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1 CRÓNICAS 13:1-10

1 CRÓNICAS 13:1-10 Reina Valera 2020 (RV2020)

Entonces David consultó con los capitanes de millares y de centenas, y con todos los jefes. Y dijo David a toda la asamblea de Israel: —Si os parece bien y si es la voluntad del Señor, nuestro Dios, enviaremos a todas partes por nuestros hermanos que han quedado en todas las tierras de Israel, y por los sacerdotes y levitas que están con ellos en sus ciudades y ejidos, para que se reúnan con nosotros; y traigamos el arca de nuestro Dios junto a nosotros, porque desde el tiempo de Saúl no hemos hecho caso de ella. Y dijo toda la asamblea que se hiciera así, porque el asunto parecía bien a todo el pueblo. Entonces David reunió a todo Israel, desde Sihor de Egipto hasta la entrada de Hamat, para que trajeran el arca de Dios desde Quiriat-jearim. Y subió David con todo Israel a Baala de Quiriat-jearim, que está en Judá, para trasladar de allí el arca de Dios el Señor, que habita entre los querubines, sobre la cual su nombre es invocado. Y llevaron el arca de Dios de la casa de Abinadab en un carro nuevo; y Uza y Ahío guiaban el carro. David y todo Israel se regocijaban delante de Dios con todas sus fuerzas, con cánticos, arpas, salterios, tamboriles, címbalos y trompetas. Pero cuando llegaron a la era de Quidón, Uza extendió su mano hacia al arca para sostenerla, porque los bueyes tropezaban. El furor del Señor se encendió contra Uza y lo hirió, porque había extendido su mano hacia el arca; y murió allí delante de Dios.

1 CRÓNICAS 13:1-10 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)

David consultó a los comandantes de batallón y a los capitanes, es decir, a todos los jefes, y después dijo a todo el pueblo de Israel: “Si os parece bien y el Señor nuestro Dios nos da la oportunidad, mandemos aviso a nuestros compatriotas que quedan todavía en las diversas regiones de Israel, y también a todos los sacerdotes y levitas que se hallan en sus ciudades y tierras de pastoreo, invitándolos a que se unan a nosotros, para que nos traigamos el arca de nuestro Dios, pues desde los tiempos de Saúl la hemos tenido olvidada.” Todo el pueblo estuvo de acuerdo en que se hiciera eso, pues a todos les pareció razonable la propuesta. David reunió a todo Israel, desde Sihor en la frontera de Egipto hasta la entrada de Hamat, para traer de Quiriat-jearim el arca de Dios. Luego, acompañado de todo Israel, subió a Quiriat-jearim, llamada también Baalá, que está en Judá, para trasladar de allí el arca de Dios, sobre la que se invoca el nombre del Señor, que tiene su trono sobre los querubines. Pusieron el arca sobre una carreta nueva y se le llevaron de la casa de Abinadab. Uzá y Ahió iban guiando la carreta. Mientras tanto, David y todo Israel iban delante de Dios cantando y bailando con todas sus fuerzas, al son de la música de arpas, salterios, panderos, platillos y trompetas. Cuando llegaron al lugar conocido como la era de Quidón, Uzá alargó la mano para sostener el arca, porque habían tropezado los bueyes. Pero el Señor se enfureció con Uzá por haber extendido la mano hacia el arca, y le quitó la vida allí mismo, delante de él.