2 TIMOTEO 1
1
Saludo#1.1-2 La carta empieza con el saludo de costumbre (véanse Ro 1.1-7 n. e Introducción a las cartas).
1Pablo, apóstol de Cristo Jesús, enviado por la voluntad de Dios de acuerdo con la promesa de vida que hay en la unión con Cristo Jesús, 2a mi querido hijo Timoteo.#1.2 Timoteo: Cf. 1 Ti 1.2. Que Dios el Padre y nuestro Señor Jesucristo derramen su gracia, su misericordia y su paz sobre ti.
Acción de gracias
3Día y noche, recordándote sin cesar en mis oraciones, doy gracias a Dios,#1.3-5 Al dar gracias a Dios (véase Ro 1.8-15 n.) por la fe de Timoteo, el autor establece la base para los consejos que le da a continuación. a quien sirvo con una conciencia limpia como le sirvieron también mis antepasados. 4Me acuerdo siempre de tus lágrimas,#1.4 Posible alusión a la ocasión narrada en Hch 20.36-38, o bien a las lágrimas que acompañarían la ferviente labor de Timoteo durante su trabajo (cf. de Pablo mismo en Hch 20.19,31). y quisiera verte para llenarme de alegría. 5Porque me acuerdo de la sinceridad de tu fe. Esa misma fe que antes tuvieron tu abuela Loida y tu madre Eunice,#1.5 Hch 16.1. La madre y la abuela de Timoteo eran judías y lo habían educado en la esperanza mesiánica, basándose en las Escrituras (2 Ti 3.15). Hch 16.1 indica que la madre se había hecho cristiana. y estoy seguro de que tú también la tienes.
El testimonio cristiano
6Por eso te recomiendo que avives el fuego del don que Dios te concedió cuando te impuse las manos.#1.6 Sobre la imposición de las manos, véase 1 Ti 4.14 n. 7Pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor, sino un espíritu de poder, amor y buen juicio.#1.7 Cf. Ro 8.15. Buen juicio: También puede traducirse dominio propio. 8No te avergüences, pues, de dar testimonio a favor de nuestro Señor, ni tampoco te avergüences de mí, preso por causa suya.#1.8 Preso por causa suya: lit. su prisionero; véase Ef 3.1. Aquí se alude a la prisión de Pablo en Roma (véase 1.16-17 n.). Antes bien, con las fuerzas que Dios te da, acepta tu parte en los sufrimientos por causa del evangelio. 9Dios nos ha salvado y nos ha llamado a ser un pueblo santo, no por lo que nosotros hayamos hecho,#1.9 Tit 3.5; cf. Ro 3.27-28; 4.2,5; Gl 2.16; Ef 2.8-9. Los vs. 9-10 son un pequeño resumen del evangelio; cf. 2 Ti 2.8; Hch 2.36; véase 1 Co 15.4 n. sino porque ese fue su propósito y porque nos ama en Cristo Jesús. Dios, que nos ama desde antes que el mundo existiera, 10ha mostrado su amor ahora en Cristo Jesús nuestro Salvador, que ha destruido el poder de la muerte#1.10 1 Co 15.54-57; cf. Heb 2.14. y que, por medio del evangelio, ha sacado a la luz la vida inmortal.
11Dios me ha encargado que anuncie este mensaje,#1.11 Este mensaje: el evangelio (véase 1.9 n.; cf. 1 Ti 1.11). y me ha enviado como apóstol y maestro.#1.11 Algunos mss. añaden de los que no son judíos (cf. 1 Ti 2.7). 12Precisamente por eso sufro todas estas cosas. Pero no me avergüenzo de ello,#1.12 Ro 1.16-17; cf. Mc 8.38; 1 Co 1.18,23-24. porque sé en quién he puesto mi confianza; y estoy seguro de que él tiene poder para guardar hasta aquel día lo que me ha encomendado.#1.12 Aquel día: el del juicio final. Lo que me ha encomendado: lit. mi depósito. La palabra depósito sugiere un tesoro encomendado a alguien para que lo custodie fielmente hasta que el dueño se lo pida. Cf. Col 4.17. Otra posible traducción: lo que yo le he encomendado. En vista del uso de la palabra en 1.14 y en 1 Ti 6.20, la primera traducción parece preferible.
