OSEAS 4:1-19
OSEAS 4:1-19 RV2020
Oíd la palabra del Señor, hijos de Israel, porque el Señor contiende con los habitantes del país, pues no hay verdad, ni misericordia, ni conocimiento de Dios en la tierra. El perjurio y la mentira, el asesinato, el robo y el adulterio prevalecen, y se comete homicidio tras homicidio. Por lo cual se enlutará la tierra y desfallecen todos sus habitantes; las bestias del campo, las aves del cielo y aun los peces del mar morirán. ¡Que nadie acuse ni reprenda a otro! Tu pueblo es como los que resisten al sacerdote. Tropezarás por tanto en pleno día, y de noche tropezará contigo el profeta, y a tu madre destruiré. Mi pueblo fue destruido porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; puesto que olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos. Cuanto más aumentaban en número, más pecaban contra mí; pues también yo cambiaré su gloria en infamia. Del pecado de mi pueblo comen, y se regodean en su maldad. Lo mismo le sucederá al pueblo y al sacerdote: los castigaré por su conducta y les pagaré conforme a sus obras. Comerán, mas no se saciarán; fornicarán, mas no se multiplicarán, porque dejaron de servir al Señor. Fornicación, vino y mosto quitan el juicio. Mi pueblo consulta a su ídolo de madera, y el leño le responde, porque un espíritu de fornicación lo hizo errar, y dejaron a su Dios por fornicar. Sobre las cimas de los montes sacrificaron, y quemaron incienso sobre los collados, y debajo de las encinas, álamos y olmos, pues buena es su sombra. Por tanto, vuestras hijas fornicarán y vuestras nueras cometerán adulterio. No castigaré a vuestras hijas cuando forniquen, ni a vuestras nueras cuando cometan adulterio; porque ellos mismos se van con rameras, y ofrecen sacrificios con prostitutas sagradas. Por tanto, el pueblo sin entendimiento caerá. Si tú, Israel, fornicas, que al menos no peque Judá. ¡No entréis en Gilgal, ni subáis a Bet-avén, ni juréis: «Vive el Señor»! Porque como una novilla indómita se apartó Israel; ¿los apacentará ahora el Señor como a corderos en ancho prado? Efraín es dado a ídolos, ¡déjalo! Su bebida se corrompió, fornicaron sin cesar, sus príncipes amaron lo que avergüenza. ¡Un viento los llevará en sus alas, y se avergonzarán de sus sacrificios!