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LUCAS 16

16
Parábola del mayordomo astuto#16.1-15 Esta parábola ha dado lugar a problemas de interpretación, a causa de la conducta del mayordomo. Lo que la parábola quiere destacar es la sagacidad con que éste actúa (v. 8).
1Jesús contó también esto a sus discípulos: “Un hombre rico tenía un administrador que fue acusado de malversación de bienes.#16.1 Era frecuente en Palestina que los dueños encargaran a un administrador la atención de sus negocios. 2El amo le llamó y le dijo: ‘¿Qué es eso que me dicen de ti? Dame cuenta de tu trabajo porque no puedes seguir siendo mi administrador.’ 3El administrador se puso a pensar: ‘¿Qué haré ahora que el amo me deja sin empleo? No tengo fuerzas para cavar la tierra, y me da vergüenza pedir limosna... 4Ah, ya sé qué hacer para que haya quienes me reciban en sus casas cuando me quede sin trabajo.’ 5Llamó entonces uno por uno a los que tenían alguna deuda con el amo, y preguntó al primero: ‘¿Cuánto debes a mi amo?’ 6Le contestó: ‘Cien barriles de aceite.’ El administrador le dijo: ‘Aquí está tu recibo. Siéntate en seguida y apunta sólo cincuenta.’ 7Después preguntó a otro: ‘Y tú, ¿cuánto le debes?’ Este le contestó: ‘Cien medidas de trigo.’ Le dijo: ‘Aquí está tu recibo. Apunta sólo ochenta.’#16.6-7 Cien barriles de aceite: probablemente unos 2.200 l. de aceite de oliva, que valdrían unos 1.000 denarios. Cien medidas de trigo: aprox. 22.000 l., que valdrían unos 2.500 denarios. 8El amo reconoció que aquel administrador deshonesto había actuado con astucia. Y es que, tratándose de sus propios negocios, los que pertenecen al mundo son más listos que los que pertenecen a la luz.
9“Os aconsejo que uséis las riquezas de este mundo malo para ganaros amigos, para que cuando esas riquezas se acaben haya quien os reciba#16.9 Haya quien os reciba: lit. os reciban; el plural se usa en sentido impersonal, quizá para referirse a Dios sin usar el nombre divino (véase Mt 5.4 nota g). en las moradas eternas.
10“El que se porta honradamente en lo poco, también se porta honradamente en lo mucho; y el que es deshonesto en lo poco, también es deshonesto en lo mucho.#16.10 Mt 25.21; Lc 19.17. 11De manera que, si con las riquezas de este mundo malo no os portáis honradamente, ¿quién os confiará las verdaderas riquezas? 12Y si no os portáis honradamente con lo ajeno, ¿quién os dará lo que os pertenece?
13“Ningún criado puede servir a dos amos, porque odiará a uno y querrá al otro, o será fiel a uno y despreciará al otro. No se puede servir a Dios y al dinero.”#16.13 Mt 6.24. Dinero: gr. mamonas, que proviene de una palabra aramea con este significado.
14Los fariseos, que eran amigos del dinero, al oir estas cosas se burlaban de Jesús. 15Él les dijo: “Vosotros pasáis por buenos delante de la gente, pero Dios conoce vuestros corazones; y lo que los hombres tienen por más elevado, Dios lo aborrece.
La ley y el reino de Dios
16“La ley de Moisés y los escritos de los profetas#16.16 La ley... los profetas: lit. la ley y los profetas, expresión que se refiere a todas las Escrituras hebreas conocidas como Antiguo Testamento; véase Introducción al NT (4). llegan hasta Juan.#16.16 Juan: el Bautista. Desde entonces se anuncia la buena noticia del reino de Dios, y todos se esfuerzan por entrar en él.#16.16 Y todos se esfuerzan por entrar en él: otra posible traducción: y todos se oponen violentamente a él. Véase Mt 11.12-13 n.
17“Más fácil es que pasen el cielo y la tierra, que pierda su valor una sola letra de la ley.#16.17 Mt 5.18; Lc 21.33. Una sola letra: lit. un pequeño trazo; véase Mt 5.18 n.
La enseñanza de Jesús acerca del divorcio
(Mt 19.1-12; Mc 10.1-12)#16.18 Cf. también Mt 5.32; 1 Co 7.10-11.
18“Si un hombre se separa de su esposa y se casa con otra, comete adulterio; y el que se casa con una mujer separada, también comete adulterio.
Parábola del rico y Lázaro
19“Había una vez un hombre rico, que vestía ropas espléndidas#16.19 Ropas espléndidas: lit. púrpura, es decir, ropa teñida de morado, que vestían los reyes y otros potentados. y todos los días celebraba brillantes fiestas. 20Había también un mendigo llamado Lázaro, el cual, lleno de llagas, se sentaba en el suelo a la puerta del rico. 21Este mendigo deseaba llenar su estómago de lo que caía de la mesa del rico; y los perros se acercaban a lamerle las llagas.#16.21 Los perros: animales considerados por los judíos como despreciables e impuros (Sal 22.16,20; Pr 26.11; Mt 7.6); el colmo de los males para Lázaro era no poder defenderse de ellos. 22Un día murió el mendigo, y los ángeles lo llevaron junto a Abraham,#16.22 Junto a Abraham: lit. al seno de Abraham, expresión que indica la posición del que está sentado, en un banquete, en el lugar de preferencia (véase Jn 13.23 nota r). Nótese el contraste con los vs. 19-21. al paraíso. Y el rico también murió, y lo enterraron.
23“El rico, padeciendo en el lugar al que van los muertos,#16.23 En el lugar que van los muertos: lit. en el Hades, donde, según el pensamiento judío de entonces, permanecían los muertos en espera del juicio. levantó los ojos y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro con él. 24Entonces gritó: ‘¡Padre Abraham, ten compasión de mí! Envía a Lázaro, a que moje la punta de su dedo en agua y venga a refrescar mi lengua, porque estoy sufriendo mucho entre estas llamas.’ 25Pero Abraham le contestó: ‘Hijo, recuerda que a ti te fue muy bien en la vida y que a Lázaro le fue muy mal. Ahora él recibe consuelo aquí, y tú en cambio estás sufriendo. 26Pero además hay un gran abismo abierto entre nosotros y vosotros; de modo que los que quieren pasar de aquí ahí, no pueden, ni los de ahí tampoco pueden pasar aquí.’
27“El rico dijo: ‘Te suplico entonces, padre Abraham, que envíes a Lázaro a casa de mi padre, 28donde tengo cinco hermanos. Que les hable, para que no vengan también ellos a este lugar de tormento.’ 29Abraham respondió: ‘Ellos ya tienen lo que escribieron Moisés y los profetas: ¡que les hagan caso!’#16.29 Jn 5.45-47. Lo que escribieron Moisés y los profetas: las Escrituras del AT (véase 16.16 nota g). 30El rico contestó: ‘No se lo harán, padre Abraham. En cambio, sí que se convertirán si se les aparece alguno de los que ya han muerto.’ 31Pero Abraham le dijo: ‘Si no quieren hacer caso a Moisés y a los profetas, tampoco creerán aunque algún muerto resucite.’ ”

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LUCAS 16: DHHE

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