13Sigue el modelo de la sana enseñanza#1.13 Sana enseñanza: frase característica de las cartas pastorales; véase 1 Ti 1.10 nota j. que de mí has recibido, y vive en la fe y el amor que tenemos por estar unidos a Cristo Jesús. 14Con la ayuda del Espíritu Santo que vive en nosotros, cuida de la buena doctrina que Dios te ha confiado.#1.14 La buena doctrina... confiado: Véase 1 Ti 6.20 nota t.
15Como sabes, todos los de la provincia de Asia me han abandonado; entre ellos, Figelo y Hermógenes.#1.15 Asia: provincia romana situada en lo que hoy es la parte occidental de Turquía; su capital era Éfeso. Me abandonaron: Posiblemente se trata de algunos cristianos de Asia que estuvieron en Roma y que, pudiendo haber atendido a Pablo en la cárcel, no lo hicieron. Cf. 2 Ti 4.10-12. Sobre Figelo y Hermógenes no hay más referencias. 16Que el Señor tenga misericordia de la familia de Onesíforo;#1.16-18 Onesíforo: sin duda, un cristiano de Éfeso, mencionado tan solo aquí y en 2 Ti 4.19. él me trajo alivio muchas veces y no se avergonzó de que yo estuviera preso. 17Al contrario, en cuanto llegó a Roma#1.16-17 Esto da a entender que la carta fue escrita en la cárcel de Roma (2 Ti 2.9). comenzó a buscarme sin descanso, hasta que me encontró. 18Que el Señor le conceda encontrar su misericordia en aquel día.#1.18 Aquel día: el del juicio. Tú sabes muy bien cuánto nos ayudó en Éfeso.
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Saludo#1.1-2 La carta empieza con el saludo de costumbre (véanse Ro 1.1-7 n. e Introducción a las cartas).
1Pablo, apóstol de Cristo Jesús, enviado por la voluntad de Dios de acuerdo con la promesa de vida que hay en la unión con Cristo Jesús, 2a mi querido hijo Timoteo.#1.2 Timoteo: Cf. 1 Ti 1.2. Que Dios el Padre y nuestro Señor Jesucristo derramen su gracia, su misericordia y su paz sobre ti.
Acción de gracias
3Día y noche, recordándote sin cesar en mis oraciones, doy gracias a Dios,#1.3-5 Al dar gracias a Dios (véase Ro 1.8-15 n.) por la fe de Timoteo, el autor establece la base para los consejos que le da a continuación. a quien sirvo con una conciencia limpia como le sirvieron también mis antepasados. 4Me acuerdo siempre de tus lágrimas,#1.4 Posible alusión a la ocasión narrada en Hch 20.36-38, o bien a las lágrimas que acompañarían la ferviente labor de Timoteo durante su trabajo (cf. de Pablo mismo en Hch 20.19,31). y quisiera verte para llenarme de alegría. 5Porque me acuerdo de la sinceridad de tu fe. Esa misma fe que antes tuvieron tu abuela Loida y tu madre Eunice,#1.5 Hch 16.1. La madre y la abuela de Timoteo eran judías y lo habían educado en la esperanza mesiánica, basándose en las Escrituras (2 Ti 3.15). Hch 16.1 indica que la madre se había hecho cristiana. y estoy seguro de que tú también la tienes.
