LEVÍTICO 4
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Los sacrificios por el pecado#4.1-35 Los sacrificios por el pecado tenían como finalidad restablecer la relación con Dios, comprometida por las faltas involuntarias o por algún estado de impureza. Cf. Lv 14.19; 15.15; Nm 15.22-29.
1El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:
2“Diles a los israelitas que en aquellos casos en que alguien peque involuntariamente#4.2 Estas faltas involuntarias se distinguen expresamente de los pecados cometidos en forma intencional o deliberada. Cf. Nm 15.27-31. contra alguno de los mandamientos del Señor, y haga algo que no está permitido, se hará esto:
3“Si el que peca es el sacerdote principal,#4.3 El sacerdote principal: lit. el sacerdote ungido, así llamado porque en la ceremonia de su consagración se derramaba sobre su cabeza aceite consagrado (Ex 29.7; Lv 8.12). Véase Sal 2.2 n. haciendo así recaer la culpa sobre el pueblo,#4.3 Haciendo así recaer la culpa sobre el pueblo: Por su condición de representante ante Dios de todo el pueblo, la falta del sacerdote principal contaminaba a toda la comunidad. deberá ofrecer al Señor un becerro sin defecto, como sacrificio por el pecado cometido. 4Lo llevará ante el Señor, a la entrada de la tienda del encuentro; allí le pondrá la mano sobre la cabeza,#4.4 Acerca de la imposición de las manos, véase Lv 1.4 n. y luego lo degollará en presencia del Señor. 5Después el mismo sacerdote tomará un poco de la sangre del becerro y la llevará a la tienda del encuentro, 6mojará su dedo en la sangre y la rociará siete veces ante el Señor, hacia el velo del santuario. 7Untará también con un poco de sangre los cuernos del altar destinado al incienso aromático –que está ante el Señor, en la tienda del encuentro–, y toda la sangre restante la derramará al pie del altar de los holocaustos, que está a la entrada de la tienda del encuentro. 8Luego le quitará al becerro sacrificado por el pecado toda la grasa que cubre las vísceras, 9los dos riñones, la grasa que los cubre y que está sobre los lomos, y la parte grasa del hígado, la cual quitará junto con los riñones, 10tal como se le quita al toro que se ofrece como ofrenda de reconciliación. Luego el sacerdote lo quemará sobre el altar de los holocaustos. 11Pero la piel del becerro y toda su carne, junto con la cabeza, las patas, las vísceras y los desechos 12–o sea, todo el becerro–, los sacará a un lugar limpio#4.12 Lugar limpio: La palabra hebrea se refiere a un lugar que ha sido reservado para un propósito ritual específico, es decir, a un lugar ritualmente puro. fuera del campamento, donde se echa la ceniza, y allí, sobre el montón de ceniza, pondrá leña y les prenderá fuego.
13“Si toda la comunidad israelita hace algo malo sin quererlo, y ninguno de ellos se da cuenta de que su acción va en contra de los mandamientos del Señor y que así se han hecho culpables, 14en cuanto se conozca el pecado que han cometido deberán ofrecer todos juntos un becerro, como sacrificio por el pecado. Lo llevarán ante la tienda del encuentro, 15donde los ancianos de la comunidad#4.15 A los ancianos les correspondía hacer este gesto, porque ellos representaban a la comunidad. Véase Ex 3.16 n. pondrán sus manos sobre la cabeza del becerro, ante el Señor, y allí mismo lo degollarán. 16Luego el sacerdote principal llevará un poco de la sangre del becerro a la tienda del encuentro, 17mojará su dedo en la sangre y la rociará siete veces ante el Señor, frente al velo. 18Untará con un poco de sangre los cuernos del altar que está ante el Señor, en la tienda del encuentro. Y toda la sangre restante la derramará al pie del altar de los holocaustos, el cual está a la entrada de la tienda del encuentro. 19También le quitará al becerro toda la grasa, y la quemará en el altar; 20es decir, que se hará con este becerro exactamente lo mismo que se hace con el becerro que se sacrifica por el pecado; así el sacerdote obtendrá el perdón por los pecados de ellos, y el pecado se les perdonará. 21Luego sacará el becerro fuera del campamento, y lo quemará, tal como se hace con el primer becerro, pues es el sacrificio por el pecado de la comunidad.
