1-4.
2para impedir que se haga justicia a los débiles,
para privar del derecho a los pobres de mi pueblo,
para hacer de las viudas su presa
y dedicarse al saqueo de huérfanos!
3¿Qué haréis cuando os pasen cuentas,
cuando se acerque de lejos la tormenta?
¿A quién acudiréis en busca de auxilio?
¿Dónde dejaréis vuestra riqueza?#Jr 5,31.
4Iréis abatidos como prisioneros,
caeréis como los heridos de muerte.
Con todo, su cólera persiste,
su mano sigue amenazante.
Asiria, vara del Señor, se extralimita
5¡Ay de Asiria, vara de mi cólera,
que empuña el bastón de mi furor!#47,6.
6La envío contra una nación impía,
la mando contra el pueblo objeto de mi cólera,
para que lo saquee y lo expolie a placer,
para que lo pisotee como el barro de las calles.
7Mas ella no pensaba así,
eso no entraba en sus planes:
pensaba solo en masacrar,
en destruir no pocos pueblos.
8Decía:
«¿No son reyes mis ministros?#36,18-20; 2 Re 18,32-35.
9¿No es Calno como Carquemis?
¿No es Jamat igual que Arpad?
¿No es Samaría como Damasco?
10Igual que me apoderé
de aquellos reinos paganos,
con dioses más numerosos
que en Jerusalén y Samaría,
11eso mismo he hecho también
con Samaría y sus ídolos,
eso mismo pienso hacer
con Jerusalén y sus dioses».
12Cuando termine el Señor su tarea en el monte Sion y en Jerusalén, pasará cuentas al rey de Asiria del resultado de sus planes orgullosos y castigará su mirada satisfecha y altanera.#14,25; 37,23-29.
13Decía [el rey de Samaría]:
«Lo he hecho con la fuerza de mi mano,
con mi sabiduría y con mi perspicacia.
Desvié las fronteras de los pueblos,
me he apropiado de todos sus tesoros,
abatí como un héroe a sus reyes.#Dt 8,17; Ez 28,3-5.
14Me he apoderado, como si fuera un nido,
de todas las riquezas de los pueblos;
como quien recoge huevos abandonados,
me hice dueño de toda la tierra,
sin nadie que siquiera aleteara,
que abriese el pico y piara».
15¿Cree ser más el hacha que quien la blande?
¿Se cree superior la sierra al aserrador?
Como si el bastón moviese a quien lo levanta,
como si la vara manejase a quien no es un leño.#45,9; Jr 18,6; Rm 9,20.
El fuego aniquilador del Señor
16Por eso, el Señor del universo
hará macilenta su gordura,
y en su esplendor estallará
como un incendio de fuego.
17La luz de Israel será fuego,
su Santo será una llama,
quemará y devorará sus zarzas,
sus cardos en un solo día;#9,18; 27,4.
18destruirá el esplendor de su huerto,
la savia y la madera de su bosque,
como un carcomerse de carcoma.
19Pocos árboles quedarán en su bosque,
hasta un niño podrá contarlos.
Vuelta confiada del resto de Israel
20Aquel día el resto de Israel,
quienes queden en la casa de Jacob,
no volverán a apoyarse en su agresor;
se apoyarán en el Señor,
en el Santo de Israel.
21Un resto volverá,
un resto de Jacob,
hacia el Dios guerrero.#4,3+; Jr 31,7; Ez 6,8; Am 5,15; So 2,7; 3,12-13.
22Aunque fuese tu pueblo, Israel,
lo mismo que la arena del mar,
solo un resto volverá.
La destrucción decretada desborda justicia.#17,4-6; Rm 9,27-28.
23Dios, el Señor del universo, va a llevar a término
la destrucción decretada
en medio de todo el país.
Inminente liberación del yugo asirio
24Por eso, así dice Dios, el Señor del universo:
No temas a Asiria, pueblo mío
que habitas en Sion,
aunque te azote con la vara
y te amenace con el bastón,
como suele hacer Egipto.#14,24-27; 30,27-33; 31,8-9; 37,29.33-35.
25Pues dentro de muy poco
mi ira los consumirá,
mi cólera los destruirá.
26El Señor del universo empuñará
su látigo contra ella,
como cuando el azote de Madián
en la roca de Oreb,
o cuando alzó su bastón sobre el mar,
como ocurrió en Egipto.#9,3+; Jr 30,8.
27Aquel día caerá su carga de tu hombro,
será arrancado su yugo de tu cuello.
Asiria avanza hacia Jerusalén
28Subiendo desde Samaría,
ya va llegando hasta Ayat;
cruza luego por Migrón,
deja el bagaje en Micmás;
29va y cruza el desfiladero,
pasa la noche en Gueba.
Tiembla de miedo Ramá,
huye Guibá de Saúl.
30Grita fuerte, Bat Galín;
Lais, escúchala tú;
dale respuesta, Anatot.
31Madmená no sabe a dónde va,
los de Guebín buscan seguridad.
32Un día para hacer alto en Nob
y ya alarga su mano hacia el monte Sion.
33Mas ved cómo el Señor del universo
desgaja las ramas con el hacha:
troncos corpulentos abatidos;
los más empinados, por el suelo.#ver 2,12-17.
34A hachazos cortará las frondas del bosque,
el Líbano caerá con todo su esplendor.
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