JOSUÉ 22
22
El regreso de Rubén, Gad y la media tribu de Manasés#22.1-9 Aquí comienza la tercera y última parte del libro de Josué. Las tribus de la Transjordania, después de haber participado en la conquista de Canaán, son enviadas de vuelta a sus propias tierras. Cf. Nm 32.20-32 y véase Jos 1.12-15 n.
1Entonces Josué llamó a las tribus de Rubén y de Gad y a la media tribu de Manasés, 2y les dijo: “Vosotros habéis cumplido todo lo que os ordenó Moisés, el siervo del Señor, y habéis obedecido todas mis órdenes. 3Hasta el día de hoy, y durante todo este tiempo, no habéis abandonado a vuestros hermanos, y habéis cumplido fielmente los mandamientos de vuestro Señor y Dios. 4Ahora que él ha cumplido su promesa y que vuestros hermanos tienen paz, volved a vuestras tiendas de campaña y a las tierras que Moisés, el siervo del Señor, os dio al este del río Jordán. 5Lo único que os pido es que cumpláis fielmente el mandamiento y la ley que os dio Moisés, el siervo del Señor; es decir, que améis al Señor y Dios vuestro, que andéis siempre en sus caminos y obedezcáis sus mandatos, y que le sigáis y le sirváis con todo el corazón y con toda el alma.”#22.5 Con todo el corazón y con toda el alma: Cf. Dt 5.29; véase Dt 6.5 nota e.
6Después de esto, Josué los bendijo y los despidió, y ellos se fueron a sus tiendas.
7A una mitad de la tribu de Manasés, Moisés le había dado tierras en la región de Basán.#22.7 Basán: Véase Dt 3.1 n. A la otra mitad de la tribu de Manasés, Josué le dio tierras entre los israelitas al oeste del Jordán, y a los primeros los bendijo y los mandó de regreso. 8Y les dijo: “Vosotros volvéis ahora a vuestras tierras con grandes riquezas y muchos animales, con oro, plata, bronce y hierro, y con mucha ropa. Compartid con vuestros hermanos esto que habéis quitado al enemigo.”
9Así fue como las tribus de Rubén y de Gad y la media tribu de Manasés se separaron del resto de los israelitas en Siló,#22.9 Siló: Véase Jos 18.1 nota a. en la región de Canaán, para regresar a sus posesiones en la región de Galaad,#22.9 Galaad: Véase Dt 2.36-37 n. donde tenían tierras según el Señor lo había ordenado por medio de Moisés.
El altar junto al Jordán
10Cuando las tribus de Rubén y de Gad y la media tribu de Manasés llegaron al río Jordán, todavía en territorio cananeo,#22.10 En territorio cananeo: o sea, la región situada al oeste del río Jordán. levantaron junto al río un gran altar. 11A los otros israelitas les llegó la noticia de que las tribus de Rubén y de Gad y la media tribu de Manasés habían construido un altar#22.11 El resto de las tribus va a interpretar la construcción de este altar como una acción separatista (cf. v. 19), ya que el altar de todo el pueblo de Israel se encontraba en el santuario de Siló (véase Jos 18.1 nota a). Este cap. manifiesta una preocupación por la unidad del santuario semejante a la de Dt 12. en la frontera de Canaán, junto al Jordán, en territorio israelita; 12y en cuanto los israelitas lo supieron, se reunieron en Siló para ir a pelear contra ellos. 13Mandaron antes a Finees, hijo del sacerdote Eleazar,#22.13 Finees, hijo del sacerdote Eleazar: Cf. Nm 25.7-13. para que fuera a Galaad, donde estaban las tribus de Rubén y de Gad y la media tribu de Manasés. 14Con él iban diez principales jefes israelitas, cada uno de los cuales representaba a su clan y a su tribu. 15Todos ellos fueron a Galaad, donde estaban las tribus de Rubén y de Gad y la media tribu de Manasés, y les dijeron:
16–Nosotros hablamos en el nombre del pueblo del Señor. ¿Qué traición es esta que habéis cometido contra el Dios de Israel? ¿Por qué le habéis abandonado y os habéis construido un altar en rebeldía contra el Señor? 17¿Acaso no ha sido bastante el pecado de Peor,#22.17 El pecado de Peor: Cf. Nm 25.1-3. con el que todavía estamos manchados y por el que murieron tantos del pueblo del Señor? 18¿No os basta con eso, para que ahora también os apartéis vosotros del Señor? Si hoy os rebeláis contra el Señor, mañana él se enojará con todo el pueblo israelita. 19Si os parece que este territorio que os ha tocado es impuro, venid a la tierra del Señor, donde está el santuario del Señor. Tomad un territorio entre nosotros, pero no os rebeléis contra el Señor ni contra nosotros construyendo otro altar además del altar del Señor nuestro Dios. 20Recordad que Acán, el hijo de Zérah, pecó por tomar de lo que estaba consagrado a la destrucción, y que por su culpa el Señor se enojó con toda la comunidad de Israel. ¡Y Acán no fue el único que murió a causa de su pecado!#22.20 Jos 7.1-26.
