PROVERBIOS 6:1-15
PROVERBIOS 6:1-15 DHHE
Hijo mío, si das fianza por tu amigo o te haces responsable de un extraño, tú solo te tiendes la trampa: quedas atrapado en tus propias palabras. Para librarte, hijo mío, pues estás en las manos de otro, haz esto: trágate el orgullo y cóbrale a tu amigo. No te duermas, no te des ni un momento de descanso: huye como una gacela del cazador, como un ave de la trampa. Mira la hormiga, perezoso; fíjate en lo que hace y aprende la lección: aunque no tiene quien mande sobre ella ni quien le diga lo que debe hacer, asegura su comida en el verano, la almacena durante la cosecha. ¡Basta ya de dormir, perezoso! ¡Basta ya de estar acostado! Mientras tú sueñas y cabeceas, y te cruzas de brazos para dormir mejor, la pobreza vendrá y te atacará como un vagabundo armado. El hombre malvado y perverso anda siempre contando mentiras; guiña los ojos, hace señas con los pies, señala con los dedos; su mente es perversa, piensa siempre en hacer lo malo y en andar provocando peleas. Por eso, en un instante le vendrá el desastre; en un abrir y cerrar de ojos quedará arruinado sin remedio.