JUAN 7
7
7. Señales y controversias en Jerusalén (7–10)
Incredulidad de los hermanos de Jesús
1Después de estas cosas, andaba Jesús por Galilea. No quería ir a Judea porque los judíos intentaban matarle.#5.18+. 2Estaba cerca la fiesta judía de los Tabernáculos, #Lv 23.33-43; Dt 16.13. 3y le dijeron sus hermanos:
—Sal de aquí y vete a Judea para que también tus discípulos vean las obras que haces 4porque nadie que procure darse a conocer actúa en secreto. Si realizas estas cosas, date a conocer al mundo.
5Y es que ni siquiera sus hermanos creían en él. 6Entonces Jesús les dijo:
—Mi tiempo aún no ha llegado. #
2.4. En cambio, para vosotros todo momento es oportuno. 7A vosotros el mundo no puede odiaros, pero a mí me odia porque yo doy testimonio de que sus obras son malas.#3.19. 8Subid vosotros a la fiesta. Yo no subo todavía, porque mi tiempo aún no ha llegado.
9Y dicho esto, se quedó en Galilea.
Jesús en la fiesta de los Tabernáculos
10Después de que los hermanos de Jesús subieron a la fiesta, entonces también él subió, pero no públicamente, sino como en secreto. 11Los judíos le buscaban en la fiesta y decían:
—¿Dónde estará aquel?#11.56.
12Y entre la gente había muchos rumores acerca de él. Unos decían: «Es bueno»; otros: «No, engaña a la gente». 13Sin embargo, nadie se atrevía a hablar abiertamente por miedo a los judíos.#9.22; 19.38; 20.19.
14Pero a la mitad de la fiesta subió Jesús al templo y comenzó a enseñar. 15Los judíos sorprendidos, se preguntaban:
—¿Cómo sabe este de letras sin haber estudiado?#Mt 13.54 (= Mc 6.2). Compárese con Lc 2.47.
16Jesús les respondió:
—Mi enseñanza no es mía, sino de aquel que me envió. 17Si alguien quiere hacer la voluntad del que me envió, comprobará si mi enseñanza es de Dios o si hablo yo por mi propia cuenta.#6.28-29. 18Quien habla por su propia cuenta lo que anda buscando es su propia gloria. Sin embargo quien busca la gloria de aquel que lo envió, ese es alguien verdadero y en él no hay injusticia. 19¿No os dio Moisés la ley y ninguno de vosotros la cumple?#1.17; Ro 2.21-24. ¿Por qué queréis matarme?#5.18+.
20Respondió la multitud:
—¡Tienes#8.48,52; 10.20; Mt 9.34; 12.24 (= Mc 3.22 = Lc 11.15). un demonio! ¿Quién quiere matarte?#Mc 3.22,30.
21Jesús replicó:
—He hecho una obra y todos os habéis asombrado. 22Por cierto, Moisés os impuso el rito de la circuncisión#Gn 17.10-27; Lv 12.3. (aunque en realidad no proviene de Moisés, sino de los patriarcas)#Gn 17.10; 21.4. y, para cumplirlo, circuncidáis a un hombre aunque sea en sábado. 23Si estáis dispuestos a circuncidar a un hombre incluso en sábado para no quebrantar una ley impuesta por Moisés, ¿por qué os indignáis tanto contra mí que he curado por completo a un hombre en sábado?#5.9,15. 24No juzguéis según las apariencias. Juzgad con justo juicio.
¿Es este el Cristo?
25Entonces, algunos ciudadanos de Jerusalén comentaban:
—¿No es a este a quien buscan para matarle?#5.18+. 26Fijaos, está hablando con toda libertad y nadie le dice nada. ¿Será que nuestras autoridades han reconocido que verdaderamente este es el Cristo? 27Sabemos de dónde es este; sin embargo, cuando venga el Cristo nadie sabrá de dónde es.#9.29.
