JONÁS 3:5-10
JONÁS 3:5-10 RV2020
Los hombres de Nínive creyeron a Dios, proclamaron ayuno y, desde el mayor hasta el más pequeño, se vistieron con ropas ásperas. Cuando la noticia llegó al rey de Nínive, este se levantó de su trono, se despojó de su vestido, se cubrió con ropas ásperas y se sentó sobre ceniza. Luego se hizo anunciar en Nínive, por mandato del rey y de los grandes del reino, una proclama que decía: «Que ni hombres ni animales, bueyes ni ovejas, prueben cosa alguna; no se les dé alimento ni beban agua, sino que hombres y animales se cubran con ropas ásperas, y clamen a Dios con fuerza. Que cada uno se convierta de su mal camino y de la violencia que hay en sus manos. ¡Quizá Dios se detenga y se arrepienta, se calme el ardor de su ira y no perezcamos!». Vio Dios lo que hicieron, que se convirtieron de su mal camino, y se arrepintió del mal que había anunciado hacerles, y no lo hizo.