MALAQUÍAS 2:1-17
MALAQUÍAS 2:1-17 RV2020
Ahora, pues, sacerdotes, para vosotros es este mandamiento. Si no escucháis y si no decidís de corazón dar gloria a mi nombre, ha dicho el Señor de los ejércitos, enviaré maldición sobre vosotros y maldeciré vuestras bendiciones; y ya las he maldecido, porque no os habéis decidido de corazón. Yo os dañaré la sementera, os echaré al rostro el estiércol, el estiércol de vuestros animales sacrificados, y seréis arrojados juntamente con él. Así sabréis que yo os envié este mandamiento, para que permanezca mi pacto con Leví, ha dicho el Señor de los ejércitos. Mi pacto con él fue de vida y de paz. Se las di para que me temiera, y él tuvo temor de mí y ante mi nombre guardaba reverencia. La ley de verdad estuvo en su boca, iniquidad no fue hallada en sus labios; en paz y en justicia anduvo conmigo, y a muchos hizo apartar de la maldad. Porque los labios del sacerdote han de guardar la sabiduría, y de su boca el pueblo buscará la ley; porque es mensajero del Señor de los ejércitos. Mas vosotros os habéis apartado del camino; habéis hecho tropezar a muchos en la ley; habéis corrompido el pacto de Leví, dice el Señor de los ejércitos. Por eso yo os he hecho despreciables, viles ante todo el pueblo, porque no habéis guardado mis caminos y hacéis discriminación de personas al aplicar la ley. ¿Acaso no tenemos todos un mismo Padre? ¿No nos ha creado un mismo Dios? ¿Por qué, pues, somos desleales los unos con los otros, y profanamos el pacto de nuestros padres? Prevaricó Judá; en Israel y en Jerusalén se ha cometido abominación, porque Judá ha profanado el santuario del Señor, el que él amó, al casarse con la hija de un dios extraño. El Señor arrancará de las tiendas de Jacob al hombre que haga esto, al que vela, al que responde y al que ofrece ofrenda al Señor de los ejércitos. Pero aún hacéis más: Cubrís el altar del Señor de lágrimas, de llanto y de clamor; así que no miraré más la ofrenda, ni la aceptaré con gusto de vuestras manos. Mas diréis: «¿Por qué?». Porque el Señor es testigo entre ti y la mujer de tu juventud, con la cual has sido desleal, aunque ella era tu compañera y la mujer de tu pacto. ¿No hizo él un solo ser, en el cual hay abundancia de espíritu? ¿Y por qué uno? Porque buscaba una descendencia para Dios. Guardaos, pues, en vuestro espíritu y no seáis desleales para con la mujer de vuestra juventud, porque dice el Señor, Dios de Israel, que él aborrece el repudio y al que mancha de maldad su vestido, ha dicho el Señor de los ejércitos. Guardaos, pues, en vuestro espíritu y no seáis desleales. Habéis hecho cansar al Señor con vuestras palabras. Y preguntáis: «¿En qué lo hemos cansado?». En que decís: «Cualquiera que obra mal, agrada al Señor; Sí, el Señor se complace en ellos»; y también al preguntar: «¿Dónde está el Dios de justicia?».