22“Si un jefe peca cometiendo algo que está en contra de los mandamientos del Señor su Dios, resultará culpable aun cuando lo haya hecho involuntariamente. 23En cuanto se dé cuenta del pecado que cometió, deberá llevar como ofrenda un chivo sin ningún defecto. 24Pondrá la mano sobre la cabeza del chivo, y lo degollará ante el Señor, en el lugar donde se matan los animales que van a ser quemados, pues es sacrificio por el pecado. 25Luego el sacerdote tomará con su dedo un poco de sangre del animal sacrificado por el pecado, y untará con ella los cuernos del altar de los holocaustos, después de lo cual derramará la sangre restante al pie del mismo altar,#4.25 Cf. v. 30. En este caso no se introducía la sangre de la víctima en la tienda del encuentro (cf. vs. 5-7,16-18), sino que se usaba solamente para untar el altar de los holocaustos (cf. Ex 27.1-8; 38.1-7), que se encontraba en el atrio del santuario. Además, el jefe no ofrecía el sacrificio como representante de todo el pueblo, sino a título personal. 26y quemará toda la grasa sobre el altar, tal como se hace con la del sacrificio de reconciliación. Así el sacerdote obtendrá el perdón por el pecado del jefe, y el pecado le será perdonado.
27“Si una persona de clase humilde peca involuntariamente, resultando culpable de haber hecho algo que está en contra de los mandamientos del Señor, 28en cuanto se dé cuenta del pecado que cometió, deberá llevar una cabra sin ningún defecto como ofrenda por el pecado cometido. 29Pondrá la mano sobre la cabeza del animal que ofrece por el pecado, y luego lo degollará en el lugar de los holocaustos. 30Entonces el sacerdote tomará con el dedo un poco de sangre y untará con ella los cuernos del altar de los holocaustos, y toda la sangre restante la derramará al pie del altar. 31También le quitará toda la grasa, tal como se le quita al animal que se ofrece como sacrificio de reconciliación, y la quemará en el altar como aroma agradable al Señor. Así el sacerdote obtendrá el perdón por el pecado de esa persona, y el pecado se le perdonará.
32“Si esa persona trae una oveja como sacrificio por el pecado, deberá traer una hembra sin defecto. 33Pondrá la mano sobre la cabeza de la oveja, y luego la degollará como sacrificio por el pecado en el lugar donde se matan los animales que se van a quemar. 34Entonces el sacerdote tomará con el dedo un poco de sangre del animal sacrificado por el pecado y untará con ella los cuernos del altar de los holocaustos, y toda la sangre restante la derramará al pie del altar. 35Luego le quitará toda la grasa, tal como se le quita al cordero que se ofrece como sacrificio de reconciliación, y quemará la grasa en el altar, junto con las ofrendas quemadas en honor del Señor. Así el sacerdote obtendrá el perdón por el pecado que esa persona cometió, y el pecado le será perdonado.
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Los sacrificios por el pecado#4.1-35 Los sacrificios por el pecado tenían como finalidad restablecer la relación con Dios, comprometida por las faltas involuntarias o por algún estado de impureza. Cf. Lv 14.19; 15.15; Nm 15.22-29.
1El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:
2“Diles a los israelitas que en aquellos casos en que alguien peque involuntariamente#4.2 Estas faltas involuntarias se distinguen expresamente de los pecados cometidos en forma intencional o deliberada. Cf. Nm 15.27-31. contra alguno de los mandamientos del Señor, y haga algo que no está permitido, se hará esto:
3“Si el que peca es el sacerdote principal,#4.3 El sacerdote principal: lit. el sacerdote ungido, así llamado porque en la ceremonia de su consagración se derramaba sobre su cabeza aceite consagrado (Ex 29.7; Lv 8.12). Véase Sal 2.2 n. haciendo así recaer la culpa sobre el pueblo,#4.3 Haciendo así recaer la culpa sobre el pueblo: Por su condición de representante ante Dios de todo el pueblo, la falta del sacerdote principal contaminaba a toda la comunidad. deberá ofrecer al Señor un becerro sin defecto, como sacrificio por el pecado cometido. 4Lo llevará ante el Señor, a la entrada de la tienda del encuentro; allí le pondrá la mano sobre la cabeza,#4.4 Acerca de la imposición de las manos, véase Lv 1.4 n. y luego lo degollará en presencia del Señor. 5Después el mismo sacerdote tomará un poco de la sangre del becerro y la llevará a la tienda del encuentro, 6mojará su dedo en la sangre y la rociará siete veces ante el Señor, hacia el velo del santuario. 7Untará también con un poco de sangre los cuernos del altar destinado al incienso aromático –que está ante el Señor, en la tienda del encuentro–, y toda la sangre restante la derramará al pie del altar de los holocaustos, que está a la entrada de la tienda del encuentro. 8Luego le quitará al becerro sacrificado por el pecado toda la grasa que cubre las vísceras, 9los dos riñones, la grasa que los cubre y que está sobre los lomos, y la parte grasa del hígado, la cual quitará junto con los riñones, 10tal como se le quita al toro que se ofrece como ofrenda de reconciliación. Luego el sacerdote lo quemará sobre el altar de los holocaustos. 11Pero la piel del becerro y toda su carne, junto con la cabeza, las patas, las vísceras y los desechos 12–o sea, todo el becerro–, los sacará a un lugar limpio#4.12 Lugar limpio: La palabra hebrea se refiere a un lugar que ha sido reservado para un propósito ritual específico, es decir, a un lugar ritualmente puro. fuera del campamento, donde se echa la ceniza, y allí, sobre el montón de ceniza, pondrá leña y les prenderá fuego.
