SALMOS 28:1-9
SALMOS 28:1-9 RV2020
A ti clamaré, Señor. ¡Roca mía, no te desentiendas de mí, no sea que, por dejarme tú, llegue a ser semejante a los que descienden al sepulcro! Oye la voz de mis ruegos cuando clamo a ti, cuando alzo mis manos hacia tu santo templo. No me arrebates juntamente con los malvados y con los que hacen iniquidad. Ellos hablan paz con sus prójimos, pero la maldad está en su corazón. Págales conforme a su obra y conforme a la perversidad de sus hechos. Dales su merecido conforme a la obra de sus manos. Por cuanto no atendieron a los hechos del Señor ni a la obra de sus manos, ¡él los derribará y no los edificará! ¡Bendito sea el Señor, que oyó la voz de mis ruegos! El Señor es mi fortaleza y mi escudo; en él confió mi corazón y fui ayudado, por lo que se gozó mi corazón. Con mi cántico lo alabaré. El Señor es la fortaleza de su pueblo y el refugio salvador de su ungido. Salva a tu pueblo y bendice a tu heredad; pastoréalos y susténtalos para siempre.