1 CRÓNICAS 13:1-13
1 CRÓNICAS 13:1-13 Reina Valera 2020 (RV2020)
Entonces David consultó con los capitanes de millares y de centenas, y con todos los jefes. Y dijo David a toda la asamblea de Israel: —Si os parece bien y si es la voluntad del Señor, nuestro Dios, enviaremos a todas partes por nuestros hermanos que han quedado en todas las tierras de Israel, y por los sacerdotes y levitas que están con ellos en sus ciudades y ejidos, para que se reúnan con nosotros; y traigamos el arca de nuestro Dios junto a nosotros, porque desde el tiempo de Saúl no hemos hecho caso de ella. Y dijo toda la asamblea que se hiciera así, porque el asunto parecía bien a todo el pueblo. Entonces David reunió a todo Israel, desde Sihor de Egipto hasta la entrada de Hamat, para que trajeran el arca de Dios desde Quiriat-jearim. Y subió David con todo Israel a Baala de Quiriat-jearim, que está en Judá, para trasladar de allí el arca de Dios el Señor, que habita entre los querubines, sobre la cual su nombre es invocado. Y llevaron el arca de Dios de la casa de Abinadab en un carro nuevo; y Uza y Ahío guiaban el carro. David y todo Israel se regocijaban delante de Dios con todas sus fuerzas, con cánticos, arpas, salterios, tamboriles, címbalos y trompetas. Pero cuando llegaron a la era de Quidón, Uza extendió su mano hacia al arca para sostenerla, porque los bueyes tropezaban. El furor del Señor se encendió contra Uza y lo hirió, porque había extendido su mano hacia el arca; y murió allí delante de Dios. David tuvo pesar, porque el Señor había castigado a Uza; por lo que llamó a aquel lugar Pérez-uza, hasta el día de hoy. Y David temió a Dios aquel día, y dijo: —¿Cómo he de llevar a mi casa el arca de Dios? Y no trasladó David el arca a su casa, a la ciudad de David, sino que la llevó a casa de Obed-edom, el geteo.
1 CRÓNICAS 13:1-13 La Palabra (versión española) (BLP)
David consultó a todos los capitanes y mandos de millares y centurias y propuso a toda la asamblea de Israel: —Si os parece bien, y Dios nuestro Señor lo permite, vamos a avisar a nuestros compatriotas de todas las regiones de Israel, junto con los sacerdotes y levitas que viven en sus ciudades y aldeas, a que se reúnan con nosotros para traer a nuestro lado el Arca de nuestro Dios, pues durante el reinado de Saúl no nos hemos preocupado de ella. Toda la asamblea aprobó el proyecto, pues la idea agradaba a toda la gente. David convocó a todo Israel, desde el torrente Sijor en los límites de Egipto hasta la entrada de Jamat, para traer desde Quiriat Jearín el Arca de Dios. David subió, pues, con todo Israel a Baalá, es decir, Quiriat Jearín, de Judá, para subir desde allí el Arca de Dios, sobre la que se invoca el nombre del Señor todopoderoso entronizado sobre querubines. Cargaron el Arca de Dios desde la casa de Abinadab en una carreta nueva, en la que iban conduciendo Uzá y Ajió. David y todo Israel iban bailando ante Dios con todas sus fuerzas y cantando al son de cítaras, arpas, panderos, timbales y trompetas. Cuando llegaron a la era de Quidón, los bueyes tropezaron y Uzá tendió la mano para sujetar el Arca. Pero el Señor se enfureció con Uzá, lo fulminó por haber tendido su mano sobre el Arca y murió allí mismo ante él. David se disgustó porque el Señor había mandado a Uzá a la fosa y llamó a aquel lugar Fares Uzá, nombre que perdura hasta el día de hoy. David sintió miedo del Señor aquel día y se dijo: —¿Cómo voy a llevar conmigo el Arca de Dios? Por ello, no se llevó consigo el Arca a la ciudad de David y la dejó en casa de Obededón, el de Gat.
