ÉXODO 18
18
Jetró visita a Moisés
1Jetró, sacerdote de Madián y suegro de Moisés,#18.1 Jetró: Véase Ex 2.16 n. supo todo lo que Dios había hecho por Moisés y por su pueblo Israel, y supo también que el Señor los había sacado de Egipto. 2Moisés había despedido a su esposa Séfora, y Jetró la había recibido a ella 3y a sus dos hijos,#18.2-3 Cf. Hch 7.29. Despedido: o dejado, enviado. Esta expresión parece indicar que Moisés, cuando emprendió su viaje a Egipto para enfrentarse con el faraón (Ex 4.18-27), encomendó su familia al cuidado de Jetró. Una vez pasado el peligro, Jetró le entrega de nuevo su esposa e hijos (v. 5). uno de los cuales se llamaba Guersón, porque Moisés había dicho: “He sido un extranjero en tierra extraña”,#18.3 Guersón... extraña: Véase Ex 2.22 n. 4y el otro se llamaba Eliézer,#18.4 El nombre Eliézer significa, en hebreo, mi Dios (es mi) ayuda. porque había dicho: “El Dios de mi padre vino en mi ayuda, y me salvó de la espada del faraón.”
5Moisés había acampado en el desierto, junto al monte de Dios,#18.5 Monte de Dios: Véase Ex 3.1 n. y allá fue Jetró, acompañado por la esposa y los hijos de Moisés. 6Y dijo a Moisés:
–Yo, tu suegro Jetró, he venido a verte, junto con tu esposa y sus dos hijos.
7Moisés salió a recibir a su suegro. Se inclinó delante de él y lo besó; y después de saludarse entraron en la tienda de campaña. 8Allí Moisés contó a su suegro todo lo que el Señor había hecho al faraón y a los egipcios en favor de Israel, todas las dificultades que habían tenido en el camino y la forma en que el Señor los había salvado.
9Jetró se alegró por la mucha bondad que Dios había mostrado a los israelitas al salvarlos del poder de los egipcios, 10y dijo:
–Bendito sea el Señor, que os ha librado a vosotros, pueblo de Israel, del poder del faraón y de los egipcios; que os ha librado del poder opresor 11y de la insolencia con que ellos os trataron.#18.11 La insolencia con que ellos os trataron: traducción poco segura; heb. oscuro. Ahora estoy convencido de que el Señor es más grande que todos los dioses.
12Jetró tomó un animal para quemarlo en honor de Dios,#18.12 Entre Madián y el Israel de los primeros tiempos existieron no solo lazos familiares (cf. el matrimonio de Moisés en Ex 2.21), sino también afinidades religiosas (Nm 10.29-32). Aquí, Jetró comparte con Moisés un banquete sagrado en que se comía parte de la víctima ofrecida en sacrificio; véase Ex 2.16 n. y también otras ofrendas. Luego Aarón y todos los ancianos de Israel fueron a comer con el suegro de Moisés, en presencia de Dios.
Moisés designa jueces
(Dt 1.9-18)
13Al día siguiente, Moisés se sentó y dictó sentencia sobre los problemas de los israelitas, los cuales estuvieron todo el día de pie delante de él. 14Al ver lo que Moisés estaba haciendo con ellos, su suegro le dijo:
–¿Qué es lo que haces con esta gente? ¿Por qué solamente tú te sientas, y todos ellos permanecen en pie todo el día?
15Moisés le contestó:
–Es que el pueblo viene a verme para consultar a Dios. 16Cuando tienen dificultades entre ellos, vienen a verme, para que yo decida quién es el que tiene la razón; entonces les hago saber las leyes y enseñanzas de Dios.
17Pero su suegro Jetró le advirtió:
–No está bien lo que haces, 18pues tú te cansas y se cansa también la gente que está contigo. La tarea sobrepasa tus fuerzas, y tú solo no vas a poder realizarla. 19Escucha bien el consejo que te voy a dar, y que Dios te ayude. Tú debes presentarte ante Dios en lugar del pueblo, y someterle esos problemas. 20A ellos, instrúyelos en las leyes y enseñanzas, y hazles saber cómo deben vivir y qué deben hacer. 21Por lo que a ti toca, escoge entre el pueblo hombres capaces, que tengan temor de Dios y que sean sinceros, hombres que no busquen ganancias deshonestas, y a unos dales autoridad sobre grupos de mil personas, a otros sobre grupos de cien, a otros sobre grupos de cincuenta y a otros sobre grupos de diez. 22Ellos dictarán sentencia entre el pueblo en todo momento; los problemas grandes te los traerán a ti, y los problemas pequeños los atenderán ellos. Así te quitarás ese peso de encima, y ellos te ayudarán a llevarlo. 23Si pones esto en práctica, y si Dios así te lo ordena, podrás resistir; la gente, por su parte, se irá feliz a su casa.
24Moisés hizo caso a su suegro, y puso en práctica todo lo que le había dicho: 25escogió a los hombres más capaces de Israel y les dio autoridad sobre grupos de mil personas, de cien, de cincuenta y de diez.#18.25 Cf. Dt 1.9-18. 26Ellos dictaban sentencia entre el pueblo en todo momento; los problemas difíciles se los llevaban a Moisés, pero todos los de menor importancia los resolvían ellos mismos. 27Después Moisés y su suegro se despidieron, y su suegro regresó a su país.