13“Si toda la comunidad israelita hace algo malo sin quererlo, y ninguno de ellos se da cuenta de que su acción va en contra de los mandamientos del Señor y que así se han hecho culpables, 14en cuanto se conozca el pecado que han cometido deberán ofrecer todos juntos un becerro, como sacrificio por el pecado. Lo llevarán ante la tienda del encuentro, 15donde los ancianos de la comunidad#4.15 A los ancianos les correspondía hacer este gesto, porque ellos representaban a la comunidad. Véase Ex 3.16 n. pondrán sus manos sobre la cabeza del becerro, ante el Señor, y allí mismo lo degollarán. 16Luego el sacerdote principal llevará un poco de la sangre del becerro a la tienda del encuentro, 17mojará su dedo en la sangre y la rociará siete veces ante el Señor, frente al velo. 18Untará con un poco de sangre los cuernos del altar que está ante el Señor, en la tienda del encuentro. Y toda la sangre restante la derramará al pie del altar de los holocaustos, el cual está a la entrada de la tienda del encuentro. 19También le quitará al becerro toda la grasa, y la quemará en el altar; 20es decir, que se hará con este becerro exactamente lo mismo que se hace con el becerro que se sacrifica por el pecado; así el sacerdote obtendrá el perdón por los pecados de ellos, y el pecado se les perdonará. 21Luego sacará el becerro fuera del campamento, y lo quemará, tal como se hace con el primer becerro, pues es el sacrificio por el pecado de la comunidad.
22“Si un jefe peca cometiendo algo que está en contra de los mandamientos del Señor su Dios, resultará culpable aun cuando lo haya hecho involuntariamente. 23En cuanto se dé cuenta del pecado que cometió, deberá llevar como ofrenda un chivo sin ningún defecto. 24Pondrá la mano sobre la cabeza del chivo, y lo degollará ante el Señor, en el lugar donde se matan los animales que van a ser quemados, pues es sacrificio por el pecado. 25Luego el sacerdote tomará con su dedo un poco de sangre del animal sacrificado por el pecado, y untará con ella los cuernos del altar de los holocaustos, después de lo cual derramará la sangre restante al pie del mismo altar,#4.25 Cf. v. 30. En este caso no se introducía la sangre de la víctima en la tienda del encuentro (cf. vs. 5-7,16-18), sino que se usaba solamente para untar el altar de los holocaustos (cf. Ex 27.1-8; 38.1-7), que se encontraba en el atrio del santuario. Además, el jefe no ofrecía el sacrificio como representante de todo el pueblo, sino a título personal. 26y quemará toda la grasa sobre el altar, tal como se hace con la del sacrificio de reconciliación. Así el sacerdote obtendrá el perdón por el pecado del jefe, y el pecado le será perdonado.
27“Si una persona de clase humilde peca involuntariamente, resultando culpable de haber hecho algo que está en contra de los mandamientos del Señor, 28en cuanto se dé cuenta del pecado que cometió, deberá llevar una cabra sin ningún defecto como ofrenda por el pecado cometido. 29Pondrá la mano sobre la cabeza del animal que ofrece por el pecado, y luego lo degollará en el lugar de los holocaustos. 30Entonces el sacerdote tomará con el dedo un poco de sangre y untará con ella los cuernos del altar de los holocaustos, y toda la sangre restante la derramará al pie del altar. 31También le quitará toda la grasa, tal como se le quita al animal que se ofrece como sacrificio de reconciliación, y la quemará en el altar como aroma agradable al Señor. Así el sacerdote obtendrá el perdón por el pecado de esa persona, y el pecado se le perdonará.
32“Si esa persona trae una oveja como sacrificio por el pecado, deberá traer una hembra sin defecto. 33Pondrá la mano sobre la cabeza de la oveja, y luego la degollará como sacrificio por el pecado en el lugar donde se matan los animales que se van a quemar. 34Entonces el sacerdote tomará con el dedo un poco de sangre del animal sacrificado por el pecado y untará con ella los cuernos del altar de los holocaustos, y toda la sangre restante la derramará al pie del altar. 35Luego le quitará toda la grasa, tal como se le quita al cordero que se ofrece como sacrificio de reconciliación, y quemará la grasa en el altar, junto con las ofrendas quemadas en honor del Señor. Así el sacerdote obtendrá el perdón por el pecado que esa persona cometió, y el pecado le será perdonado.
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