LUCAS 4:1-20
LUCAS 4:1-20 RV2020
Jesús volvió del Jordán lleno del Espíritu Santo y por impulso del mismo Espíritu fue al desierto. Allí permaneció cuarenta días, tentado por el diablo. Durante ese tiempo no comió nada y al final tuvo hambre. Entonces el diablo le dijo: —Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan. Jesús le respondió: —Escrito está: No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios . El diablo le llevó luego a un lugar alto y le mostró en un momento todos los reinos de la tierra, y le dijo: —Te puedo dar todo el poder y la grandeza de esos reinos, que me ha sido entregada y yo se la doy a quien quiero. Si postrado me adoras, todo será tuyo. Jesús respondió: —Vete de mí, Satanás. Escrito está: Al Señor tu Dios adorarás y a él solo servirás. Entonces el diablo le llevó a Jerusalén, le puso sobre el pináculo del templo y le dijo: —Si eres Hijo de Dios, tírate abajo desde aquí porque escrito está: Dios ordenará a sus ángeles que te guarden , y, En las manos te sostendrán, para que tu pie no tropiece con piedra . Le respondió Jesús: —Dicho está: No tentarás al Señor tu Dios. Acabadas las tentaciones, el diablo se alejó de él hasta la siguiente ocasión. Jesús volvió a Galilea lleno del poder del Espíritu y su fama se difundió por toda aquella región. Enseñaba en las sinagogas y era admirado por todos. Llegó a Nazaret, donde se había criado. El sábado, según su costumbre, entró en la sinagoga y se levantó a leer. Se le dio el libro del profeta Isaías, lo abrió y halló este pasaje: El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas noticias a los pobres. Me ha enviado para sanar a los quebrantados de corazón, para pregonar libertad a los cautivos, para dar vista a los ciegos, para poner en libertad a los oprimidos y para predicar el año de gracia del Señor . Luego cerró el libro, se lo dio al ayudante de la sinagoga y se sentó. Los ojos de todos los presentes en la sinagoga estaban fijos en él.