Logo de YouVersion
Icono de búsqueda

1 TESALONICENSES 2:1-20

1 TESALONICENSES 2:1-20 RV2020

Hermanos, vosotros mismos sabéis que nuestra visita a vosotros no fue en vano. Al contrario, a pesar de haber sido maltratados y ultrajados en Filipos, como bien sabéis, Dios nos dio valor para anunciaros el evangelio de Dios en medio de una fuerte oposición. Porque nuestra exhortación nunca se ha basado en el error, ni en malas intenciones, ni en el engaño. Al contrario, si hablamos es porque Dios nos aprobó y nos confió el evangelio. No buscamos agradar a la gente, sino a Dios, que es quien examina nuestros corazones. Bien sabéis que nunca nos hemos valido de halagos, ni hay en nosotros avaricia encubierta. Dios es testigo de ello. Tampoco buscamos honores humanos, ni de vosotros ni de nadie. Y aunque podíamos habernos presentado con la autoridad propia de apóstoles de Cristo, sin embargo, os hemos tratado con ternura, tal como cuida una madre con delicadeza a sus propios hijos. Tan grande es nuestro afecto por vosotros, que hubiéramos querido entregaros no solo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas. ¡A ese nivel ha llegado nuestro amor por vosotros! Os acordáis, hermanos, de nuestro trabajo y fatiga; cómo, mientras trabajábamos de noche y de día, para no ser una carga a ninguno de vosotros, os predicamos el evangelio de Dios. Vosotros sois testigos, y Dios también, de que nos hemos comportado con vosotros, los creyentes, de una manera santa, justa e intachable. También sabéis cómo os hemos exhortado y consolado a cada uno de vosotros, tal como lo hace el padre con sus hijos; y os hemos reclamado vivir como es digno de Dios, que os llamó a su Reino y gloria. Por todo ello también nosotros damos gracias a Dios sin cesar, porque cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, no la recibisteis como palabra humana, sino como lo que es en verdad, la palabra de Dios, que actúa en vosotros los creyentes. Vosotros, hermanos, vinisteis a ser imitadores de las iglesias de Dios en Cristo Jesús que están en Judea, pues habéis sufrido de parte de vuestros compatriotas las mismas cosas que ellas sufrieron de parte de los judíos. Estos mataron al Señor Jesús y a sus propios profetas, y a nosotros nos han perseguido. No agradan a Dios y están en contra de todo el mundo, impidiéndonos a nosotros hablar a los gentiles para que se salven. De esta manera siempre llenan al límite la medida de sus pecados, pero la ira de Dios los ha alcanzado definitivamente. En cuanto a nosotros, hermanos, aunque separados de vosotros por un poco de tiempo, separados físicamente pero no de corazón, teníamos mucho deseo de ir a veros e hicimos todo lo posible. Por eso quisimos ir a vosotros, yo, Pablo, ciertamente lo intenté una y otra vez, pero Satanás nos lo impidió. Pues ¿cuál es nuestra esperanza, o alegría o corona de la cual sentirme orgulloso? ¿No lo sois vosotros, delante de nuestro Señor Jesucristo, cuando él venga? Vosotros sois nuestra gloria y alegría.

Planes de lectura y devocionales gratis relacionados con 1 TESALONICENSES 2:1-20