1 CRÓNICAS 25:1-31
1 CRÓNICAS 25:1-31 Reina Valera 2020 (RV2020)
Asimismo, David y los jefes del ejército apartaron para el ministerio a los hijos de Asaf, de Hemán y de Jedutún, para que profetizaran con arpas, salterios y címbalos; y el número de ellos, hombres idóneos para la obra de su ministerio, fue: De los hijos de Asaf: Zacur, José, Netanías y Asarela, hijos de Asaf, bajo la dirección de Asaf, el cual profetizaba bajo las órdenes del rey. De los hijos de Jedutún: Gedalías, Zeri, Jesaías, Hasabías, Matatías y Simei; seis, bajo la dirección de su padre Jedutún, el cual profetizaba con arpa, para aclamar y alabar al Señor. De los hijos de Hemán: Buquías, Matanías, Uziel, Sebuel, Jeremot, Hananías, Hanani, Eliata, Gidalti, Romanti-ezer, Josbecasa, Maloti, Hotir y Mahaziot. Todos estos fueron hijos de Hemán, vidente del rey en las cosas de Dios, para exaltar su poder; y Dios dio a Hemán catorce hijos y tres hijas. Todos ellos estaban bajo la dirección de su padre en la música, en la casa del Señor, con címbalos, salterios y arpas, para el ministerio del templo de Dios. Asaf, Jedutún y Hemán estaban por disposición del rey. Su número, el total de sus hermanos instruidos en el canto para el Señor, todos ellos aptos, era de doscientos ochenta y ocho. Echaron suertes para repartir los turnos del servicio, tanto el pequeño como el grande, lo mismo el maestro que el discípulo. La primera suerte recayó sobre el asafita José; la segunda, sobre Gedalías, quien con sus hermanos e hijos eran doce; la tercera, sobre Zacur, con sus hijos y sus hermanos, doce; la cuarta, sobre Izri, con sus hijos y sus hermanos, doce; la quinta, sobre Netanías, con sus hijos y sus hermanos, doce; la sexta, sobre Buquías, con sus hijos y sus hermanos, doce; la séptima, sobre Jesarela, con sus hijos y sus hermanos, doce; la octava, sobre Jesahías, con sus hijos y sus hermanos, doce; la novena, sobre Matanías, con sus hijos y sus hermanos, doce; la décima, sobre Simei, con sus hijos y sus hermanos, doce; la undécima, sobre Azareel, con sus hijos y sus hermanos, doce; la duodécima, sobre Hasabías, con sus hijos y sus hermanos, doce; la decimotercera, sobre Subael, con sus hijos y sus hermanos, doce; la decimocuarta, sobre Matatías, con sus hijos y sus hermanos, doce; la decimoquinta, sobre Jeremot, con sus hijos y sus hermanos, doce; la decimosexta, sobre Hananías, con sus hijos y sus hermanos, doce; la decimoséptima, sobre Josbecasa, con sus hijos y sus hermanos, doce; la decimoctava, sobre Hanani, con sus hijos y sus hermanos, doce; la decimonovena, sobre Maloti, con sus hijos y sus hermanos, doce; la vigésima, sobre Eliata, con sus hijos y sus hermanos, doce; la vigesimoprimera, sobre Hotir, con sus hijos y sus hermanos, doce; la vigesimosegunda, sobre Gidalti, con sus hijos y sus hermanos, doce; la vigesimotercera, sobre Mahaziot, con sus hijos y sus hermanos, doce; la vigesimocuarta, sobre Romanti-ezer, con sus hijos y sus hermanos, doce.
1 CRÓNICAS 25:1-31 La Palabra (versión española) (BLP)
David y los responsables del culto separaron para el servicio del canto a los descendientes de Asaf, Hemán y Jedutún para que cantasen como profetas al son de cítaras, salterios y platillos. He aquí la lista de los hombres adscritos a este servicio: De la familia de Asaf: Zacur, José, Natanael y Asarelá, hijos de Asaf, dirigidos por su padre, profeta cantor a las órdenes de David. De la familia de Jedutún: Guedalías, Serí, Isaías, Simeí, Jasabías y Matatías; los seis dirigidos por su padre Jedutún, que profetizaba al son de la cítara para dar gracias y alabar al Señor. De la familia de Hemán, Buquías, Matanías, Uziel, Sebuel, Jerimot, Jananías, Jananí, Eliatá, Guidaltí, Romanti Ézer, Josbecasá, Malotí, Hotir y Majaziot; todos ellos eran hijos de Hemán, el vidente del rey, que le transmitía los oráculos divinos para acrecentar su poder, pues Dios había dado a Hemán catorce hijos y tres hijas. Todos ellos, bajo la dirección de su padre, cantaban en el Templo del Señor con platillos, salterios y cítaras al servicio del Templo de Dios. Asaf, Jedutún y Hemán estaban a las órdenes del rey. Su número, incluidos sus hermanos instruidos en el canto al Señor, todos ellos expertos, era de doscientos ochenta y ocho. Repartieron a suertes los turnos de servicio, sin distinguir pequeños y grandes, maestros y discípulos. El primer turno correspondió a José, de la familia de Asaf; el segundo a Guedalías, que sumaba doce con hijos y parientes; el tercero a Zacur, el cuarto a Jisrí, el quinto a Natanael, el sexto a Buquías, el séptimo a Jesarelá, el octavo a Isaías, el noveno a Matanías, el décimo a Simeí, el undécimo a Azarel, el duodécimo a Jasabías, el décimo tercero a Subael, el décimo cuarto a Matatías, el décimo quinto a Jeremot, el décimo sexto a Jananías, el décimo séptimo a Josbecasá, el décimo octavo a Jananí, el décimo noveno a Malotí, el vigésimo a Eliatá, el vigésimo primero a Hotir, el vigésimo segundo a Guidaltí, el vigésimo tercero a Majaziot y el vigésimo cuarto a Romanti Ézer.