28Jesús, que estaba enseñando en el templo, alzó entonces la voz y dijo:
—A mí me conocéis y sabéis de dónde soy. Sin embargo, no he venido por mí mismo. Me ha enviado el que es verdadero y a quien vosotros no conocéis. 29Mas yo lo conozco,#8.55; 17.25; Mt 11.27 (= Lc 10.22). porque de él procedo y él me ha enviado.
30Entonces intentaban apresarle, pero nadie le echó mano porque aún no había llegado su hora.#2.4. 31Y muchas personas de la multitud creyeron en él#2.23+. y decían:
—Cuando venga el Cristo, ¿hará acaso, más señales que las que este hace?
Los fariseos envían guardias para detener a Jesús
32Los fariseos oyeron que la gente murmuraba estas cosas acerca de él; entonces los principales sacerdotes y los fariseos enviaron guardias para que lo arrestaran. 33Y Jesús dijo:
—Todavía estaré con vosotros algún tiempo y luego iré al que me envió. 34Me buscaréis, pero no me hallaréis porque donde voy a estar yo vosotros no podréis ir.#8.21; 13.33.
35Los judíos se preguntaban:
—¿A dónde se irá este que nosotros no seamos capaces de encontrarlo? ¿Tendrá intención de ir con los judíos que viven dispersos entre los griegos, con el fin de enseñar a los griegos? 36¿Qué quiere decir «Me buscaréis, pero no me hallaréis y a donde voy a estar yo vosotros no podréis ir»?
Ríos de agua viva
37El último día, el más solemne de la fiesta,#Cf. v. 2. Jesús, se puso en pie y alzó la voz diciendo:
—Si alguien tiene sed, venga a mí y beba. 38El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior brotarán ríos de agua viva. #Sal 78.15-16; 105.41; Pr 18.4; Is 55.1; 58.11; Jn 4.14.
39Decía esto refiriéndose al Espíritu que habían de recibir quienes creyeran en él. El Espíritu en efecto, no se había hecho presente todavía, porque Jesús aún no había sido glorificado.
División entre la gente
40Al oír estas palabras, algunas personas de la multitud aseguraban:
—Verdaderamente, este es el Profeta.#1.21+.
41Otras decían:
—Este es el Cristo.
En cambio, otras se preguntaban:
—¿Acaso de Galilea puede venir el Cristo?#Cf. v. 52; 1.46. 42¿No afirma la Escritura que el Cristo tiene que ser de la descendencia de David#2 S 7.12-13; Sal 89.3-4; 132.11-12; Mt 1.1. y de Belén,#Miq 5.2; Mt 2.5-6. la aldea de donde era David?
43Así que la gente andaba dividida#9.16; 10.19. por causa de Jesús. 44Algunos querían prenderlo, pero nadie se atrevió a ponerle la mano encima.
¡Nunca nadie ha hablado así!
45Los guardias volvieron a donde estaban los principales sacerdotes y los fariseos, y estos les preguntaron:
—¿Por qué no le habéis traído?
46Los guardias respondieron:
—Nadie ha hablado jamás como este hombre.
47Los fariseos les replicaron:
—¿También vosotros os habéis dejado engañar? 48¿Acaso ha creído en él alguno de los gobernantes o de los fariseos?#12.42-43. 49Pero esta gente, que no conoce la ley, está bajo maldición.#Dt 27.26; 28.15; Sal 119.21.
50Uno de ellos, Nicodemo,#3.1; 19.39. el que vino a Jesús de noche, preguntó:
51—¿Permite nuestra ley condenar a alguien sin antes escucharlo y conocer los hechos?#Dt 1.16.
52Le respondieron:
—¿Ahora va a resultar que tú también eres galileo? Examina las Escrituras y verás que de Galilea jamás ha surgido un profeta.#1.46.
La mujer adúltera
53Cada uno se fue a su casa,
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© Sociedad Bíblica de España
Antigua versión de Casiodoro de Reina (1569), revisada por Cipriano de Valera (1602). Revisiones anteriores con la participación de Sociedad Bíblica de España: 1862, 1909, 1960 y 1995.
