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Cántico de liberación de David
(Sal 18 título, 1–50)
1David dirigió al Señor las palabras de este cántico el día que el Señor lo libró de manos de Saúl y de todos sus enemigos. 2Dijo:
El Señor es mi roca, mi fortaleza y mi libertador;
3Mi Dios, fortaleza mía, en él confiaré;
mi escudo y el fuerte de mi salvación,
mi alto refugio, mi salvador.
De violencia me libraste. #Dt 32.4; Sal 31.2-3.
4Invocaré al Señor, quien es digno de ser alabado,
y seré salvo de mis enemigos.
5Me envolvieron las olas de la muerte,
me atemorizaron torrentes de perversidad.
6Me rodearon los lazos del seol.
Tendieron sobre mí lazos de muerte.#Sal 116.3; Jon 2.5-6.
7En mi angustia invoqué al Señor,
a mi Dios clamé
y escuchó mi voz desde su templo.
Mi clamor llegó a sus oídos.#Sal 120.1; Jon 2.2.
8La tierra fue sacudida y tembló,
se conmovieron los cimientos de los cielos.
Se estremecieron porque él se indignó.#Jue 5.4-5; cf. Job 36.30; Sal 29.3-9; 77.16-19; Hab 3.3-13.
9Humo subió de su nariz,
y de su boca un fuego abrasador
que lanzaba carbones encendidos.
10Inclinó los cielos y descendió;
había tinieblas debajo de sus pies.
11Cabalgó sobre un querubín y voló;
voló sobre las alas del viento.#Sal 68.33; 104.3.
12Se envolvió en un cerco de tinieblas,
oscuridad de aguas y densas nubes.
13Por el resplandor de su presencia
se encendieron carbones ardientes.
14Tronó el Señor desde los cielos,
el Altísimo hizo oír su voz;
15Envió sus flechas y los dispersó,#Ex 9.22-35; 1 S 7.9-10; Sal 29.3-9; 77.18-19; Is 30.30-31.
lanzó relámpagos y los destruyó.
16Aparecieron entonces los torrentes de las aguas,
quedaron al descubierto los cimientos del mundo
ante la reprensión del Señor,
al soplo del aliento de su nariz.#Ex 15.8; 19.9.
17Envió desde lo alto y me tomó.
Me sacó de caudalosas aguas.
18Me libró de un poderoso enemigo,
y de los que me aborrecían,
aunque eran más fuertes que yo.
19Me asaltaron el día de mi desgracia,
mas el Señor fue mi apoyo.
20Me sacó a lugar espacioso,
me libró porque me amaba.
21El Señor me recompensa conforme a mi justicia.
Conforme a la limpieza de mis manos me ha premiado:
22porque he guardado los caminos del Señor,
y no me aparté de mi Dios para hacer el mal;
23pues todos sus decretos están delante de mí
y nunca me aparté de sus preceptos.
24Fui recto para con él,
y me he guardado de mi maldad.#1 R 9.4.
25El Señor me recompensa conforme a mi justicia,
conforme a la limpieza de mis manos ante sus ojos.
26Con el misericordioso te mostrarás misericordioso,
y recto para con el hombre íntegro.
27Limpio te mostrarás con el limpio,
y rígido serás con el perverso.
28Tú salvas al pueblo afligido,
mas tus ojos abaten a los altivos.#1 S 2.3-7; Lc 1.51-53.
29Tú eres, oh Señor, mi lámpara;
mi Dios, que alumbra mis tinieblas.
30Contigo desbarataré ejércitos,
con mi Dios asaltaré muros.
31El camino de Dios es perfecto
y acrisolada la palabra del Señor.
Escudo es a todos los que en él esperan.#Pr 30.5.
32Porque ¿quién es Dios, sino solo el Señor?#Is 44.8; Os 13.4.
¿Y qué roca hay fuera de nuestro Dios?
33Dios es el que me ciñe de fuerza,
quien despeja mi camino,
34quien hace mis pies como de ciervas#Sal 18.33; Hab 3.19.
y me sostiene firme en las alturas;
35el que adiestra mis manos para la batalla,
y mis brazos para que se doble el arco de bronce.
36Me diste el escudo de tu salvación,
y tu benignidad me ha engrandecido.
37Ensanchaste mis pasos debajo de mí,
y mis pies no han resbalado.
38Perseguiré a mis enemigos y los destruiré,
no regresaré hasta haberlos acabado.
39Los heriré y derrotaré, de modo que no se levanten.
Caerán debajo de mis pies.
40Me ceñiste de fuerzas para la pelea,
has humillado debajo de mí a mis enemigos,
41y has hecho que mis enemigos me vuelvan las espaldas,
para que yo destruya a los que me aborrecen.
42Clamaron, pero nadie los salvó;
también al Señor, mas no los oyó.
43Como a polvo de la tierra los molí,
como a lodo de las calles los pisé y los trituré.
44Me has librado de las contiendas del pueblo,
me guardaste para que fuera cabeza de naciones,
pueblo que no conocía me servirá.
45Los hijos de extraños se someterán a mí.
Al oír de mí, me obedecerán.
46Los extraños se debilitarán
y saldrán de sus refugios llenos de temor.
47¡Viva el Señor! ¡Bendita sea mi roca!,
y engrandecido sea el Dios de mi salvación.
48El Dios que venga mis agravios
y somete pueblos a mis plantas.
49El que me libera de enemigos,
me exalta sobre los que se levantan contra mí
y me libra del hombre violento.
50Por eso te confesaré entre las naciones
y cantaré, oh Señor, a tu nombre.#Ro 15.9.
51Él salva gloriosamente a su rey,
y trata con misericordia a su ungido,
a David y a su descendencia para siempre.