El testimonio cristiano
6Por eso te recomiendo que avives el fuego del don que Dios te concedió cuando te impuse las manos.#1.6 Sobre la imposición de las manos, véase 1 Ti 4.14 n. 7Pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor, sino un espíritu de poder, amor y buen juicio.#1.7 Cf. Ro 8.15. Buen juicio: También puede traducirse dominio propio. 8No te avergüences, pues, de dar testimonio a favor de nuestro Señor, ni tampoco te avergüences de mí, preso por causa suya.#1.8 Preso por causa suya: lit. su prisionero; véase Ef 3.1. Aquí se alude a la prisión de Pablo en Roma (véase 1.16-17 n.). Antes bien, con las fuerzas que Dios te da, acepta tu parte en los sufrimientos por causa del evangelio. 9Dios nos ha salvado y nos ha llamado a ser un pueblo santo, no por lo que nosotros hayamos hecho,#1.9 Tit 3.5; cf. Ro 3.27-28; 4.2,5; Gl 2.16; Ef 2.8-9. Los vs. 9-10 son un pequeño resumen del evangelio; cf. 2 Ti 2.8; Hch 2.36; véase 1 Co 15.4 n. sino porque ese fue su propósito y porque nos ama en Cristo Jesús. Dios, que nos ama desde antes que el mundo existiera, 10ha mostrado su amor ahora en Cristo Jesús nuestro Salvador, que ha destruido el poder de la muerte#1.10 1 Co 15.54-57; cf. Heb 2.14. y que, por medio del evangelio, ha sacado a la luz la vida inmortal.
11Dios me ha encargado que anuncie este mensaje,#1.11 Este mensaje: el evangelio (véase 1.9 n.; cf. 1 Ti 1.11). y me ha enviado como apóstol y maestro.#1.11 Algunos mss. añaden de los que no son judíos (cf. 1 Ti 2.7). 12Precisamente por eso sufro todas estas cosas. Pero no me avergüenzo de ello,#1.12 Ro 1.16-17; cf. Mc 8.38; 1 Co 1.18,23-24. porque sé en quién he puesto mi confianza; y estoy seguro de que él tiene poder para guardar hasta aquel día lo que me ha encomendado.#1.12 Aquel día: el del juicio final. Lo que me ha encomendado: lit. mi depósito. La palabra depósito sugiere un tesoro encomendado a alguien para que lo custodie fielmente hasta que el dueño se lo pida. Cf. Col 4.17. Otra posible traducción: lo que yo le he encomendado. En vista del uso de la palabra en 1.14 y en 1 Ti 6.20, la primera traducción parece preferible.
13Sigue el modelo de la sana enseñanza#1.13 Sana enseñanza: frase característica de las cartas pastorales; véase 1 Ti 1.10 nota j. que de mí has recibido, y vive en la fe y el amor que tenemos por estar unidos a Cristo Jesús. 14Con la ayuda del Espíritu Santo que vive en nosotros, cuida de la buena doctrina que Dios te ha confiado.#1.14 La buena doctrina... confiado: Véase 1 Ti 6.20 nota t.
15Como sabes, todos los de la provincia de Asia me han abandonado; entre ellos, Figelo y Hermógenes.#1.15 Asia: provincia romana situada en lo que hoy es la parte occidental de Turquía; su capital era Éfeso. Me abandonaron: Posiblemente se trata de algunos cristianos de Asia que estuvieron en Roma y que, pudiendo haber atendido a Pablo en la cárcel, no lo hicieron. Cf. 2 Ti 4.10-12. Sobre Figelo y Hermógenes no hay más referencias. 16Que el Señor tenga misericordia de la familia de Onesíforo;#1.16-18 Onesíforo: sin duda, un cristiano de Éfeso, mencionado tan solo aquí y en 2 Ti 4.19. él me trajo alivio muchas veces y no se avergonzó de que yo estuviera preso. 17Al contrario, en cuanto llegó a Roma#1.16-17 Esto da a entender que la carta fue escrita en la cárcel de Roma (2 Ti 2.9). comenzó a buscarme sin descanso, hasta que me encontró. 18Que el Señor le conceda encontrar su misericordia en aquel día.#1.18 Aquel día: el del juicio. Tú sabes muy bien cuánto nos ayudó en Éfeso.
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