1 SAMUEL 1:1-7
1 SAMUEL 1:1-7 DHHE
En un lugar de los montes de Efraín, llamado Ramá, vivía un hombre de la familia de Suf, cuyo nombre era Elcaná. Era hijo de Jeroham y nieto de Elihú. Su bisabuelo fue Tohu, hijo de Suf, que pertenecía a la tribu de Efraín. Elcaná tenía dos esposas. Una se llamaba Ana y la otra Peniná. Peniná tenía hijos, pero Ana no los tenía. Todos los años salía Elcaná de su pueblo para rendir culto y ofrecer sacrificios en Siló al Señor todopoderoso. Allí había dos hijos del sacerdote Elí, llamados Hofní y Finees, que también eran sacerdotes del Señor. Cuando Elcaná ofrecía el sacrificio, daba su ración correspondiente a Peniná y a todos los hijos e hijas de ella, pero a Ana le daba una ración especial, porque la amaba mucho a pesar de que el Señor le había impedido tener hijos. Por eso Peniná, su rival, la molestaba y se burlaba de ella, humillándola porque el Señor la había hecho estéril. Cada año, cuando iban al templo del Señor, Peniná la molestaba de esa manera, y Ana lloraba y no comía.