21Entonces los de Rubén y de Gad y los de la media tribu de Manasés contestaron a los jefes israelitas:
22–El Señor y Dios de todos los dioses sabe que no hicimos este altar por rebeldía o para apartarnos de él. Él lo sabe y os lo hace saber a todos vosotros; si fue por estas razones, ¡no nos perdones la vida! 23Si construimos este altar para apartarnos del Señor, o para presentar holocaustos, ofrendas de cereales o sacrificios de reconciliación, que el mismo Señor nos pida cuentas. 24La verdad es que lo hicimos porque no queremos que algún día vuestros hijos digan a los nuestros: ‘¿Qué tenéis que ver vosotros con el Señor y Dios de Israel? 25El Señor ha puesto el Jordán para separarnos de vosotros, los de las tribus de Rubén y de Gad. Vosotros no tenéis nada que ver con el Señor.’ Así vuestros hijos harían que los nuestros dejaran de sentir reverencia por el Señor. 26Por eso pensamos construir un altar, no para ofrecer holocaustos al Señor ni presentar otros sacrificios, 27sino para que sea un testimonio entre vosotros y nosotros, y entre nuestros descendientes, de que nosotros podemos servir al Señor y presentarnos ante él con nuestros holocaustos y con nuestros sacrificios por el pecado y de reconciliación. Así vuestros descendientes no podrán decir a los nuestros: ‘Vosotros no tenéis nada que ver con el Señor.’ 28Pensamos que si alguien nos dice eso a nosotros o a nuestros descendientes, podremos responder: ‘¡Mirad!, nuestros antepasados construyeron este altar del Señor, no para ofrecer holocaustos ni sacrificios, sino para que sirva de testimonio entre vosotros y nosotros.’ 29Dios nos libre de rebelarnos contra él, o de abandonarle, construyendo otro altar para ofrecer holocaustos u ofrendas de cereales, o para otros sacrificios, aparte del altar del Señor nuestro Dios que está delante de su santuario.
30Cuando el sacerdote Finees, los jefes de la comunidad y los jefes de clanes que le acompañaban oyeron lo que decían los de Rubén y de Gad y los de la media tribu de Manasés, les pareció bien. 31Entonces Finees, el hijo del sacerdote Eleazar, les dijo:
–Ahora estamos seguros de que el Señor está con nosotros, pues vosotros no tratasteis de rebelaros contra él, y así nos habéis salvado del castigo del Señor.
32Después de esto, Finees y los que le acompañaban se despidieron de ellos y regresaron de la región de Galaad a la de Canaán, donde estaban los israelitas. Cuando contaron a los que estaban en Canaán lo que habían contestado los de las otras tribus, 33la respuesta les pareció bien, y alabaron a Dios. Desde entonces no hablaron más de atacar a las tribus de Rubén y de Gad, ni de destruir sus tierras. 34Los descendientes de Rubén y de Gad pusieron al altar el nombre de “Testimonio”,#22.34 El nombre de “Testimonio”: traducción probable, según el contexto y el v. 27. diciendo: “Este altar será un testimonio entre nosotros de que el Señor es Dios.”
