2 CORINTIOS 4:1-15
2 CORINTIOS 4:1-15 RV2020
Por lo tanto, teniendo este ministerio por la misericordia que hemos alcanzado, no nos desanimamos; Antes bien renunciamos a actuar a escondidas como teniendo vergüenza, pues no nos comportamos con astucia, ni adulteramos la palabra de Dios. Por el contrario, al manifestar la verdad, nos recomendamos a toda conciencia humana delante de Dios. Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, está encubierto entre los que se pierden; esto es, entre los incrédulos, a los que el dios de este mundo les cegó el entendimiento, para que no resplandezca en ellos la luz del evangelio de la gloria de Cristo, que es la imagen de Dios. Nosotros no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros como vuestros siervos por amor de Jesús. Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciera la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para ser iluminados con el conocimiento de la gloria de Dios, en el rostro de Jesucristo. Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que se vea que la excelencia del poder es de Dios y no de nosotros, que estamos atribulados en todo, pero no angustiados; en apuros, pero no desesperados; perseguidos, pero no desamparados; derribados, pero no destruidos. Dondequiera que vamos, llevamos siempre en nuestro cuerpo la muerte del Señor Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos. Porque nosotros, que vivimos, siempre estamos expuestos a la muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo mortal. De manera que la muerte actúa en nosotros, y en vosotros la vida. Pero como tenemos el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por lo cual también hablé , nosotros también creemos, por lo cual también hablamos. Y estamos seguros que el que resucitó al Señor Jesús, a nosotros también nos resucitará con Jesús, y nos presentará juntamente con vosotros. Porque todas estas cosas las padecemos por vosotros, para que al abundar la gracia por medio de muchos, sobreabunde la acción de gracias para la gloria de Dios.