JUAN 7
7
7. Señales y controversias en Jerusalén (7–10)
Incredulidad de los hermanos de Jesús
1Después de estas cosas, andaba Jesús por Galilea. No quería ir a Judea porque los judíos intentaban matarle.#5.18+. 2Estaba cerca la fiesta judía de los Tabernáculos, #Lv 23.33-43; Dt 16.13. 3y le dijeron sus hermanos:
—Sal de aquí y vete a Judea para que también tus discípulos vean las obras que haces 4porque nadie que procure darse a conocer actúa en secreto. Si realizas estas cosas, date a conocer al mundo.
5Y es que ni siquiera sus hermanos creían en él. 6Entonces Jesús les dijo:
—Mi tiempo aún no ha llegado. #
2.4. En cambio, para vosotros todo momento es oportuno. 7A vosotros el mundo no puede odiaros, pero a mí me odia porque yo doy testimonio de que sus obras son malas.#3.19. 8Subid vosotros a la fiesta. Yo no subo todavía, porque mi tiempo aún no ha llegado.
9Y dicho esto, se quedó en Galilea.
Jesús en la fiesta de los Tabernáculos
10Después de que los hermanos de Jesús subieron a la fiesta, entonces también él subió, pero no públicamente, sino como en secreto. 11Los judíos le buscaban en la fiesta y decían:
—¿Dónde estará aquel?#11.56.
12Y entre la gente había muchos rumores acerca de él. Unos decían: «Es bueno»; otros: «No, engaña a la gente». 13Sin embargo, nadie se atrevía a hablar abiertamente por miedo a los judíos.#9.22; 19.38; 20.19.
14Pero a la mitad de la fiesta subió Jesús al templo y comenzó a enseñar. 15Los judíos sorprendidos, se preguntaban:
—¿Cómo sabe este de letras sin haber estudiado?#Mt 13.54 (= Mc 6.2). Compárese con Lc 2.47.
16Jesús les respondió:
—Mi enseñanza no es mía, sino de aquel que me envió. 17Si alguien quiere hacer la voluntad del que me envió, comprobará si mi enseñanza es de Dios o si hablo yo por mi propia cuenta.#6.28-29. 18Quien habla por su propia cuenta lo que anda buscando es su propia gloria. Sin embargo quien busca la gloria de aquel que lo envió, ese es alguien verdadero y en él no hay injusticia. 19¿No os dio Moisés la ley y ninguno de vosotros la cumple?#1.17; Ro 2.21-24. ¿Por qué queréis matarme?#5.18+.
20Respondió la multitud:
—¡Tienes#8.48,52; 10.20; Mt 9.34; 12.24 (= Mc 3.22 = Lc 11.15). un demonio! ¿Quién quiere matarte?#Mc 3.22,30.
21Jesús replicó:
—He hecho una obra y todos os habéis asombrado. 22Por cierto, Moisés os impuso el rito de la circuncisión#Gn 17.10-27; Lv 12.3. (aunque en realidad no proviene de Moisés, sino de los patriarcas)#Gn 17.10; 21.4. y, para cumplirlo, circuncidáis a un hombre aunque sea en sábado. 23Si estáis dispuestos a circuncidar a un hombre incluso en sábado para no quebrantar una ley impuesta por Moisés, ¿por qué os indignáis tanto contra mí que he curado por completo a un hombre en sábado?#5.9,15. 24No juzguéis según las apariencias. Juzgad con justo juicio.
¿Es este el Cristo?
25Entonces, algunos ciudadanos de Jerusalén comentaban:
—¿No es a este a quien buscan para matarle?#5.18+. 26Fijaos, está hablando con toda libertad y nadie le dice nada. ¿Será que nuestras autoridades han reconocido que verdaderamente este es el Cristo? 27Sabemos de dónde es este; sin embargo, cuando venga el Cristo nadie sabrá de dónde es.#9.29.
