ISAÍAS 39
39
Ezequías recibe a los enviados de Babilonia
(2 R 20.12-19; 2 Cr 32.27-31)
1Por aquel tiempo, el rey Merodac-baladán, hijo de Baladán, rey de Babilonia, oyó decir que Ezequías había estado enfermo aunque ya había recobrado la salud, y por medio de unos mensajeros le envió cartas y un regalo.#39.1-2 Merodac-baladán: Véase 2 R 20.12 n. Puede ser que esta visita haya tenido por objeto pedir ayuda a Ezequías contra Asiria. La posesión del rico tesoro sugiere una fecha cercana al 703 a.C., año en que Ezequías quitó del templo la plata y el oro (2 R 18.15-16). 2Ezequías se alegró de su llegada y les mostró su tesoro, la plata y el oro, los perfumes, el aceite fino y su depósito de armas, y todo lo que se encontraba en sus depósitos. No hubo nada en su palacio ni en todo su reino que no les mostrara. 3Entonces fue el profeta Isaías a ver al rey Ezequías y le preguntó:
–¿De dónde vinieron esos hombres, y qué te dijeron?
Ezequías respondió:
–Vinieron de un país lejano; vinieron de Babilonia.
4Isaías le preguntó:
–¿Y qué vieron en tu palacio?
Ezequías contestó:
–Vieron todo lo que hay en él. No hubo nada en mis depósitos que yo no les mostrara.#39.3-4 Isaías debió sospechar que los dos reyes estaban tramando algún complot contra Asiria.
5Isaías dijo entonces a Ezequías:
–Escucha este mensaje del Señor todopoderoso: 6‘Van a venir días en que todo lo que hay en tu palacio y todo lo que juntaron tus antepasados hasta el día de hoy, será llevado a Babilonia. Nada quedará aquí. 7Aun a algunos de tus propios descendientes se los llevarán a Babilonia, los castrarán y los pondrán como criados en el palacio del rey.’#39.5-7 Algunos relacionan este anuncio con la prisión de Manasés, hijo de Ezequías, en Babilonia, narrada en 2 Cr 33.10-13; pero es más probable que se refiera a la deportación masiva que tuvo lugar más tarde, bajo Nabucodonosor (2 R 24.10–25.17).
8Ezequías, pensando que al menos durante su vida habría paz y seguridad, respondió a Isaías:
–El mensaje que me has traído de parte del Señor es favorable.
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ISAÍAS 39: DHHE
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Ezequías recibe a los enviados de Babilonia
(2 R 20.12-19; 2 Cr 32.27-31)
1Por aquel tiempo, el rey Merodac-baladán, hijo de Baladán, rey de Babilonia, oyó decir que Ezequías había estado enfermo aunque ya había recobrado la salud, y por medio de unos mensajeros le envió cartas y un regalo.#39.1-2 Merodac-baladán: Véase 2 R 20.12 n. Puede ser que esta visita haya tenido por objeto pedir ayuda a Ezequías contra Asiria. La posesión del rico tesoro sugiere una fecha cercana al 703 a.C., año en que Ezequías quitó del templo la plata y el oro (2 R 18.15-16). 2Ezequías se alegró de su llegada y les mostró su tesoro, la plata y el oro, los perfumes, el aceite fino y su depósito de armas, y todo lo que se encontraba en sus depósitos. No hubo nada en su palacio ni en todo su reino que no les mostrara. 3Entonces fue el profeta Isaías a ver al rey Ezequías y le preguntó:
–¿De dónde vinieron esos hombres, y qué te dijeron?
Ezequías respondió:
–Vinieron de un país lejano; vinieron de Babilonia.
4Isaías le preguntó:
–¿Y qué vieron en tu palacio?
Ezequías contestó:
–Vieron todo lo que hay en él. No hubo nada en mis depósitos que yo no les mostrara.#39.3-4 Isaías debió sospechar que los dos reyes estaban tramando algún complot contra Asiria.
5Isaías dijo entonces a Ezequías:
–Escucha este mensaje del Señor todopoderoso: 6‘Van a venir días en que todo lo que hay en tu palacio y todo lo que juntaron tus antepasados hasta el día de hoy, será llevado a Babilonia. Nada quedará aquí. 7Aun a algunos de tus propios descendientes se los llevarán a Babilonia, los castrarán y los pondrán como criados en el palacio del rey.’#39.5-7 Algunos relacionan este anuncio con la prisión de Manasés, hijo de Ezequías, en Babilonia, narrada en 2 Cr 33.10-13; pero es más probable que se refiera a la deportación masiva que tuvo lugar más tarde, bajo Nabucodonosor (2 R 24.10–25.17).
8Ezequías, pensando que al menos durante su vida habría paz y seguridad, respondió a Isaías:
–El mensaje que me has traído de parte del Señor es favorable.
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