Actualmente seleccionado:
ÉXODO 18: DHHE
Destacar
Compartir
Copiar
¿Quieres tener guardados todos tus destacados en todos tus dispositivos? Regístrate o inicia sesión
Sociedad Bíblica de España
ÉXODO 18
18
Jetró visita a Moisés
1Jetró, sacerdote de Madián y suegro de Moisés,#18.1 Jetró: Véase Ex 2.16 n. supo todo lo que Dios había hecho por Moisés y por su pueblo Israel, y supo también que el Señor los había sacado de Egipto. 2Moisés había despedido a su esposa Séfora, y Jetró la había recibido a ella 3y a sus dos hijos,#18.2-3 Cf. Hch 7.29. Despedido: o dejado, enviado. Esta expresión parece indicar que Moisés, cuando emprendió su viaje a Egipto para enfrentarse con el faraón (Ex 4.18-27), encomendó su familia al cuidado de Jetró. Una vez pasado el peligro, Jetró le entrega de nuevo su esposa e hijos (v. 5). uno de los cuales se llamaba Guersón, porque Moisés había dicho: “He sido un extranjero en tierra extraña”,#18.3 Guersón... extraña: Véase Ex 2.22 n. 4y el otro se llamaba Eliézer,#18.4 El nombre Eliézer significa, en hebreo, mi Dios (es mi) ayuda. porque había dicho: “El Dios de mi padre vino en mi ayuda, y me salvó de la espada del faraón.”
5Moisés había acampado en el desierto, junto al monte de Dios,#18.5 Monte de Dios: Véase Ex 3.1 n. y allá fue Jetró, acompañado por la esposa y los hijos de Moisés. 6Y dijo a Moisés:
–Yo, tu suegro Jetró, he venido a verte, junto con tu esposa y sus dos hijos.
7Moisés salió a recibir a su suegro. Se inclinó delante de él y lo besó; y después de saludarse entraron en la tienda de campaña. 8Allí Moisés contó a su suegro todo lo que el Señor había hecho al faraón y a los egipcios en favor de Israel, todas las dificultades que habían tenido en el camino y la forma en que el Señor los había salvado.
9Jetró se alegró por la mucha bondad que Dios había mostrado a los israelitas al salvarlos del poder de los egipcios, 10y dijo:
–Bendito sea el Señor, que os ha librado a vosotros, pueblo de Israel, del poder del faraón y de los egipcios; que os ha librado del poder opresor 11y de la insolencia con que ellos os trataron.#18.11 La insolencia con que ellos os trataron: traducción poco segura; heb. oscuro. Ahora estoy convencido de que el Señor es más grande que todos los dioses.
12Jetró tomó un animal para quemarlo en honor de Dios,#18.12 Entre Madián y el Israel de los primeros tiempos existieron no solo lazos familiares (cf. el matrimonio de Moisés en Ex 2.21), sino también afinidades religiosas (Nm 10.29-32). Aquí, Jetró comparte con Moisés un banquete sagrado en que se comía parte de la víctima ofrecida en sacrificio; véase Ex 2.16 n. y también otras ofrendas. Luego Aarón y todos los ancianos de Israel fueron a comer con el suegro de Moisés, en presencia de Dios.
Moisés designa jueces
(Dt 1.9-18)
13Al día siguiente, Moisés se sentó y dictó sentencia sobre los problemas de los israelitas, los cuales estuvieron todo el día de pie delante de él. 14Al ver lo que Moisés estaba haciendo con ellos, su suegro le dijo:
–¿Qué es lo que haces con esta gente? ¿Por qué solamente tú te sientas, y todos ellos permanecen en pie todo el día?
15Moisés le contestó:
–Es que el pueblo viene a verme para consultar a Dios. 16Cuando tienen dificultades entre ellos, vienen a verme, para que yo decida quién es el que tiene la razón; entonces les hago saber las leyes y enseñanzas de Dios.
17Pero su suegro Jetró le advirtió:
–No está bien lo que haces, 18pues tú te cansas y se cansa también la gente que está contigo. La tarea sobrepasa tus fuerzas, y tú solo no vas a poder realizarla. 19Escucha bien el consejo que te voy a dar, y que Dios te ayude. Tú debes presentarte ante Dios en lugar del pueblo, y someterle esos problemas. 20A ellos, instrúyelos en las leyes y enseñanzas, y hazles saber cómo deben vivir y qué deben hacer. 21Por lo que a ti toca, escoge entre el pueblo hombres capaces, que tengan temor de Dios y que sean sinceros, hombres que no busquen ganancias deshonestas, y a unos dales autoridad sobre grupos de mil personas, a otros sobre grupos de cien, a otros sobre grupos de cincuenta y a otros sobre grupos de diez. 22Ellos dictarán sentencia entre el pueblo en todo momento; los problemas grandes te los traerán a ti, y los problemas pequeños los atenderán ellos. Así te quitarás ese peso de encima, y ellos te ayudarán a llevarlo. 23Si pones esto en práctica, y si Dios así te lo ordena, podrás resistir; la gente, por su parte, se irá feliz a su casa.
24Moisés hizo caso a su suegro, y puso en práctica todo lo que le había dicho: 25escogió a los hombres más capaces de Israel y les dio autoridad sobre grupos de mil personas, de cien, de cincuenta y de diez.#18.25 Cf. Dt 1.9-18. 26Ellos dictaban sentencia entre el pueblo en todo momento; los problemas difíciles se los llevaban a Moisés, pero todos los de menor importancia los resolvían ellos mismos. 27Después Moisés y su suegro se despidieron, y su suegro regresó a su país.
Actualmente seleccionado:
:
Destacar
Compartir
Copiar
¿Quieres tener guardados todos tus destacados en todos tus dispositivos? Regístrate o inicia sesión
Sociedad Bíblica de España