28Jesús, que estaba enseñando en el templo, alzó entonces la voz y dijo:
—A mí me conocéis y sabéis de dónde soy. Sin embargo, no he venido por mí mismo. Me ha enviado el que es verdadero y a quien vosotros no conocéis. 29Mas yo lo conozco,#8.55; 17.25; Mt 11.27 (= Lc 10.22). porque de él procedo y él me ha enviado.
30Entonces intentaban apresarle, pero nadie le echó mano porque aún no había llegado su hora.#2.4. 31Y muchas personas de la multitud creyeron en él#2.23+. y decían:
—Cuando venga el Cristo, ¿hará acaso, más señales que las que este hace?
Los fariseos envían guardias para detener a Jesús
32Los fariseos oyeron que la gente murmuraba estas cosas acerca de él; entonces los principales sacerdotes y los fariseos enviaron guardias para que lo arrestaran. 33Y Jesús dijo:
—Todavía estaré con vosotros algún tiempo y luego iré al que me envió. 34Me buscaréis, pero no me hallaréis porque donde voy a estar yo vosotros no podréis ir.#8.21; 13.33.
35Los judíos se preguntaban:
—¿A dónde se irá este que nosotros no seamos capaces de encontrarlo? ¿Tendrá intención de ir con los judíos que viven dispersos entre los griegos, con el fin de enseñar a los griegos? 36¿Qué quiere decir «Me buscaréis, pero no me hallaréis y a donde voy a estar yo vosotros no podréis ir»?
Ríos de agua viva
37El último día, el más solemne de la fiesta,#Cf. v. 2. Jesús, se puso en pie y alzó la voz diciendo:
—Si alguien tiene sed, venga a mí y beba. 38El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior brotarán ríos de agua viva. #Sal 78.15-16; 105.41; Pr 18.4; Is 55.1; 58.11; Jn 4.14.
39Decía esto refiriéndose al Espíritu que habían de recibir quienes creyeran en él. El Espíritu en efecto, no se había hecho presente todavía, porque Jesús aún no había sido glorificado.
División entre la gente
40Al oír estas palabras, algunas personas de la multitud aseguraban:
—Verdaderamente, este es el Profeta.#1.21+.
41Otras decían:
—Este es el Cristo.
En cambio, otras se preguntaban:
—¿Acaso de Galilea puede venir el Cristo?#Cf. v. 52; 1.46. 42¿No afirma la Escritura que el Cristo tiene que ser de la descendencia de David#2 S 7.12-13; Sal 89.3-4; 132.11-12; Mt 1.1. y de Belén,#Miq 5.2; Mt 2.5-6. la aldea de donde era David?
43Así que la gente andaba dividida#9.16; 10.19. por causa de Jesús. 44Algunos querían prenderlo, pero nadie se atrevió a ponerle la mano encima.
¡Nunca nadie ha hablado así!
45Los guardias volvieron a donde estaban los principales sacerdotes y los fariseos, y estos les preguntaron:
—¿Por qué no le habéis traído?
46Los guardias respondieron:
—Nadie ha hablado jamás como este hombre.
47Los fariseos les replicaron:
—¿También vosotros os habéis dejado engañar? 48¿Acaso ha creído en él alguno de los gobernantes o de los fariseos?#12.42-43. 49Pero esta gente, que no conoce la ley, está bajo maldición.#Dt 27.26; 28.15; Sal 119.21.
50Uno de ellos, Nicodemo,#3.1; 19.39. el que vino a Jesús de noche, preguntó:
51—¿Permite nuestra ley condenar a alguien sin antes escucharlo y conocer los hechos?#Dt 1.16.
52Le respondieron:
—¿Ahora va a resultar que tú también eres galileo? Examina las Escrituras y verás que de Galilea jamás ha surgido un profeta.#1.46.
La mujer adúltera
53Cada uno se fue a su casa,
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Antigua versión de Casiodoro de Reina (1569), revisada por Cipriano de Valera (1602). Revisiones anteriores con la participación de Sociedad Bíblica de España: 1862, 1909, 1960 y 1995.