NÚMEROS 4:1-49
NÚMEROS 4:1-49 DHHE
El Señor se dirigió a Moisés y Aarón, y les dijo: “Haz un censo, por orden de clanes y familias, de los levitas descendientes de Quehat que estén entre los treinta y los cincuenta años de edad, y que sean aptos para el servicio de la tienda del encuentro. “El trabajo de los descendientes de Quehat es muy sagrado, y consiste en esto: cuando el pueblo tenga que ponerse en camino, Aarón y sus hijos quitarán el velo que está a la entrada del Lugar Santísimo y cubrirán con él el arca del pacto. Encima pondrán una cubierta de pieles finas, y sobre ella extenderán un paño morado de una sola pieza; y le pondrán las varas para transportarla. Extenderán también un paño morado sobre la mesa de la Presencia, y sobre ella colocarán los platos, los cucharones, las copas y las jarras para las ofrendas de vino, lo mismo que el pan que se ofrece continuamente. Encima de todo esto extenderán un paño rojo, lo cubrirán con una cubierta de pieles finas y le pondrán las varas para transportarlo. Luego tomarán un paño morado y cubrirán con él el candelabro, las lámparas, las tenazas, los platillos y todos los vasos que se utilizan para el aceite. Todo eso lo envolverán con una cubierta de pieles finas, y lo pondrán sobre unas parihuelas para transportarlo. “También extenderán un paño morado sobre el altar de oro, lo envolverán con una cubierta de pieles finas y le pondrán varas para transportarlo. Luego recogerán los utensilios usados en el servicio del santuario y los pondrán en un paño morado, los envolverán en una cubierta de pieles finas y los llevarán también sobre unas parihuelas. Deben limpiar de grasa y ceniza el altar, y cubrirlo después con un paño de púrpura. Encima pondrán todo lo que se usa para los oficios religiosos en el altar: los braseros, los tenedores, las palas, los tazones; en fin, todos los utensilios del altar. A todo eso le pondrán una cubierta de pieles finas y las varas para transportarlo. Cuando Aarón y sus hijos hayan terminado de envolver todos los objetos sagrados, y estén ya listos para ponerse en camino, podrán venir los descendientes de Quehat para transportar todas estas cosas. Pero no tocarán nada sagrado con las manos, para que no mueran. Todas estas cosas de la tienda del encuentro son las que deben transportar los descendientes de Quehat. Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, estará encargado del aceite para las lámparas, del incienso perfumado, de los cereales para las ofrendas que siempre se me deben ofrecer, y del aceite de consagrar. También tendrá que cuidar del santuario y de todo lo que hay en él, lo mismo que de los objetos sagrados correspondientes.” El Señor se dirigió a Moisés y Aarón, y les dijo: “No permitáis que los clanes de Quehat desaparezcan de entre los levitas. Para que no sean castigados con la muerte por tocar las cosas sagradas, haréis esto: Aarón y sus hijos se encargarán de decir a cada uno de ellos lo que ha de hacer y lo que le toca llevar. Así ellos no tendrán que entrar en ningún momento a ver las cosas sagradas, y tampoco morirán.” El Señor se dirigió a Moisés y le dijo: “Haz también un censo, por orden de clanes y familias, de los descendientes de Guersón que estén entre los treinta y los cincuenta años de edad, y que sean aptos para el servicio de la tienda del encuentro. “El trabajo de los descendientes de Guersón será este: Transportarán las cortinas del santuario, o sea la tienda del encuentro, la cubierta de pieles finas que se le pone encima, la cortina de la entrada a la tienda del encuentro, las cortinas del atrio, la cortina de la entrada del atrio que rodea el santuario y el altar, las cuerdas correspondientes y todos los utensilios que necesitan para su oficio y para su trabajo. Aarón y sus hijos dirigirán a los descendientes de Guersón en los trabajos que han de hacer y en las cosas que han de transportar. Vosotros los haréis responsables de lo que ellos hayan de hacer. Este es el servicio que los clanes de los descendientes de Guersón han de prestar en la tienda del encuentro, bajo la dirección de Itamar, hijo del sacerdote Aarón. “Haz también un censo de los descendientes de Merarí, por orden de clanes y familias. Registra a todos los que tengan entre treinta y cincuenta años de edad, es decir, los que sean aptos para el servicio de la tienda del encuentro. Su trabajo en relación con la tienda del encuentro será transportar las tablas del santuario, los travesaños, los postes, las bases, los postes del atrio que rodea el santuario, con sus bases, estacas y cuerdas y todo lo que necesitan para su trabajo. Tú dirás a cada uno exactamente qué cosas ha de transportar. Este es el trabajo que, en relación con la tienda del encuentro, estará a cargo de los clanes descendientes de Merarí y que se hará bajo la dirección de Itamar, hijo del sacerdote Aarón.” Moisés, Aarón y los jefes del pueblo hicieron el censo, por orden de clanes y familias, de los descendientes de Quehat que estaban entre los treinta y los cincuenta años de edad, y que eran aptos para el servicio de la tienda del encuentro; y los hombres registrados fueron dos mil setecientos cincuenta en total. Este fue el número de los descendientes de Quehat que podían prestar servicio en la tienda del encuentro, según el censo que hicieron Moisés y Aarón y conforme a la orden que el Señor había dado a Moisés. Los descendientes de Guersón, por orden de clanes y familias, que estaban entre los treinta y los cincuenta años de edad y que eran aptos para el servicio de la tienda del encuentro, fueron dos mil seiscientos treinta. Este fue el número de los descendientes de Guersón que podían prestar servicio en la tienda del encuentro, según el censo que hicieron Moisés y Aarón por orden del Señor. Los descendientes de Merarí, por orden de clanes y familias, que estaban entre los treinta y los cincuenta años de edad y que eran aptos para el servicio de la tienda del encuentro, fueron tres mil doscientos. Este fue el número de los descendientes de Merarí que podían prestar servicio en la tienda del encuentro, según el censo que hicieron Moisés y Aarón y conforme a la orden que el Señor había dado a Moisés. El número total de levitas contados por Moisés, Aarón y los jefes de Israel, por orden de clanes y familias, que estaban entre los treinta y los cincuenta años de edad y que eran aptos para el servicio de la tienda del encuentro, fue de ocho mil quinientos ochenta. Este censo se hizo según la orden que el Señor había dado a Moisés, y a cada uno se le dijo lo que tenía que hacer y lo que le tocaba llevar, tal como el Señor se lo había ordenado a Moisés.