EFESIOS 5:22-33
EFESIOS 5:22-33 DHHE
Mujeres, estad sujetas a vuestros maridos como al Señor, porque el marido es cabeza de la mujer, como Cristo es cabeza de la iglesia. Cristo es también el Salvador de la iglesia, que es su cuerpo; y así como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las mujeres deben estar en todo sujetas a sus maridos. Maridos, amad a vuestras mujeres, como Cristo amó a la iglesia y dio su vida por ella. Esto lo hizo para santificarla, purificándola con el baño del agua acompañado de la palabra para presentársela a sí mismo como una iglesia gloriosa, sin mancha ni arruga ni nada parecido, sino santificada y perfecta. Así como el marido ama su propio cuerpo, así debe amar también a su mujer. El que ama a su mujer se ama a sí mismo. Porque nadie odia su propio cuerpo, sino que lo alimenta y lo cuida, como Cristo hace con la iglesia, porque ella es su cuerpo. Y nosotros somos parte de ese cuerpo. Por eso, el hombre dejará a su padre y a su madre para unirse a su mujer, y los dos serán como una sola persona. Aquí se muestra la grandeza del designio secreto de Dios, un designio que yo estoy refiriendo a Cristo y a la iglesia. En todo caso, que cada uno de vosotros ame a su mujer como a sí mismo, y que la mujer respete al marido.