SANTIAGO 5
5
Advertencia a los ricos#5.1-6 Cf. Is 3.14-15; 10.1-4; Jer 5.26-29; Am 2.6-7; Lc 6.24.
1¡Oíd esto, vosotros los ricos! ¡Llorad y gritad por las desgracias que vais a sufrir! 2Vuestras riquezas están podridas; vuestras ropas, comidas por la polilla. 3Vuestro oro y vuestra plata se han enmohecido, y ese moho será una prueba contra vosotros y os destruirá como fuego.#5.3 Se refiere al día del juicio final, cuando de nada habrán de servir las posesiones materiales. Habéis amontonado riquezas en estos días, que son los últimos. 4El jornal que no pagasteis a los que trabajaron en vuestra cosecha está clamando contra vosotros; y el Señor todopoderoso ha oído la reclamación de esos trabajadores.#5.4 Alusión a Lv 19.13. Cf. Dt 24.14-15; Jer 22.13; Eclo 4.2-6; 35.17. 5Aquí en la tierra habéis llevado una vida de lujo y placeres, engordando como ganado, ¡y ya llega el día de la matanza!#5.5 Cf. Jer 12.3; 25.34. 6Habéis condenado y matado a los inocentes sin que ellos opusieran resistencia.#5.6 Pr 1.11-13; Sab 2.10-20.
El ejercicio de la paciencia
7Tened, pues, paciencia, hermanos, hasta que el Señor venga. El campesino que espera recoger la preciosa cosecha tiene que aguardar con paciencia las temporadas de lluvia.#5.7 Las temporadas de lluvia: lit. las lluvias tempranas y las tardías, o sea, las de otoño y primavera respectivamente (Dt 11.14; Jer 5.24). 8Vosotros también tened paciencia y manteneos firmes, porque muy pronto regresará el Señor.#5.8 Alusión a la venida gloriosa del Señor: Mt 24.30; 1 Ts 4.13-17. 9Hermanos, no os quejéis unos de otros, para que no seáis juzgados, pues Dios, que es el Juez, está ya a la puerta.#5.9 El Juez puede ser Cristo (v. 8; cf. Mt 25.31; Hch 10.42) o Dios mismo (4.12; cf. Ro 2.16; Heb 12.23). 10Hermanos míos, tomad como ejemplo de sufrimiento y paciencia a los profetas que hablaron en nombre del Señor. 11Pues nosotros consideramos felices a quienes soportaron con fortaleza el sufrimiento. Habéis oído cómo soportó Job sus sufrimientos, y sabéis de qué modo le trató al fin el Señor,#5.11 Job 1.21-22; 2.10; 42.10-17. porque el Señor es muy misericordioso y compasivo.#5.11 Ex 34.6; Sal 103.8; 111.4; Eclo 2.11. 12Sobre todo, hermanos míos, no juréis: ni por el cielo, ni por la tierra, ni por ninguna otra cosa. Cuando digáis “Sí”, que sea sí; y cuando digáis “No”, que sea no. Así Dios no os condenará.#5.12 Cf. Eclo 23.9; Mt 5.34-37.
La oración
13Si alguno de vosotros está afligido, que ore. Si alguno está contento, que cante alabanzas. 14Si alguno está enfermo, que llame a los ancianos#5.14 Ancianos: es decir, los que presiden la comunidad; véase Hch 11.30 n. de la iglesia, para que oren por él y en el nombre del Señor le apliquen aceite. #5.14 El aceite de oliva se usaba como medicina (cf. Lc 10.34); aquí se trata de un rito religioso, en el nombre del Señor, acompañado de la oración, para obtener del Señor la curación del enfermo (cf. Mc 6.13) y el perdón de los pecados (cf. Mt 9.1-8). 15Y cuando oréis con fe, el enfermo sanará y el Señor lo levantará; y si ha cometido pecados, le serán perdonados.#5.15 Cf. Mc 16.18. 16Por eso, confesaos unos a otros vuestros pecados y orad unos por otros para ser sanados.#5.16 Cf. Pr 28.13; Eclo 4.25-26. La oración fervorosa del hombre bueno tiene mucho poder. 17El profeta Elías era un hombre como nosotros, y cuando oró con fervor pidiendo que no lloviera dejó de llover sobre la tierra durante tres años y medio.#5.17 1 R 17.1; 18.1; Eclo 48.2-3; Lc 4.25. 18Después, cuando oró otra vez, volvió a llover#5.18 1 R 18.42-45. y la tierra dio su cosecha.
La conversión del pecador
19Hermanos míos, si alguno de vosotros se desvía de la verdad y otro le hace volver, 20sabed que quien hace volver al pecador de su mal camino le salva#5.20 Le salva: otra posible traducción: se salva (lit. salvará su alma o su vida). de la muerte y hace que muchos pecados sean perdonados.#5.20 Muchos pecados: Probablemente debe entenderse en sentido general, sin especificar de quién son. Cf. Pr 10.12; 1 P 4.8.
