EZEQUIEL 45:1-25
EZEQUIEL 45:1-25 RV2020
Cuando echéis a suertes el reparto de la tierra, apartaréis para el Señor un terreno que le consagraréis en el país: será de doce kilómetros y medio de largo por cinco kilómetros de ancho. Este territorio, en toda su extensión, será santificado. De este terreno se apartará una parcela cuadrada, de doscientos cincuenta metros por lado, con una franja de espacio libre a su alrededor, de veinticinco metros. Esta parcela será para el santuario. De todo el terreno acotaréis también un espacio de doce kilómetros y medio de largo por cinco de ancho, y en esta área estarán el santuario y el lugar santísimo. Lo consagrado de esta tierra será para los sacerdotes, ministros del santuario, que se acerquen para ministrar al Señor. Y servirá de lugar para sus casas y como recinto sagrado para el santuario. Así mismo, se les dará en propiedad a los levitas, ministros del templo, un terreno de doce kilómetros y medio de largo por cinco de ancho, con veinte cámaras. Para la ciudad apartaréis un terreno de doce kilómetros y medio de largo por dos kilómetros y medio de ancho, además del terreno apartado para el santuario. Este será propiedad de todo el pueblo de Israel. Y la parte del gobernante estará junto a lo que se apartó para el santuario, a uno y otro lado, y junto a la propiedad de la ciudad, delante de lo que se apartó para el santuario y delante de la propiedad de la ciudad, desde el extremo occidental hasta el extremo oriental, y la longitud será desde el límite occidental hasta el límite oriental. Esta tierra tendrá como propiedad en Israel, y nunca más mis gobernantes oprimirán a mi pueblo; y darán la tierra a la casa de Israel conforme a sus tribus. Así ha dicho el Señor: ¡Basta ya, gobernantes de Israel! Dejad la violencia y la rapiña. Practicad el derecho y la justicia; dejad de explotar a mi pueblo, dice el Señor. Usad balanzas y medidas justas para los sólidos y los líquidos. Tanto el bato para los líquidos como el efa para los sólidos serán equivalentes a la décima parte del homer de doscientos litros; es decir, serán equivalentes a veintidós litros. El siclo será de diez gramos, y sesenta siclos serán una mina. Esta será la ofrenda que ofreceréis: la sexagésima parte de vuestras cosechas de trigo y de cebada. Además, de cada carga de aceite debéis ofrecer la décima parte, es decir, veinte litros, según la medida oficial que es el homer. Y una cordera del rebaño por cada doscientas, de las engordadas de Israel, para sacrificio, para holocausto y para ofrendas de paz, para hacer expiación por ellos, dice el Señor. Todo el pueblo de la tierra estará obligado a dar esta ofrenda para el gobernante de Israel. Pero al gobernante corresponderá proveer para el holocausto, el sacrificio y la libación en las fiestas solemnes, en las lunas nuevas, en los sábados y en todas las fiestas de la casa de Israel; él dispondrá la expiación, la ofrenda, el holocausto y las ofrendas de paz, para hacer expiación por la casa de Israel. Así ha dicho el Señor: El día primero del primer mes, tomarás de la vacada un becerro sin defecto y purificarás el santuario. El sacerdote tomará de la sangre de la expiación y pondrá sobre los postes del templo, sobre los cuatro ángulos del descanso del altar y sobre los postes de las puertas del atrio interior. Así harás el séptimo día del mes para los que pecaron por error y por engaño, y harás expiación por el templo. El día catorce del primer mes celebraréis la fiesta de la Pascua. Será una fiesta que durará siete días, durante los cuales se comerá pan sin levadura. Aquel día el gobernante ofrecerá por sí mismo y por todo el pueblo de la tierra, un becerro en sacrificio por el pecado. Y en los siete días de la fiesta solemne ofrecerá como holocausto al Señor siete becerros y siete carneros sin defecto, uno cada día de los siete días; y por el pecado ofrecerá un macho cabrío cada día. Con cada becerro y con cada carnero ofrecerá como ofrenda veinte kilos de cereal, más seis litros de aceite por cada veinte kilos de cereal. A los quince días del mes séptimo, durante los siete días de la fiesta, hará lo mismo en cuanto a la expiación, el holocausto, la ofrenda y el aceite.