Actualmente seleccionado:
JOSUÉ 22: DHHE
Destacar
Compartir
Copiar
¿Quieres tener guardados todos tus destacados en todos tus dispositivos? Regístrate o inicia sesión
Sociedad Bíblica de España
JOSUÉ 22
22
El regreso de Rubén, Gad y la media tribu de Manasés#22.1-9 Aquí comienza la tercera y última parte del libro de Josué. Las tribus de la Transjordania, después de haber participado en la conquista de Canaán, son enviadas de vuelta a sus propias tierras. Cf. Nm 32.20-32 y véase Jos 1.12-15 n.
1Entonces Josué llamó a las tribus de Rubén y de Gad y a la media tribu de Manasés, 2y les dijo: “Vosotros habéis cumplido todo lo que os ordenó Moisés, el siervo del Señor, y habéis obedecido todas mis órdenes. 3Hasta el día de hoy, y durante todo este tiempo, no habéis abandonado a vuestros hermanos, y habéis cumplido fielmente los mandamientos de vuestro Señor y Dios. 4Ahora que él ha cumplido su promesa y que vuestros hermanos tienen paz, volved a vuestras tiendas de campaña y a las tierras que Moisés, el siervo del Señor, os dio al este del río Jordán. 5Lo único que os pido es que cumpláis fielmente el mandamiento y la ley que os dio Moisés, el siervo del Señor; es decir, que améis al Señor y Dios vuestro, que andéis siempre en sus caminos y obedezcáis sus mandatos, y que le sigáis y le sirváis con todo el corazón y con toda el alma.”#22.5 Con todo el corazón y con toda el alma: Cf. Dt 5.29; véase Dt 6.5 nota e.
6Después de esto, Josué los bendijo y los despidió, y ellos se fueron a sus tiendas.
7A una mitad de la tribu de Manasés, Moisés le había dado tierras en la región de Basán.#22.7 Basán: Véase Dt 3.1 n. A la otra mitad de la tribu de Manasés, Josué le dio tierras entre los israelitas al oeste del Jordán, y a los primeros los bendijo y los mandó de regreso. 8Y les dijo: “Vosotros volvéis ahora a vuestras tierras con grandes riquezas y muchos animales, con oro, plata, bronce y hierro, y con mucha ropa. Compartid con vuestros hermanos esto que habéis quitado al enemigo.”
9Así fue como las tribus de Rubén y de Gad y la media tribu de Manasés se separaron del resto de los israelitas en Siló,#22.9 Siló: Véase Jos 18.1 nota a. en la región de Canaán, para regresar a sus posesiones en la región de Galaad,#22.9 Galaad: Véase Dt 2.36-37 n. donde tenían tierras según el Señor lo había ordenado por medio de Moisés.
El altar junto al Jordán
10Cuando las tribus de Rubén y de Gad y la media tribu de Manasés llegaron al río Jordán, todavía en territorio cananeo,#22.10 En territorio cananeo: o sea, la región situada al oeste del río Jordán. levantaron junto al río un gran altar. 11A los otros israelitas les llegó la noticia de que las tribus de Rubén y de Gad y la media tribu de Manasés habían construido un altar#22.11 El resto de las tribus va a interpretar la construcción de este altar como una acción separatista (cf. v. 19), ya que el altar de todo el pueblo de Israel se encontraba en el santuario de Siló (véase Jos 18.1 nota a). Este cap. manifiesta una preocupación por la unidad del santuario semejante a la de Dt 12. en la frontera de Canaán, junto al Jordán, en territorio israelita; 12y en cuanto los israelitas lo supieron, se reunieron en Siló para ir a pelear contra ellos. 13Mandaron antes a Finees, hijo del sacerdote Eleazar,#22.13 Finees, hijo del sacerdote Eleazar: Cf. Nm 25.7-13. para que fuera a Galaad, donde estaban las tribus de Rubén y de Gad y la media tribu de Manasés. 14Con él iban diez principales jefes israelitas, cada uno de los cuales representaba a su clan y a su tribu. 15Todos ellos fueron a Galaad, donde estaban las tribus de Rubén y de Gad y la media tribu de Manasés, y les dijeron:
16–Nosotros hablamos en el nombre del pueblo del Señor. ¿Qué traición es esta que habéis cometido contra el Dios de Israel? ¿Por qué le habéis abandonado y os habéis construido un altar en rebeldía contra el Señor? 17¿Acaso no ha sido bastante el pecado de Peor,#22.17 El pecado de Peor: Cf. Nm 25.1-3. con el que todavía estamos manchados y por el que murieron tantos del pueblo del Señor? 18¿No os basta con eso, para que ahora también os apartéis vosotros del Señor? Si hoy os rebeláis contra el Señor, mañana él se enojará con todo el pueblo israelita. 19Si os parece que este territorio que os ha tocado es impuro, venid a la tierra del Señor, donde está el santuario del Señor. Tomad un territorio entre nosotros, pero no os rebeléis contra el Señor ni contra nosotros construyendo otro altar además del altar del Señor nuestro Dios. 20Recordad que Acán, el hijo de Zérah, pecó por tomar de lo que estaba consagrado a la destrucción, y que por su culpa el Señor se enojó con toda la comunidad de Israel. ¡Y Acán no fue el único que murió a causa de su pecado!#22.20 Jos 7.1-26.
