ESTER 7:1-10
ESTER 7:1-10 RV2020
Fue, pues, el rey con Amán al banquete de la reina Ester. Y en el segundo día, mientras bebían vino, dijo el rey a Ester: —Reina Ester, ¿cuál es la petición que quieres que te sea concedida? ¿Cuál es tu deseo? Aunque sea la mitad del reino, te será otorgado. Entonces, la reina Ester respondió: —Oh rey, si me he ganado su favor, y si esto le parece bien, pido que se me conceda la vida de mi pueblo y mi propia vida. Pues yo y mi pueblo hemos sido vendidos, para ser exterminados, para ser muertos y aniquilados. Si hubiéramos sido vendidos como esclavos, me callaría; pero nuestra muerte sería para el rey un daño irreparable. El rey Asuero preguntó a la reina Ester: —¿Quién es, y dónde está, el que ha ensoberbecido su corazón para hacer semejante cosa? Ester dijo: —¡El enemigo y adversario es este malvado Amán! Se turbó Amán entonces delante del rey y de la reina. El rey se levantó del banquete, encendido en ira, y se fue al jardín del palacio. Pero Amán se quedó para suplicarle a la reina Ester por su vida, pues vio el mal que se le venía encima de parte del rey. Cuando el rey volvió del jardín del palacio al aposento del banquete, Amán se había dejado caer sobre el lecho en que estaba Ester. Entonces exclamó el rey: —¿Querrás también violar a la reina en mi propia casa? Al proferir el rey estas palabras, le cubrieron el rostro a Amán. Y Harbona, uno de los eunucos que servían al rey, dijo: —En la casa de Amán está la horca de más de veinte metros de altura que él ha hecho para Mardoqueo, quien había hablado para bien del rey. El rey ordenó: —¡Colgadlo en ella! Así, colgaron a Amán en la horca que él había hecho preparar para Mardoqueo. Y se apaciguó la ira del rey.