1 CRÓNICAS 25:1-31 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Luego David y los jefes de los servicios religiosos asignaron oficios especiales a los hijos de Asaf, Hemán y Jedutún, quienes comunicaban mensajes proféticos acompañados de arpas, salterios y platillos. Esta es la lista de los que estaban ocupados en esa labor. De los hijos de Asaf: Jacur, José, Netanías y Asarela. El que los dirigía era Asaf, su padre, quien comunicaba mensajes proféticos bajo las órdenes del rey. Los seis hijos de Jedutún: Guedalías, Serí, Isaías, Simí, Hasabías y Matatías. El que los dirigía era su padre Jedutún, el cual comunicaba mensajes proféticos acompañado de arpa para dar gracias y alabar a Dios. Los hijos de Hemán: Buquías, Matanías, Uziel, Sebuel, Jeremot, Hananías, Hananí, Eliatá, Gidalti, Romanti-ézer, Josbecasa, Malotí, Hotir y Mahaziot. Todos estos fueron hijos de Hemán, vidente al servicio del rey, según las promesas que Dios le había hecho de que lo haría muy poderoso; en efecto, Dios le dio a Hemán catorce hijos y tres hijas. A todos ellos los dirigía su padre cuando cantaban en los servicios religiosos del templo acompañados de platillos, salterios y cítaras. Asaf, Jedutún y Hemán estaban bajo las órdenes del rey. El número total de músicos expertos, incluyendo a sus otros compañeros instruidos para cantar al Señor, era de doscientos ochenta y ocho. Entonces se repartieron por suerte los turnos del servicio entre todos, fueran mayores o menores, maestros o aprendices. Al sacar la suerte, quedaron los turnos en el siguiente orden, del primero al vigésimo cuarto: José Guedalías Zacur Isrí Netanías Buquías Jesarela Isaías Matanías Simí Azarel Hasabías Subael Matatías Jeremot Hananías Josbecasa Hananí Malotí Eliatá Hotir Guidalti Mahaziot Romamti-ézer Cada uno de ellos, con sus hermanos e hijos, eran doce.
1 CRÓNICAS 25:1-31 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Para el ministerio de la música, David y los comandantes del ejército apartaron a los hijos de Asaf, Hemán y Jedutún, los cuales profetizaban acompañándose de arpas, liras y címbalos. Esta es la lista de los que fueron apartados para el servicio: De los hijos de Asaf: Zacur, José, Netanías y Asarela. A estos los dirigía Asaf, quien profetizaba bajo las órdenes del rey. De Jedutún, sus seis hijos: Guedalías, Zeri, Isaías, Simí, Jasabías y Matatías. A estos los dirigía su padre Jedutún, quien al son del arpa profetizaba para dar gracias y alabar al SEÑOR. De los hijos de Hemán: Buquías, Matanías, Uziel, Sebuel, Jeremot, Jananías, Jananí, Eliatá, Guidalti, Romanti Ezer, Josbecasa, Malotí, Hotir y Mahaziot. Todos estos fueron hijos de Hemán, vidente del rey, y con la palabra de Dios exaltaban su poder. Dios le dio a Hemán catorce hijos y tres hijas. Su padre los dirigía en el culto del templo del SEÑOR, cuando cantaban acompañados de címbalos, liras y arpas. Asaf, Jedutún y Hemán estaban bajo las órdenes del rey. Ellos eran en total doscientos ochenta y ocho, incluyendo a sus demás compañeros, y habían sido instruidos para cantarle al SEÑOR. Para asignarles sus turnos se echaron suertes, sin hacer distinción entre menores y mayores, ni entre maestros y discípulos. La primera suerte le tocó a José el asafita; la segunda le tocó a Guedalías, junto con sus hermanos y sus hijos, doce en total. La tercera, a Zacur, junto con sus hijos y hermanos, doce en total. La cuarta, a Izri, junto con sus hijos y hermanos, doce en total. La quinta, a Netanías, junto con sus hijos y hermanos, doce en total. La sexta, a Buquías, junto con sus hijos y hermanos, doce en total. La séptima, a Jesarela, junto con sus hijos y hermanos, doce en total. La octava, a Isaías, junto con sus hijos y hermanos, doce en total. La novena, a Matanías, junto con sus hijos y hermanos, doce en total. La décima, a Simí, junto con sus hijos y hermanos, doce en total. La undécima, a Azarel, junto con sus hijos y hermanos, doce en total. La duodécima, a Jasabías, junto con sus hijos y hermanos, doce en total. La decimotercera, a Subael, junto con sus hijos y hermanos, doce en total. La decimocuarta, a Matatías, junto con sus hijos y hermanos, doce en total. La decimoquinta, a Jeremot, junto con sus hijos y hermanos, doce en total. La decimosexta, a Jananías, junto con sus hijos y hermanos, doce en total. La decimoséptima, a Josbecasa, junto con sus hijos y hermanos, doce en total. La decimoctava, a Jananí, junto con sus hijos y hermanos, doce en total. La decimonovena, a Malotí, junto con sus hijos y hermanos, doce en total. La vigésima, a Eliatá, junto con sus hijos y hermanos, doce en total. La vigesimoprimera, a Hotir, junto con sus hijos y hermanos, doce en total. La vigesimosegunda, a Guidalti, junto con sus hijos y hermanos, doce en total. La vigesimotercera, a Mahaziot, junto con sus hijos y hermanos, doce en total. La vigesimocuarta, a Romanti Ezer, junto con sus hijos y hermanos, doce en total.