HEBREOS 11:8-13
HEBREOS 11:8-13 DHHE
Por fe, Abraham, cuando Dios lo llamó, obedeció y salió para ir al lugar que le iba a dar como herencia. Salió de su tierra sin saber a dónde iba, y por la fe que tenía vivió como extranjero en la tierra que Dios le había prometido. Vivió en tiendas de campaña, lo mismo que Isaac y Jacob, que también recibieron esa promesa. Abraham esperaba aquella ciudad que tiene cimientos firmes, de la cual Dios es arquitecto y constructor. También por fe, Abraham recibió fuerzas para ser padre, porque creyó que Dios cumpliría sin falta su promesa, a pesar de que Sara no podía tener hijos y él ya era demasiado viejo. Así que Abraham, aunque próximo el fin de sus días, tuvo descendientes tan numerosos como las estrellas del cielo y como la arena de la orilla del mar, que no se puede contar. Todas estas personas murieron sin haber recibido las cosas que Dios había prometido; pero como tenían fe, las vieron de lejos y las saludaron reconociéndose a sí mismos extranjeros de paso por este mundo.