ÉXODO 24
24
Confirmación del pacto#24.1-11 Estos vs. marcan la culminación del relato comenzado en el cap. 19. En Ex 19.3-6, Israel había sido invitado a aceptar el pacto que el Señor le ofrecía. Ahora, ese pacto es solemnemente ratificado mediante una ceremonia apropiada.
1El Señor dijo a Moisés:
–Sube junto con Aarón, Nadab, Abihú y setenta de los ancianos de Israel#24.1 Nadab y Abihú eran hijos de Aarón (Ex 6.23); los ancianos representaban a todo el pueblo. Véase Ex 3.16 nota f. al lugar donde yo estoy; pero quedaos a cierta distancia y arrodillaos allí. 2Tan sólo tú podrás acercarte a mí; los demás no deben acercarse, ni la gente subirá contigo.
3Moisés fue y le contó al pueblo todo lo que el Señor había dicho y ordenado, y todos a una voz contestaron:
–¡Haremos todo lo que el Señor ha ordenado!#24.3 El compromiso de fidelidad al Señor, por parte del pueblo, es esencial para la celebración de la alianza (Ex 19.8; Dt 5.27). En este v., el pueblo responde al anuncio hecho por Moisés de viva voz; en el v. 7, a la lectura del libro del pacto.
4Entonces Moisés escribió todo lo que el Señor había dicho, y al día siguiente, muy temprano, se levantó y construyó un altar al pie del monte, y colocó doce piedras sagradas, una por cada tribu de Israel.#24.4 En el rito de celebración del pacto, el altar representa al Señor. Las piedras son, simbólicamente, testigos y recuerdo o memorial del pacto allí celebrado. Cf. Gn 31.44-53; Jos 4.7; 24.27. 5Luego mandó a unos jóvenes israelitas que mataran toros y los ofrecieran al Señor como holocaustos y sacrificios de reconciliación. 6Moisés tomó la mitad de la sangre y la puso en unos tazones, y la otra mitad la roció sobre el altar. 7Después tomó el libro del pacto y se lo leyó al pueblo, y ellos dijeron:
–Pondremos toda nuestra atención en hacer lo que el Señor ha ordenado.
8Entonces Moisés tomó la sangre y, rociándola sobre la gente, dijo:
–Esta es la sangre que confirma el pacto hecho por el Señor con vosotros sobre la base de todas estas palabras.#24.8 Cf. Mt 26.28; Mc 14.24; Lc 22.20; 1 Co 11.25; Heb 9.19-20; 10.29. La sangre rociada por partes iguales sobre el altar y sobre el pueblo (Ex 24.6,8) establece un vínculo indisoluble y una comunidad de vida entre el Señor y su pueblo. De este modo, la alianza queda solemnemente establecida.
9Moisés subió al monte con Aarón, Nadab, Abihú y setenta ancianos de Israel. 10Allí vieron al Dios de Israel: bajo sus pies había algo brillante como un suelo de zafiro y claro como el mismo cielo. 11Dios no hizo daño#24.11 Dios no hizo daño: lit. Dios no extendió su mano. a estos hombres notables de Israel, los cuales vieron a Dios,#24.10-11 El hecho de ver al Dios de Israel sin padecer ningún daño es algo completamente inusual en el AT, porque ningún ser humano puede ver a Dios y seguir viviendo (véase Ex 3.6 nota d). y comieron y bebieron.#24.11 El pacto de Isaac con Abimélec (Gn 26.26-31) y el de Jacob con Labán (Gn 31.54) es ratificado igualmente con una comida en común.
Moisés en el monte Sinaí
12El Señor dijo a Moisés:
–Sube al monte, donde yo estoy, y espérame allí, pues voy a darte unas tablas de piedra en las que he escrito la ley y los mandamientos para instruir a los israelitas.
13Moisés se levantó y, junto con su ayudante Josué, subió al monte de Dios. 14A los ancianos les dijo:
–Esperadnos en este lugar hasta que regresemos. Aquí se quedan Aarón y Hur con vosotros, y si alguien tiene algún problema, que se lo presente a ellos.
15Dicho esto, Moisés subió al monte, el cual quedó cubierto por una nube. 16La gloria del Señor vino a posarse sobre el monte Sinaí, y durante seis días la nube lo cubrió. Al séptimo día el Señor llamó a Moisés desde la nube. 17La gloria del Señor se presentó a los ojos de los israelitas como un fuego devorador, sobre la parte más alta del monte. 18Moisés entró en la nube, subió al monte, y allí se quedó cuarenta días y cuarenta noches.#24.18 Cf. Dt 9.9. Cuarenta: Véase Gn 7.12 n. Aquí se interrumpe este relato y continúa en Ex 32.