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Advertencia a los ricos#5.1-6 Cf. Is 3.14-15; 10.1-4; Jer 5.26-29; Am 2.6-7; Lc 6.24.
1¡Oíd esto, vosotros los ricos! ¡Llorad y gritad por las desgracias que vais a sufrir! 2Vuestras riquezas están podridas; vuestras ropas, comidas por la polilla. 3Vuestro oro y vuestra plata se han enmohecido, y ese moho será una prueba contra vosotros y os destruirá como fuego.#5.3 Se refiere al día del juicio final, cuando de nada habrán de servir las posesiones materiales. Habéis amontonado riquezas en estos días, que son los últimos. 4El jornal que no pagasteis a los que trabajaron en vuestra cosecha está clamando contra vosotros; y el Señor todopoderoso ha oído la reclamación de esos trabajadores.#5.4 Alusión a Lv 19.13. Cf. Dt 24.14-15; Jer 22.13; Eclo 4.2-6; 35.17. 5Aquí en la tierra habéis llevado una vida de lujo y placeres, engordando como ganado, ¡y ya llega el día de la matanza!#5.5 Cf. Jer 12.3; 25.34. 6Habéis condenado y matado a los inocentes sin que ellos opusieran resistencia.#5.6 Pr 1.11-13; Sab 2.10-20.
El ejercicio de la paciencia
7Tened, pues, paciencia, hermanos, hasta que el Señor venga. El campesino que espera recoger la preciosa cosecha tiene que aguardar con paciencia las temporadas de lluvia.#5.7 Las temporadas de lluvia: lit. las lluvias tempranas y las tardías, o sea, las de otoño y primavera respectivamente (Dt 11.14; Jer 5.24). 8Vosotros también tened paciencia y manteneos firmes, porque muy pronto regresará el Señor.#5.8 Alusión a la venida gloriosa del Señor: Mt 24.30; 1 Ts 4.13-17. 9Hermanos, no os quejéis unos de otros, para que no seáis juzgados, pues Dios, que es el Juez, está ya a la puerta.#5.9 El Juez puede ser Cristo (v. 8; cf. Mt 25.31; Hch 10.42) o Dios mismo (4.12; cf. Ro 2.16; Heb 12.23). 10Hermanos míos, tomad como ejemplo de sufrimiento y paciencia a los profetas que hablaron en nombre del Señor. 11Pues nosotros consideramos felices a quienes soportaron con fortaleza el sufrimiento. Habéis oído cómo soportó Job sus sufrimientos, y sabéis de qué modo le trató al fin el Señor,#5.11 Job 1.21-22; 2.10; 42.10-17. porque el Señor es muy misericordioso y compasivo.#5.11 Ex 34.6; Sal 103.8; 111.4; Eclo 2.11. 12Sobre todo, hermanos míos, no juréis: ni por el cielo, ni por la tierra, ni por ninguna otra cosa. Cuando digáis “Sí”, que sea sí; y cuando digáis “No”, que sea no. Así Dios no os condenará.#5.12 Cf. Eclo 23.9; Mt 5.34-37.
La oración
13Si alguno de vosotros está afligido, que ore. Si alguno está contento, que cante alabanzas. 14Si alguno está enfermo, que llame a los ancianos#5.14 Ancianos: es decir, los que presiden la comunidad; véase Hch 11.30 n. de la iglesia, para que oren por él y en el nombre del Señor le apliquen aceite. #5.14 El aceite de oliva se usaba como medicina (cf. Lc 10.34); aquí se trata de un rito religioso, en el nombre del Señor, acompañado de la oración, para obtener del Señor la curación del enfermo (cf. Mc 6.13) y el perdón de los pecados (cf. Mt 9.1-8). 15Y cuando oréis con fe, el enfermo sanará y el Señor lo levantará; y si ha cometido pecados, le serán perdonados.#5.15 Cf. Mc 16.18. 16Por eso, confesaos unos a otros vuestros pecados y orad unos por otros para ser sanados.#5.16 Cf. Pr 28.13; Eclo 4.25-26. La oración fervorosa del hombre bueno tiene mucho poder. 17El profeta Elías era un hombre como nosotros, y cuando oró con fervor pidiendo que no lloviera dejó de llover sobre la tierra durante tres años y medio.#5.17 1 R 17.1; 18.1; Eclo 48.2-3; Lc 4.25. 18Después, cuando oró otra vez, volvió a llover#5.18 1 R 18.42-45. y la tierra dio su cosecha.
La conversión del pecador
19Hermanos míos, si alguno de vosotros se desvía de la verdad y otro le hace volver, 20sabed que quien hace volver al pecador de su mal camino le salva#5.20 Le salva: otra posible traducción: se salva (lit. salvará su alma o su vida). de la muerte y hace que muchos pecados sean perdonados.#5.20 Muchos pecados: Probablemente debe entenderse en sentido general, sin especificar de quién son. Cf. Pr 10.12; 1 P 4.8.
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