1 CRÓNICAS 18:1-17
1 CRÓNICAS 18:1-17 DHHE
Después de esto, David venció a los filisteos, sometiéndolos y arrebatándoles de las manos la ciudad de Gat y sus aldeas. También derrotó a los moabitas, y así ellos fueron sometidos a David y tuvieron que pagarle tributo. David venció también a Hadad-ézer, rey de Sobá, que está en dirección de Hamat, cuando este iba a imponer su dominio sobre la región del río Éufrates. De ellos, David capturó mil carros de combate e hizo prisioneros a siete mil soldados de caballería y veinte mil de infantería; y además rompió las patas a todos los caballos de los carros de combate, con la excepción de los caballos necesarios para cien carros. Llegaron luego los sirios de Damasco para prestar ayuda a Hadad-ézer, el rey de Sobá, pero David venció a los sirios, matando a veintidós mil de ellos. Luego puso David guarniciones en Siria de Damasco, y los sirios quedaron sometidos a él y sujetos al pago de tributos. Así pues, el Señor daba la victoria a David por dondequiera que iba. Después David se apoderó de los escudos de oro que usaban los oficiales de Hadad-ézer, y los llevó a Jerusalén. También se apoderó de una gran cantidad de bronce de Tibhat y de Cun, ciudades que pertenecían a Hadad-ézer. Con ese bronce hizo después Salomón la enorme pila para el agua, las columnas y los utensilios de bronce para el templo. Cuando Toi, rey de Hamat, se enteró de que David había derrotado a todo el ejército de Hadad-ézer, rey de Sobá, envió a su hijo Adoram con toda clase de objetos de oro, de plata y de bronce, para que saludara y felicitara al rey David por haber luchado con Hadad-ézer y haberlo vencido, pues Toi también había estado en guerra con él. David dedicó todos estos objetos al Señor, junto con el oro y la plata que había quitado a todas las naciones: a Edom, a Moab, a los amonitas, a los filisteos y a los amalecitas. Además Abisai, hijo de Seruiá, derrotó a dieciocho mil edomitas en el valle de la Sal. Luego puso David guarniciones en Edom, y todos los edomitas quedaron sometidos a él; y el Señor le daba la victoria por dondequiera que iba. David reinó sobre todo Israel, actuando con justicia y rectitud con todo su pueblo. El jefe del ejército era Joab, hijo de Seruiá; y Josafat, hijo de Ahilud, era el secretario del rey. Sadoc, hijo de Ahitub, y Ahimélec, hijo de Abiatar, eran sacerdotes; Savsá era el cronista, y Benaías, hijo de Joiadá, estaba al mando de la guardia de quereteos y peleteos. Los hijos de David eran sus principales ayudantes.