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ÉXODO 24: DHHE
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Confirmación del pacto#24.1-11 Estos vs. marcan la culminación del relato comenzado en el cap. 19. En Ex 19.3-6, Israel había sido invitado a aceptar el pacto que el Señor le ofrecía. Ahora, ese pacto es solemnemente ratificado mediante una ceremonia apropiada.
1El Señor dijo a Moisés:
–Sube junto con Aarón, Nadab, Abihú y setenta de los ancianos de Israel#24.1 Nadab y Abihú eran hijos de Aarón (Ex 6.23); los ancianos representaban a todo el pueblo. Véase Ex 3.16 nota f. al lugar donde yo estoy; pero quedaos a cierta distancia y arrodillaos allí. 2Tan sólo tú podrás acercarte a mí; los demás no deben acercarse, ni la gente subirá contigo.
3Moisés fue y le contó al pueblo todo lo que el Señor había dicho y ordenado, y todos a una voz contestaron:
–¡Haremos todo lo que el Señor ha ordenado!#24.3 El compromiso de fidelidad al Señor, por parte del pueblo, es esencial para la celebración de la alianza (Ex 19.8; Dt 5.27). En este v., el pueblo responde al anuncio hecho por Moisés de viva voz; en el v. 7, a la lectura del libro del pacto.
4Entonces Moisés escribió todo lo que el Señor había dicho, y al día siguiente, muy temprano, se levantó y construyó un altar al pie del monte, y colocó doce piedras sagradas, una por cada tribu de Israel.#24.4 En el rito de celebración del pacto, el altar representa al Señor. Las piedras son, simbólicamente, testigos y recuerdo o memorial del pacto allí celebrado. Cf. Gn 31.44-53; Jos 4.7; 24.27. 5Luego mandó a unos jóvenes israelitas que mataran toros y los ofrecieran al Señor como holocaustos y sacrificios de reconciliación. 6Moisés tomó la mitad de la sangre y la puso en unos tazones, y la otra mitad la roció sobre el altar. 7Después tomó el libro del pacto y se lo leyó al pueblo, y ellos dijeron:
–Pondremos toda nuestra atención en hacer lo que el Señor ha ordenado.
8Entonces Moisés tomó la sangre y, rociándola sobre la gente, dijo:
–Esta es la sangre que confirma el pacto hecho por el Señor con vosotros sobre la base de todas estas palabras.#24.8 Cf. Mt 26.28; Mc 14.24; Lc 22.20; 1 Co 11.25; Heb 9.19-20; 10.29. La sangre rociada por partes iguales sobre el altar y sobre el pueblo (Ex 24.6,8) establece un vínculo indisoluble y una comunidad de vida entre el Señor y su pueblo. De este modo, la alianza queda solemnemente establecida.
9Moisés subió al monte con Aarón, Nadab, Abihú y setenta ancianos de Israel. 10Allí vieron al Dios de Israel: bajo sus pies había algo brillante como un suelo de zafiro y claro como el mismo cielo. 11Dios no hizo daño#24.11 Dios no hizo daño: lit. Dios no extendió su mano. a estos hombres notables de Israel, los cuales vieron a Dios,#24.10-11 El hecho de ver al Dios de Israel sin padecer ningún daño es algo completamente inusual en el AT, porque ningún ser humano puede ver a Dios y seguir viviendo (véase Ex 3.6 nota d). y comieron y bebieron.#24.11 El pacto de Isaac con Abimélec (Gn 26.26-31) y el de Jacob con Labán (Gn 31.54) es ratificado igualmente con una comida en común.
Moisés en el monte Sinaí
12El Señor dijo a Moisés:
–Sube al monte, donde yo estoy, y espérame allí, pues voy a darte unas tablas de piedra en las que he escrito la ley y los mandamientos para instruir a los israelitas.
13Moisés se levantó y, junto con su ayudante Josué, subió al monte de Dios. 14A los ancianos les dijo:
–Esperadnos en este lugar hasta que regresemos. Aquí se quedan Aarón y Hur con vosotros, y si alguien tiene algún problema, que se lo presente a ellos.
15Dicho esto, Moisés subió al monte, el cual quedó cubierto por una nube. 16La gloria del Señor vino a posarse sobre el monte Sinaí, y durante seis días la nube lo cubrió. Al séptimo día el Señor llamó a Moisés desde la nube. 17La gloria del Señor se presentó a los ojos de los israelitas como un fuego devorador, sobre la parte más alta del monte. 18Moisés entró en la nube, subió al monte, y allí se quedó cuarenta días y cuarenta noches.#24.18 Cf. Dt 9.9. Cuarenta: Véase Gn 7.12 n. Aquí se interrumpe este relato y continúa en Ex 32.
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