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GÉNESIS 38:6-19

GÉNESIS 38:6-19 DHHE

Judá casó a Er, su primogénito, con una mujer llamada Tamar. Pero al Señor no le agradaba la mala conducta de Er, y le quitó la vida. Entonces Judá dijo a Onán: –Únete a la viuda de tu hermano y cumple así con tu deber de cuñado, para que tu hermano pueda tener descendientes por medio de ti. Pero Onán sabía que los hijos que nacieran no serían considerados suyos. Por eso, cada vez que se unía con la viuda de su hermano, procuraba que ella no quedara embarazada, para que su hermano no tuviera descendientes por medio de él. Al Señor le disgustó mucho lo que Onán hacía, y también a él le quitó la vida. Entonces Judá dijo a su nuera Tamar: –Quédate viuda en la casa de tu padre, hasta que mi hijo Selá sea mayor de edad. En realidad, Judá pensaba que también Selá podría morir como sus hermanos. Así Tamar se fue a vivir a la casa de su padre. Pasó el tiempo y murió la esposa de Judá, la hija de Súa. Cuando Judá dejó de guardar luto, fue al pueblo de Timnat, donde estaban los que trasquilaban sus ovejas, y su amigo Hirá el adulamita le acompañó. Cuando Tamar supo que su suegro había ido a Timnat a trasquilar las ovejas, se quitó el vestido de viuda, se cubrió con un velo para que nadie la reconociera y se sentó a la entrada del pueblo de Enaim, que está en el camino de Timnat. Hizo esto porque sabía que Selá ya era mayor de edad y, sin embargo, no la habían casado con él. Cuando Judá la vio, pensó que era una prostituta, pues ella se había cubierto la cara. Entonces se apartó del camino para acercarse a ella y, sin saber que era su nuera, le dijo: –¿Me dejas acostarme contigo? –¿Qué me darás por acostarte conmigo? –le preguntó ella. –Te mandaré uno de los cabritos de mi rebaño –contestó Judá. –Está bien –dijo ella–, pero déjame algo tuyo en prenda hasta que me lo mandes. –¿Qué quieres que te deje? –preguntó Judá. –Dame tu sello con el cordón, y el bastón que tienes en la mano –respondió ella. Judá se los dio y se acostó con ella, y la dejó embarazada. Después Tamar fue y se quitó el velo que llevaba puesto, y volvió a vestirse sus ropas de viuda.