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2. Transfiguración y enseñanzas varias (17.1-23)
La transfiguración
(Mc 9.2-13; Lc 9.28-36)#2 P 1.17-18.
1Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a su hermano Juan#Mc 5.37. y los llevó aparte a un monte alto. 2Allí se transfiguró delante de ellos: resplandecía su rostro como el sol y sus vestidos se hicieron blancos como la luz. 3Y se les aparecieron Moisés y Elías, que hablaban con él. 4Entonces Pedro dijo a Jesús:
—Señor, bueno es para nosotros que estemos aquí. Si quieres, haremos aquí tres cabañas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.
5Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubrió y se oyó una voz desde la nube que decía:
—Este es mi Hijo amado, en quien me complazco.#Gn 22.2; Sal 2.7; Is 42.1; Mt 3.17; 12.18; Mc 1.11; Lc 3.22. Escuchadle a él.
6Al oír esto, los discípulos se postraron sobre sus rostros y sintieron gran temor. 7Entonces Jesús se acercó y los tocó diciendo:
—Levantaos y no temáis. #
28.10.
8Cuando ellos alzaron los ojos, no vieron a nadie, sino a Jesús solo.
9Al descender del monte, Jesús les dio esta orden:
—No digáis a nadie lo que habéis visto hasta que el Hijo del Hombre resucite de entre los muertos. #
9.30.
10Sus discípulos le preguntaron:
—¿Por qué, pues, dicen los escribas que es necesario que Elías venga primero?#11.14; Mal 4.5.
11Respondió Jesús:
—A la verdad, Elías vendrá primero y restaurará todas las cosas. 12Pero os digo que Elías ya vino#11.14. y no lo conocieron, sino que hicieron con él todo lo que quisieron.#14.1-2; Mc 9.13. Así también el Hijo del Hombre padecerá a manos de ellos.#Cf. v. 22; 20.18.
13Entonces los discípulos comprendieron que les había hablado de Juan el Bautista.#Cf. Mal 4.5-6; Lc 1.13-17.
Jesús sana a un muchacho lunático
(Mc 9.14-29; Lc 9.37-43)
14Cuando llegaron adonde estaba la gente, se le acercó un hombre que se arrodilló delante de él diciendo:
15—Señor,#7.21. ten misericordia de mi hijo, que es lunático y sufre muchísimo. Muchas veces cae en el fuego y muchas en el agua. 16Lo he traído a tus discípulos, pero no han podido sanarlo.
17Respondió Jesús:
—¡Generación incrédula y perversa! #
Dt 32.5,20. ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo aquí.
18Jesús reprendió al demonio, el cual salió del muchacho, y este quedó sano desde aquella hora. 19Se acercaron entonces los discípulos y le preguntaron aparte:
—¿Por qué nosotros no pudimos echarlo fuera?
20Jesús les dijo:
—Por vuestra poca fe. Os aseguro que si tenéis fe como un grano de mostaza diréis a este monte: «Pásate de aquí allá», y se pasará; #
21.21; Mc 11.23; Lc 17.6; 1 Co 13.2. y nada os será imposible. 21Pero este género de demonio no sale sino con oración y ayuno.
Jesús anuncia por segunda vez su muerte
(Mc 9.30-32; Lc 9.43-45)
22Estando en Galilea, Jesús les dijo:
—El Hijo del Hombre será entregado en manos de hombres 23y lo matarán, pero al tercer día resucitará.#16.21 (= Mc 8.31 = Lc 9.22); 20.18-19 (= Mc 10.33-34 = Lc 18.31-33).
Los discípulos se entristecieron mucho.
3. Enseñanzas sobre el perdón (17.24–18.35)
Pago del impuesto para el templo
24Cuando llegaron a Capernaún, se acercaron a Pedro los que cobraban los impuestos del templo#Ex 30.13; 38.26. y le preguntaron:
—¿Vuestro Maestro no paga el impuesto del templo?
25Él dijo:
—Sí.
Al entrar Pedro en casa,#8.14. Jesús le preguntó:
—¿Qué te parece, Simón? Los reyes de la tierra, ¿de quiénes cobran los tributos o los impuestos? ¿De sus hijos o de los extraños?
26Pedro le respondió:
—De los extraños.
Jesús le dijo:
—Luego los hijos están exentos. 27Sin embargo, para no ofenderlos ve al mar, echa el anzuelo y toma el primer pez que saques, ábrele la boca y hallarás una moneda. Tómala y dásela a ellos por mí y por ti.