SALMOS 10:3-6
SALMOS 10:3-6 BLP
El malvado se enorgullece de su ambición, el codicioso blasfema e injuria al Señor. El malvado, en su soberbia, de nada se preocupa: «No hay Dios»; esto es todo lo que piensa. Sus caminos siempre prosperan, tus mandatos están lejos de él, a todos sus enemigos desprecia. Él piensa: «Nadie me hará caer; seré feliz, no me alcanzará la desgracia».