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JUECES 9

9
4. Reinado de Abimelec (9)
1Abimelec hijo de Jerobaal#8.31. fue a Siquem, a los hermanos de su madre, y dijo a ellos y a toda la familia de la casa del padre de su madre:
2—Yo os ruego que digáis a todos los de Siquem: «¿Qué os parece mejor, que os gobiernen setenta hombres, todos los hijos de Jerobaal, o que os gobierne un solo hombre?». Acordaos de que yo soy parte de vuestra familia.
3Hablaron por él los hermanos de su madre a todos los de Siquem todas estas palabras, y el corazón de ellos se inclinó a favor de Abimelec, porque decían: «Nuestro hermano es».
4Además le dieron setenta monedas de plata del templo de Baal-berit,#8.33. con las que Abimelec contrató a unos hombres ociosos y vagabundos para que lo siguieran. 5Y fue a la casa de su padre en Ofra y mató a sus hermanos, los setenta hijos de Jerobaal, sobre una misma piedra; pero quedó Jotam, el hijo menor de Jerobaal, que se escondió.#1 R 2.15-25; 2 R 10.1-14,17; 11.1-2. 6Entonces se juntaron todos los de Siquem con toda la casa de Milo y fueron y proclamaron rey a Abimelec cerca de la llanura del pilar que estaba en Siquem.#Gn 12.6; 35.4; Jos 24.26.
7Cuando se lo dijeron a Jotam, este subió a la cumbre del monte Gerizim, y alzó su voz:
Oídme, hombres de Siquem,
y así también os oiga Dios:
8Fueron una vez los árboles a elegirse un rey
y dijeron al olivo: «Reina sobre nosotros».
9Pero el olivo respondió:
«¿He de dejar mi aceite, con el cual se honra a Dios y a los hombres,
para reinar sobre los árboles?».
10Dijeron, pues, los árboles a la higuera:
«Anda tú, reina sobre nosotros».
11La higuera respondió:
«¿He de dejar mi dulzura y mi buen fruto
para reinar sobre los árboles?».
12Dijeron luego los árboles a la vid:
«Pues ven tú, reina sobre nosotros».
13La vid les respondió:
«¿He de dejar mi vino, que alegra a Dios y a los hombres,
para reinar sobre los árboles?».
14Todos los árboles rogaron entonces a la zarza:
«Anda tú, reina sobre nosotros».
15Pero la zarza respondió a los árboles:
«Si en verdad me proclamáis rey sobre vosotros,
venid, abrigaos bajo mi sombra;
y si no, salga fuego de la zarza
y devore los cedros del Líbano».
16Ahora, bien: ¿Creéis que habéis procedido con verdad y con integridad al hacer rey a Abimelec? ¿Creéis haber actuado bien con Jerobaal y con su casa, y que le habéis pagado conforme a la obra de sus manos? 17Mi padre peleó por vosotros y expuso su vida al peligro para libraros de manos de Madián, 18y a cambio vosotros os habéis levantado hoy contra la casa de mi padre y habéis matado a sus setenta hijos sobre una misma piedra, y habéis puesto por rey sobre los de Siquem a Abimelec, hijo de su criada, debido a que es vuestro hermano.#Cf. v. 5. 19Pues bien, si creéis que hoy habéis procedido con verdad e integridad, con Jerobaal y su casa, pues disfrutad de Abimelec y él que disfrute de vosotros. 20Y si no habéis procedido bien, que salga fuego de Abimelec y consuma a los de Siquem y a la casa de Milo, y que salga fuego de los de Siquem y de la casa de Milo y consuma a Abimelec.
21Jotam escapó y huyó, se fue a Beer y allí se quedó por miedo de su hermano Abimelec.
22Después que Abimelec dominara sobre Israel tres años, 23Dios envió un espíritu de discordia#1 S 16.14; 1 R 22.23; Is 19.14; 29.10. entre Abimelec y los hombres de Siquem, y los de Siquem se rebelaron contra Abimelec, 24para que la violencia hecha a los setenta hijos de Jerobaal, y su muerte, recayera sobre su hermano Abimelec, que los mató, y sobre los hombres de Siquem que lo ayudaron a matar a sus hermanos.#Cf. v. 5. 25Los de Siquem pusieron en las cumbres de los montes salteadores de caminos que robaban a todos los que pasaban junto a ellos. De esto se dio aviso a Abimelec.
26Un día, Gaal hijo de Ebed vino con sus hermanos y se estableció en Siquem, y los de Siquem pusieron en él su confianza. 27Salieron los de Siquem al campo, recogieron y pisaron la uva, e hicieron fiesta: entraron en el templo de sus dioses y, mientras comían y bebían, maldijeron a Abimelec.
