2 SAMUEL 23:1-8
2 SAMUEL 23:1-8 DHHE
Estas son las últimas palabras de David: “David, el hijo de Jesé, el hombre a quien Dios ha enaltecido, el rey escogido por el Dios de Jacob, el dulce cantor de himnos de Israel, ha declarado: “El Espíritu del Señor habla por medio de mí; su palabra está en mi lengua. El Dios de Israel ha hablado; el Protector de Israel me ha dicho: ‘El que gobierne a los hombres con justicia, el que gobierne en el temor de Dios, será como la luz de la aurora, como la luz del sol en una mañana sin nubes, que hace crecer la hierba después de la lluvia.’ Por eso mi descendencia está firme en Dios, pues él hizo conmigo un pacto eterno, totalmente ordenado y seguro. Él me da la victoria y hace que se cumplan todos mis deseos. Pero todos los malhechores serán como espinos desechados, que nadie coge con la mano. Para tocarlos, se toma un hierro o una lanza, y se les echa en el fuego para que se quemen por completo.” Estos son los nombres de los mejores soldados de David: Is-bóset, el hacmonita, jefe de los tres más valientes, que en una ocasión mató ochocientos hombres con su lanza.