1 CRÓNICAS 13:1-13 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
David consultó a los comandantes de batallón y a los capitanes, es decir, a todos los jefes, y después dijo a todo el pueblo de Israel: “Si os parece bien y el Señor nuestro Dios nos da la oportunidad, mandemos aviso a nuestros compatriotas que quedan todavía en las diversas regiones de Israel, y también a todos los sacerdotes y levitas que se hallan en sus ciudades y tierras de pastoreo, invitándolos a que se unan a nosotros, para que nos traigamos el arca de nuestro Dios, pues desde los tiempos de Saúl la hemos tenido olvidada.” Todo el pueblo estuvo de acuerdo en que se hiciera eso, pues a todos les pareció razonable la propuesta. David reunió a todo Israel, desde Sihor en la frontera de Egipto hasta la entrada de Hamat, para traer de Quiriat-jearim el arca de Dios. Luego, acompañado de todo Israel, subió a Quiriat-jearim, llamada también Baalá, que está en Judá, para trasladar de allí el arca de Dios, sobre la que se invoca el nombre del Señor, que tiene su trono sobre los querubines. Pusieron el arca sobre una carreta nueva y se le llevaron de la casa de Abinadab. Uzá y Ahió iban guiando la carreta. Mientras tanto, David y todo Israel iban delante de Dios cantando y bailando con todas sus fuerzas, al son de la música de arpas, salterios, panderos, platillos y trompetas. Cuando llegaron al lugar conocido como la era de Quidón, Uzá alargó la mano para sostener el arca, porque habían tropezado los bueyes. Pero el Señor se enfureció con Uzá por haber extendido la mano hacia el arca, y le quitó la vida allí mismo, delante de él. David se entristeció mucho porque el Señor había quitado la vida a Uzá, y por eso llamó a aquel lugar Péres-uzá, nombre que tiene hasta el presente. Aquel mismo día, David, lleno de miedo delante de Dios, exclamó: “¡Ni pensar en llevarme el arca de Dios!” Y no se llevó el arca a la Ciudad de David, sino que ordenó que la llevaran a casa de Obed-edom, un hombre de Gat.
1 CRÓNICAS 13:1-13 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Después de consultar a los jefes de mil y de cien soldados, y a todos los oficiales, David dijo a toda la asamblea de Israel: «Si os parece bien, y si es lo que el SEÑOR nuestro Dios desea, invitemos a nuestros hermanos que se han quedado por todo el territorio de Israel, y también a los sacerdotes y levitas que están en los pueblos y aldeas, a que se unan a nosotros para traer de regreso el arca de nuestro Dios. La verdad es que desde el tiempo de Saúl no le hemos prestado atención». A la asamblea le agradó la propuesta, y acordó que se hiciera así. Entonces David reunió a todo el pueblo de Israel, desde Sijor en Egipto hasta Lebó Jamat, para trasladar el arca que estaba en Quiriat Yearín. Luego David y todo Israel fueron a Balá, que es Quiriat Yearín de Judá, para trasladar de allí el arca de Dios, sobre la cual se invoca el nombre del SEÑOR, que reina entre querubines. Colocaron el arca de Dios en una carreta nueva y la sacaron de la casa de Abinadab. Uza y Ajío guiaban la carreta. David y todo Israel danzaban ante Dios con gran entusiasmo y cantaban al son de liras, arpas, panderos, címbalos y trompetas. Al llegar a la parcela de Quidón, los bueyes tropezaron; pero Uza, extendiendo las manos, sostuvo el arca. Entonces la ira del SEÑOR se encendió contra Uza por haber tocado el arca, y allí en su presencia Dios lo hirió y le quitó la vida. David se enojó porque el SEÑOR había matado a Uza. Por eso le puso a aquel lugar el nombre de Peres Uza, nombre que conserva hasta hoy. Aquel día David se sintió temeroso de Dios y exclamó: «¡Es mejor que no me lleve el arca de Dios!» Por eso no se la llevó a la Ciudad de David, sino que ordenó que la trasladaran a la casa de Obed Edom, oriundo de Gat.