21Entonces los de Rubén y de Gad y los de la media tribu de Manasés contestaron a los jefes israelitas:
22–El Señor y Dios de todos los dioses sabe que no hicimos este altar por rebeldía o para apartarnos de él. Él lo sabe y os lo hace saber a todos vosotros; si fue por estas razones, ¡no nos perdones la vida! 23Si construimos este altar para apartarnos del Señor, o para presentar holocaustos, ofrendas de cereales o sacrificios de reconciliación, que el mismo Señor nos pida cuentas. 24La verdad es que lo hicimos porque no queremos que algún día vuestros hijos digan a los nuestros: ‘¿Qué tenéis que ver vosotros con el Señor y Dios de Israel? 25El Señor ha puesto el Jordán para separarnos de vosotros, los de las tribus de Rubén y de Gad. Vosotros no tenéis nada que ver con el Señor.’ Así vuestros hijos harían que los nuestros dejaran de sentir reverencia por el Señor. 26Por eso pensamos construir un altar, no para ofrecer holocaustos al Señor ni presentar otros sacrificios, 27sino para que sea un testimonio entre vosotros y nosotros, y entre nuestros descendientes, de que nosotros podemos servir al Señor y presentarnos ante él con nuestros holocaustos y con nuestros sacrificios por el pecado y de reconciliación. Así vuestros descendientes no podrán decir a los nuestros: ‘Vosotros no tenéis nada que ver con el Señor.’ 28Pensamos que si alguien nos dice eso a nosotros o a nuestros descendientes, podremos responder: ‘¡Mirad!, nuestros antepasados construyeron este altar del Señor, no para ofrecer holocaustos ni sacrificios, sino para que sirva de testimonio entre vosotros y nosotros.’ 29Dios nos libre de rebelarnos contra él, o de abandonarle, construyendo otro altar para ofrecer holocaustos u ofrendas de cereales, o para otros sacrificios, aparte del altar del Señor nuestro Dios que está delante de su santuario.
30Cuando el sacerdote Finees, los jefes de la comunidad y los jefes de clanes que le acompañaban oyeron lo que decían los de Rubén y de Gad y los de la media tribu de Manasés, les pareció bien. 31Entonces Finees, el hijo del sacerdote Eleazar, les dijo:
–Ahora estamos seguros de que el Señor está con nosotros, pues vosotros no tratasteis de rebelaros contra él, y así nos habéis salvado del castigo del Señor.
32Después de esto, Finees y los que le acompañaban se despidieron de ellos y regresaron de la región de Galaad a la de Canaán, donde estaban los israelitas. Cuando contaron a los que estaban en Canaán lo que habían contestado los de las otras tribus, 33la respuesta les pareció bien, y alabaron a Dios. Desde entonces no hablaron más de atacar a las tribus de Rubén y de Gad, ni de destruir sus tierras. 34Los descendientes de Rubén y de Gad pusieron al altar el nombre de “Testimonio”,#22.34 El nombre de “Testimonio”: traducción probable, según el contexto y el v. 27. diciendo: “Este altar será un testimonio entre nosotros de que el Señor es Dios.”
Actualmente seleccionado:
:
Destacar
Compartir
Copiar
¿Quieres tener guardados todos tus destacados en todos tus dispositivos? Regístrate o inicia sesión
Sociedad Bíblica de España