2 SAMUEL 23:1-8
2 SAMUEL 23:1-8 RV2020
Estas son las últimas palabras de David. Dijo David hijo de Isaí, aquel hombre que fue levantado en alto, el ungido del Dios de Jacob, el dulce cantor de Israel: El espíritu del Señor habla por mí, su palabra está en mi lengua. El Dios de Israel ha hablado, me habló la Roca de Israel: «Habrá un justo que gobierne entre los hombres, que gobierne en el temor de Dios. Será como la luz matinal, como el resplandor del sol en una mañana sin nubes, como la lluvia que hace brotar la hierba de la tierra». Por eso mi casa está firme en Dios; pues ha hecho conmigo un pacto eterno, bien ordenado en todo y bien seguro, aunque todavía no haya hecho él florecer toda mi salvación y mi deseo. Pero todos los malvados serán como espinos arrancados, que nadie recoge con la mano; quien quiere tocarlos, se arma de un hierro o del asta de una lanza, y son allí mismo consumidos por el fuego. Estos son los nombres de los valientes que tuvo David: Joseb-basebet, el tacmonita; el principal de los capitanes, que era Adino, el eznita, quien mató a ochocientos hombres en una ocasión.