28Entonces Gaal hijo de Ebed dijo:
—¿Quién es Abimelec, y quién es Siquem, para que nosotros le sirvamos? ¿No es hijo de Jerobaal? ¿No es Zebul su ayudante? En todo caso, servid a los hombres de Hamor, padre de Siquem; pero ¿por qué hemos de servir a Abimelec? 29Si estuviera este pueblo bajo mi mano, enseguida arrojaría yo a Abimelec, y le diría: «Refuerza tus ejércitos, y sal a pelear».
30Cuando Zebul, gobernador de la ciudad, oyó las palabras de Gaal hijo de Ebed, se encendió en ira 31y envió secretamente mensajeros a decir a Abimelec: «Gaal hijo de Ebed y sus hermanos han venido a Siquem y están sublevando la ciudad contra ti. 32Levántate, pues, ahora de noche, tú y el pueblo que está contigo, y pon emboscadas en el campo. 33Por la mañana, al salir el sol, madruga y cae sobre la ciudad. Cuando Gaal y el pueblo que está con él salgan contra ti, tú harás con él según se presente la ocasión».
34Se levantó, pues, de noche Abimelec y todo el pueblo que con él estaba, y pusieron emboscada contra Siquem con cuatro compañías. 35Cuando Gaal hijo de Ebed salió y se puso a la entrada de la puerta de la ciudad, Abimelec y todo el pueblo que con él estaba salieron de sus escondites.
36Al verlos, Gaal dijo a Zebul:
—Mira cuánta gente desciende de las cumbres de los montes.
Zebul le respondió:
—Tú ves la sombra de los montes como si fueran hombres.
37Volvió Gaal a hablar, y dijo:
—Mira cuánta gente que desciende de en medio de la tierra, y una tropa que viene por el camino de la encina de los adivinos.
38Zebul le respondió:
—¿Tú no decías antes: «Quién es Abimelec para que lo sirvamos»? ¿No es este el pueblo que tenías en poco? Sal pues, ahora, y pelea con él.
39Gaal salió al frente de los de Siquem y peleó contra Abimelec. 40Pero Abimelec lo persiguió; Gaal huyó de él, y muchos cayeron heridos de muerte antes de llegar a la puerta de la ciudad. 41Abimelec se quedó en Aruma, y Zebul echó fuera de Siquem a Gaal y a sus hermanos para que no habitaran en Siquem.
42Al día siguiente el pueblo salió al campo. Le dieron aviso a Abimelec, 43y él tomó a su gente, la repartió en tres compañías#7.16+. y puso emboscadas en el campo. Cuando miró, vio al pueblo que salía de la ciudad. Entonces se levantó contra ellos y los atacó. 44Abimelec y la compañía que estaba con él atacaron con ímpetu y se detuvieron a la entrada de la puerta de la ciudad; las otras dos compañías atacaron a todos los que estaban en el campo y los mataron. 45Abimelec peleó contra la ciudad todo aquel día, la tomó y mató al pueblo que en ella estaba; destruyó la ciudad y la sembró de sal. #Dt 29.23; Job 39.6; Sal 107.34.
46Cuando oyeron esto todos los que estaban en la torre de Siquem, se metieron en la fortaleza del templo del dios Berit.#8.33. 47Avisaron a Abimelec que estaban todos juntos los hombres de la torre de Siquem. 48Y Abimelec subió junto con toda la gente que estaba con él al monte Salmón, tomó un hacha en la mano, cortó una rama de los árboles, la levantó y se la puso sobre sus hombros, y dijo al pueblo que estaba con él:
—Lo que me habéis visto hacer, apresuraos a hacerlo como yo lo hago.
49Todo el pueblo cortó también cada uno su rama y siguieron a Abimelec; pusieron las ramas junto a la fortaleza del templo y le prendieron fuego con ellas, de modo que todos los de la torre de Siquem murieron, unos mil, entre hombres y mujeres.
50Después Abimelec marchó sobre Tebes, le puso sitio y tomó la ciudad. 51En medio de Tebes había una torre fortificada, a la cual se retiraron todos los hombres, las mujeres y todos los señores de la ciudad. Cerraron tras sí las puertas y se subieron al tejado de la torre. 52Llegó Abimelec a la torre y la atacó; pero cuando se acercó a la puerta para prenderle fuego, 53una mujer dejó caer un pedazo de rueda de molino sobre la cabeza de Abimelec y le rompió el cráneo.#2 S 11.21. 54Abimelec llamó apresuradamente a su escudero y le dijo:
—Saca tu espada y mátame, para que no se diga de mí: «Una mujer lo mató».#8.21.
Entonces su escudero lo atravesó con la espada, y murió. 55Cuando los israelitas vieron muerto a Abimelec, se fueron cada uno a su casa.
56Así pagó Dios a Abimelec el mal que había hecho contra su padre al matar a sus setenta hermanos. 57Y todo el mal de los hombres de Siquem lo hizo Dios volver sobre sus cabezas. Y se cumplió en ellos la maldición de Jotam hijo de Jerobaal.#Cf. v. 20.

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