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COLOSENSES 4:1-18

COLOSENSES 4:1-18 RV2020

Amos, haced lo que es justo y recto con vuestros esclavos, pues sabéis que también vosotros tenéis un Amo en los cielos. Perseverad en la oración, y velad en ella con acción de gracias. Orad también al mismo tiempo por nosotros, para que el Señor nos abra puerta para predicar la palabra, a fin de dar a conocer el misterio de Cristo, por el cual también estoy preso. Orad para que lo dé a conocer y lo anuncie como es debido. Comportaos sabiamente con los no creyentes, y aprovechad bien el tiempo. Procurad que vuestra conversación sea siempre agradable y de buen gusto, para que sepáis responder a cada uno como convenga. Tíquico, amado hermano y fiel ministro y consiervo en el Señor, os contará todo lo referente a mí. Os lo he enviado para esto mismo, para que conozca cómo estáis y consuele vuestros corazones. Lo acompaña Onésimo, amado y fiel hermano, que es uno de vosotros. Ellos os informarán de todo cuanto sucede por aquí. Os saluda Aristarco, mi compañero en la prisión; y también Marcos, el sobrino de Bernabé, acerca del cual habéis recibido instrucciones; si va a visitaros, recibidlo. También os saluda Jesús, el que es llamado Justo. Estos son los únicos judíos conversos que me ayudan en el reino de Dios, y han sido para mí un consuelo. Os saluda Epafras, el cual es uno de vosotros, siervo de Cristo. Él siempre ruega encarecidamente por vosotros en sus oraciones, para que estéis firmes, perfectos y completos en todo lo que Dios quiere. De él doy testimonio de que se preocupa mucho por vosotros, por los que están en Laodicea y los que están en Hierápolis. Os saluda Lucas, el médico amado, y Demas. Saludad a los hermanos que están en Laodicea, a Ninfas y a la iglesia que está en su casa. Cuando vosotros hayáis leído esta carta, haced que también sea leída en la iglesia de los laodicenses; y que la carta que escribí a Laodicea también la leáis vosotros. Decid a Arquipo: «Asegúrate de cumplir el ministerio que recibiste en el Señor». Este saludo es de mi propia mano, de Pablo. Acordaos de mis prisiones. La gracia sea con vosotros. Amén.